Lo más sobresaliente es que existen notables ventajas del arbitraje sobre el litigio tradicional, tales como la flexibilidad, la confidencialidad y la capacidad de elegir árbitros especializados en el campo específico del conflicto. Obviamente no hay esa libertad en un juicio tradicional.
Tal como hemos comentado anteriormente, en materia de derecho de arbitraje internacional, resaltan el de carácter comercial y el de inversión. El primero se da entre particulares de países distintos, mientras que el segundo se produce entre un país y un particular de otro país.