Paul Thomas Anderson demuestra aquí ser un director como pocos, capaz de sostener un “thriller” sin revelar posibles desenlaces, sostener una crítica a nuestro tiempo, valerse de un gran elenco para desarrollar personajes sumamente interesantes y crear entretenimiento a través de la pantalla grande. Pero todo esto ya lo sabíamos desde “Boogie nights” y “There Will Be Blood”.
Matthew McConaughey y America Ferrera estelarizan esta película bien dirigida por Peter Greengrass, con una historia verídica de un rescate en donde un conductor de autobús y una maestra salvan la vida de niños en medio de un voraz incendio forestal.
Basada en una de las primeras novelas de Stephen King, la historia se centra en una caminata con un participante de cada estado de la Unión Americana, a un paso de 3 millas por hora. Quien no sostenga ese ritmo será ejecutado.
Es una buena manera de cerrar una saga que sorprendió desde la primera entrega en 2013 cuando los investigadores paranormales Lorraine y Ed Warren (Vera Farmiga y Patrick Wilson) llegaron a la pantalla grande para compartir sus terroríficas historias de encuentros demoníacos.
A las 2:17 a.m. todos los estudiantes de tercer grado de la maestra Justine Gandy (Julie Garner) desaparecen, excepto uno, de nombre Alex (Cary Christopher), quien no parece representar ninguna pista ante tremendo misterio que sacude a la comunidad.
Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patellière se atrevieron a adaptar la monumental novela de Alexandre Dumas para contar de nuevo esta historia con una narrativa ágil, siempre emocionante, estupendamente actuada con un elenco muy atractivo, un diseño de producción insuperable, al igual que la cinematografía, el vestuario, la banda sonora.
Basado en una historia de Stephen King, con guion y dirección de Mike Flanagan, este filme busca un efecto conmovedor y una chispa de esperanza gracias a Chuck (Tom Hiddleston), un hombre, como todos, moldeado por recuerdos buenos y malos, recreados en distintos momentos de su vida donde también el ya joven Jacob Tremblay hace un buen papel.
El propósito de esta historia es claro: exponer cómo un individuo se radicaliza por experiencias traumáticas. Jerry Kane, interpretado por Nick Offerman, es el personaje central que creó el guionista y director Christian Swegal en un thriller sumamente interesante que expone cómo se forma un peligroso movimiento antigobierno.