Vivimos los estertores de un sexenio en que el culto al Presidente ha rebasado los niveles que antes criticaban los que precisamente hoy detentan el poder. Muchos han comprado la versión que confunde la popularidad con la eficacia para gobernar.
Benjamín Gil ganó cuatro campeonatos como mánager en la Liga Mexicana del Pacífico. También dirigió a la Selección de México en los Juegos Olímpicos del 2020 y el Clásico Mundial de Béisbol 2023.
El Poder Judicial de la Federación es el que le ha corregido la plana a AMLO cuando va en contra de la Constitución y por ello ha intentado reelegir primero al Ministro Zaldívar Lelo de Larrea y luego “colonizar” la SCJN con ministras incondicionales. Ahí están sus posturas y votaciones, así como la ignorancia que exhiben.
Se sabe que Érik Isaac Morales Elvira, conocido en el deporte como Érick “El Terrible” Morales, pretende la presidencia municipal de Tijuana, apoyado por el mismo Mario Delgado, líder nacional de Morena, y por la gobernadora de BC, Marina del Pilar Ávila
Los fines de semana eran de fiesta en la Avenida Revolución: sus restaurantes, cafés, “mexican curios” y bares llenos de turistas, lo mismo el Jai Alai, el Hipódromo Agua Caliente (con caballos “en vivo”) de Johnny Alessio, el Toreo de Tijuana o la Plaza Monumental de Playas de Tijuana.
¿Tenemos en México más y mejores empleos? ¿Por qué entonces no ha disminuido la pobreza? ¿Por qué hay cada vez más empleo informal? ¿Por qué hay desempleo?
Ya no hay filas ni horarios especiales para asistir a los comercios, ni aforo máximo permitido; tampoco la toma de temperatura o el gel antibacterial disponible a la entrada de sitios públicos...
Desde el mismo Presidente del país, pasando por secretarios de Estado, gobernadores, presidentes municipales y funcionarios menores, pregonan honestidad, democracia y empatía en el discurso
Como candidato en tres ocasiones, AMLO dijo que sería un buen presidente; hasta la fecha ha demostrado que llegó al poder para abusar de él, para imponer sus caprichos y su “muy personal estilo de gobernar”, nada parecido con lo que prometió.
Desde que los vi por primera vez por las calles de Tijuana, no me gustó; me incomodaron y, contrario a lo esperado, me hicieron sentir inseguro y hasta con un poco de desconfianza y temor.