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sábado, octubre 12, 2024
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Es la policía, estúpido…

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En el caso de México se podrían utilizar otras variaciones de la frase “Es la economía, estúpido”, que en los noventa significó la campaña de Bill Clinton a la Presidencia de los Estados Unidos para determinar el principal problema de su país -lo que a la larga lo llevó a ganar el gobierno-; en nuestra Nación podríamos parafrasear: “Es la economía, estúpido”, o “Es la política, estúpido”, “Es la impunidad, estúpido”, “Es la crisis financiera, estúpido”. Pero ninguna queda mejor que “Es la policía, estúpido”, en el caso de los últimos hechos de inseguridad en el país que han sucedido en el Estado de México, en Guerrero, en Michoacán y en otras tantas entidades, ante la ausencia de una postura real, directa y franca por parte del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto. Podemos asumir que el país, dada la impunidad que impera tanto en la Procuración de Justicia como en la administración de la Justicia, se encuentra en un círculo vicioso que provoca más inseguridad. Ciertamente hay muchos criminales, hartos narcotraficantes, cientos de miles de narcomenudistas, y delincuentes en general, pero ninguno de ellos podría cometer delitos y salir airoso en su afrenta, sino contara con un grado de impunidad, complicidad y aprobación por parte de quienes deben precisamente, detenerlo. Es decir, un narcotraficante no puede huir por tanto tiempo como lo hizo Joaquín “El Chapo” Guzmán, sin la ayuda de miembros de las muchas corporaciones policíacas que están activas en el País. La Fuerza Pública Mexicana debe ser –indudablemente lo es aunque no podamos comprobarlo porque no hay un censo de criminales- mayor a la fuerza del crimen. Por eso quienes viven de delinquir en cualquiera de los ámbitos de la comisión del delito, sea común o federal, requieren del apoyo de una fuerza pública para salirse con la suya; sea este apoyo proporcionado por la incapacidad, la ineficiencia que caracteriza la persecución, el procesamiento y la administración de la justicia, o sea por complicidad, corrupción, cohecho. Es legendaria la declaración en cortes mexicanas y norteamericanas, de miembros de la cúpula del cártel de los hermanos Arellano Félix a finales de la década de los 90, que aseguraron destinar mensualmente un millón de dólares para comprar protección en las corporaciones policíacas, de investigación, ministeriales en México, tanto en la federación como en los Estados. Desde la propia época de Carlos Salinas de Gortari y hasta la actual administración de Enrique Peña Nieto, pasando por los tres ex presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón, todos le deben a los mexicanos una verdadera y real limpia en las filas de las policías mexicanas. En todas las administraciones federales de los últimos 25 años se ha comprobado que la corrupción en las corporaciones policíacas es la ubre de la que se alimentan los criminales. Ninguna, y por supuesta la actual no es la excepción, ha salido incólume de los señalamientos de contubernio de la fuerza pública con los cárteles del narco o las bandas del crimen organizado. Y ninguna administración en los últimos 25 años, ha emprendido una depuración en las filas policíacas a fondo, con seriedad y rigurosidad. Hasta Felipe Calderón Hinojosa, todos los presidentes siendo candidatos lo prometieron. Limpiar la Policía Federal, limpiar la PGR, pero ninguno lo cumplió a cabalidad. El Presidente Peña no suele hablar de inseguridad, creerá que sacando el tema de sus discursos se acaba el problema, a saber… Pero es Peña quien hoy día debería ordenar una limpia en las instituciones y corporaciones de seguridad. Pues los casos de la criminalización de las Policías y la Fuerza Pública ahí están comprobados en Tlatlaya, Iguala, Silao, cualquier ciudad de Michoacán, por mencionar las recientes investigaciones y consignaciones. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), y algunas declaraciones del ex Comisionado Nacional de Seguridad en tiempo de Peña, Manuel Mondragón, en México hay los siguientes elementos por corporación: * 215 mil soldados efectivos del Ejército Mexicano. * 201 mil Policías Estatales, en los 31 Estados y el Distrito Federal. * 164 mil Policías Municipales. * 53 mil 500 elementos de la Armada de México. * 40 mil Policías Federales. * 5 mil Gendarmes. * 4 mil Policías Federales Ministeriales. A grandes rasgos 682 mil 500 integrantes de las Fuerza Pública en México, en total entre las cifras de INEGI de 2012 y las de Mondragón de 2013; no hay cifras específicas de 2014 a pesar que el día de ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, presentó su Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública en México, donde relata delitos, víctimas, atenciones en Ministerios Públicos y por corporaciones policíacas, pero no destaca la variable de la conformación de la fuerza pública en el País. Lo que sí describe es el nivel de confianza que los mexicanos tienen sobre sus instituciones de seguridad pública. En la corporación que más confían con un 84.4 por ciento de aceptación está la Marina de México, en segundo con 80.7 el Ejército y hacia abajo: * 57.7 Policía Federal. * 51.4 Procuraduría General de la República. * 47.4 Jueces. * 44.1 Policía Estatal. * 42.5 Policía Ministerial * 41.9 Ministerios Públicos y Procuradurías Estatales. * 37.5 Policía Municipal. * 33.5 Policía de Tránsito. Las Policías que llaman de proximidad, las que más cercanas están a la población son las que menos nivel de confianza tienen, mientras que las instituciones acuarteladas –que últimamente solo salen a decomisar o detener narcos y ya no a patrullar- son las que más confianza despiertan en la población mayor a los 18 años en México. Hace unas semanas en Baja California, la Visitaduría de la PGR –asuntos internos- llegó para investigar la desaparición de un camión confiscado con droga en Mexicali, por parte de Policías Federales o Federales Ministeriales. Hace unos días finalmente el Gobierno Federal puso atención –debido a presiones extranjeras- al caso de los 22 civiles que presuntamente fueron fusilados en Tlatlaya a manos de militares pero que en su momento el propio Gobierno Federal dio a conocer como el abatimiento de 22 presuntos criminales por parte del Ejército. Hace unos días también en Iguala, Guerrero, fueron señalados Policías Municipales de asesinar a normalistas y desaparecer a más de 50 de los mismos. Durante todo el año en el Estado de México, en Michoacán, en Tamaulipas, en Guerrero, en Baja California, en León, y en muchos otros estados de la República Mexicana, se han señalado a Policías Federales, Ministeriales, Municipales, de coludirse con el crimen organizado para atentar contra la ciudadanía. Las corporaciones policíacas en México están corruptas. No hay una cifra oficial, sólo la afectación a ciudadanos para dar cuenta de ello. Todos los días Policías son señalados de extorsionadores, de secuestradores, de halcones del narco, de protectores del crimen. Ningún Presidente, desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto, se ha comprometido lo suficiente para realizar una depuración de las corporaciones policíacas, las mismas que en el menor de los defectos no investigan o son omisas, y en el peor de los casos están corrompidas y son cómplices de los criminales. El caso de Michoacán, el del Estado de México y ahora el de Guerrero, tienen un común denominador: Es la policía, estúpido.  

Primer Informe

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Como realmente tiene poco que informar, vale aplaudir al gobernador del Estado de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid, la decisión de modificar el formato de su Primer Informe, “para ahorrar gastos innecesarios en un acto político”, sobre todo después de que su proceso de transición el año pasado, nos costó a los bajacalifornianos 1.5 millones de pesos. Evidentemente, de todos modos gastará varios millones en la emisión grabada -por radio y televisión, internet y redes sociales-, pero como no existe obligación legal, aunque lo del ahorro sea relativo, eliminar el besamanos ha sido tal vez la mejor idea en lo que va de su gestión. Entre lo positivo, también es necesario recordar las primeras promesas que Vega cumplió, aunque los resultados hayan sido relativos. Uno, la reducción de 20 por ciento a los sueldos de funcionarios de primer y segundo nivel, al final, al único que se le comprimió un 21% fue al secretario de Finanzas, la reducción del gobernador fue solo del 17% y, en el caso de otros secretarios, del 8 al 14%. Además, la partida de Servicios Personales se incrementó en un 33%,  aumentaron el importe de los gastos en remuneraciones, bonos, celulares, telefonía, comidas, cafetería, agua, hielo; también los sueldos tabulares de confianza  y los “Honorarios Asimilables a Salarios” de asesores y consultores, este último en un 236%. A ello hay que sumar el endeudamiento por un crédito de 2 mil 885 millones que se asignaron para proyectos productivos y saneamiento del Estado, que pagará con las participaciones federales comprometiendo el erario hasta el año 2034. Y dos, la recuperación de cartera vencida con la cancelación de adeudos de agua. El programa “Borrón y Cuenta Nueva” se realizó del 5 de febrero al 16 de mayo de 2014 en Mexicali y Tijuana, pero quedaron pendientes de cobrar 200 millones de pesos de deudores que no respondieron al llamado. El Ejecutivo estatal también prometió que todas las escuelas públicas serían de primer nivel, la secretaria de Educación, Rosario Rodríguez, agregó que esto se promovería en el ciclo 2013-2014, y actualmente decenas de escuelas y /o salones, cumplen cinco semanas sin clases, les deben más de 200 millones de pesos a maestros interinos y el compromiso de cursos de inglés y computación ha alcanzado solo a algunos planteles. Sí asignaron 59 millones de pesos para las Organizaciones Ciudadanas Civiles, pero pulverizaron el apoyo, a la mayoría les dieron entre 5 mil y 10 mil pesos que apenas les sirven para pagar algunos recibos de luz. De “… la creación de un programa integral de desarrollo social que incluya los esfuerzos de los tres órdenes de gobierno y de los organismos de la sociedad civil para apoyar de manera más eficiente a quienes menos tienen”, nada, porque Ricardo Magaña, su secretario de Desarrollo Social, se da el lujo de no recibir a los delegados federales porque no le gustó el hecho de que la Federación intente etiquetar todos los recursos desde México.  En sus primeras palabras como gobernador, Francisco Vega de Lamadrid expresó que en seguridad reforzaría el Mando Único, pero después respondió a los representantes de la sociedad organizada que no podía, porque no era constitucional. De ese discurso, tampoco ha eliminado el cobro en el transporte público para los estudiantes, mediante un subsidio gubernamental. No rescató económicamente a los ayuntamientos como dijo, aunque los apoyó en lo poco que pudo. Luego redujeron la inversión en infraestructura para 2014, llegó septiembre y la mayoría de las obras ni siquiera han iniciado. En cuanto a la transferencia de funciones operativas a la Procuraduría de Justicia y la elección del procurador por plebiscito, el mandatario aún no inicia trámites.  De los avances en la Lotería Estatal, nada, propuesta olvidada. Ya veremos en el Informe qué hizo con los programas que son de mera continuidad como becas estudiantiles, escuela de tiempo completo, estancias infantiles, seguro de desempleo (en Ley desde 2011), y el número de personas con capacidades diferentes que el gobierno ha empleado. Lo que sí cumplieron fue la reducción del presupuesto del Congreso del Estado, la propuesta del gobernador eran menos 400 millones, la inicial de los diputados fue bajarle 300 millones y destinarlos a inversión social, pero no aceptaron. Al final el ahorro fue de 140 millones de pesos, pero todavía se gastan más de 550 millones al año. Eso sí, no ha habido incremento de impuestos estatales y, aunque Vega no ha conseguido soluciones en el tema de las tarifas eléctricas para Baja California, lo que sí le concedió el Gobierno Federal fue la continuidad de los subsidios para el verano hasta 2016. En cuanto a la homologación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y sus efectos, tampoco ha podido hacer gran cosa, mientras la economía bajacaliforniana sigue en picada. Para aprendizaje sobra con un año, ahora solo queda esperar que en el dichoso Primer Informe de Gobierno, esta vez sí marque un nuevo rumbo y propuestas conectadas con el Presupuesto de Egresos 2015, que permitan visualizar y concretar los avances económicos, sociales, de infraestructura  y seguridad que exige Baja California. Y que el dinero de la Federación no tarde otra vez más de nueve meses en llegar, con todo y las decenas de viajes del gobernador y su equipo a la Ciudad de México.

Mi última columna

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Como a cualquier ser humano, llega el momento del adiós. El final de la vida terrenal y profesional es una ley de la naturaleza que no se puede evitar. Sin embargo, la pasión por el toro nunca muere. Cuando Ustedes estén leyendo esta columna, yo estaré desde otro plano apoyando la Fiesta Brava con el mismo entusiasmo de siempre. A todos Ustedes,  los conocedores, aficionados  y villamelones, también les pido que continúen  apoyando la Fiesta para que no desaparezca. Vayan a las plazas, disfruten las corridas de toros, pero no apoyen las orejas regaladas, esas no benefician a los matadores y denigran la Plaza que las otorga. En ese lugar, en el que sabemos no existe dolor ni tiempo, sino paz y tranquilidad, escucharé pases dobles, la música para el alma y para el oído del corazón. Intercambiaré opiniones con muchos toreros: Carlos Arruza, Manolo Martínez, Currito Rivera, Antonio Lomelín, Alfredo Leal y Mariano Ramos, por mencionar a algunas figuras. Saciaré muchas dudas, pues a algunos otros no tuve la fortuna de entrevistar en vida. Los Tres Mosqueteros La Camarga es el lugar donde, según los franceses, pastó el ganado que dio origen a los toros bravos. Quién sabe si, siendo verdaderas figuras del florete y espada, Los Mosqueteros hayan hecho sus pininos con algunos toros de ahí,  porque no debemos olvidar que eran grandes estoqueadores que metían el acero hasta la cruz. Los Tres Mosqueteros siempre se distinguieron por su valor, arrojo, entusiasmo y grandes cualidades de hombres intrépidos al servicio del rey, posteriormente cambiaron de parecer y se colocaron al servicio de la reina. Recordando la teoría de los tiempos y las máquinas de rodar de los años, esos Mosqueteros aparecieron tres siglos después en la Plaza Monumental México. En 1948, Alfonso Cardenal Richeliu Gaona presentó a Los Tres Mosqueteros: Manuel Capetillo (Athos), originario de Guadalajara, Jalisco, nació el 15 de abril de 1926 y se presentó en la Plaza México en 1948, precedido de fama en el manejo con mucha elegancia y clase con el capote. En su debut no defraudó su fama de artista del primer tercio, buen torero con un sello muy personal, toreaba muy largo, no solo teniendo en cuenta sus brazos y altura. Hacía que la gente disfrutara más por el tiempo que los pases tardaban en darse, principalmente por el lado derecho. Aceptable estoqueador, durante muchos años encabezó importantes carteles en México, pero no tuvo la fortuna de refrendar en España. Rafael Rodríguez (Porthos), el segundo Mosquetero, triunfó en más de cuatro ocasiones seguidas en la Monumental México. Era un matador que impactaba, con mucha verdad, muy valiente, discutido porque toreaba de un modo encimista por lo cerca que se lo pasaba, eso desde luego resta plasticidad y arte en los muletazos, y muchas veces ahogaba a los toros, sin embargo, daba una gran impresión. “El Volcán” de Aguascalientes tampoco tuvo éxito en España, y en México disfrutaba de afortunado cartel, logrando cortar once rabos en la Plaza México. El tercer Mosquetero, Jesús Córdoba (Aramis), nació en Kansas, Estados Unidos, en 1927. Se presentó como novillero en la Plaza México en 1948, fue un torero muy clásico, vertical, muy serio, con sobrado oficio. Tenía un defecto, el de ser muy frío. En México no tuvo éxito, solamente en España, donde en una temporada sumó las 40 corridas muy elogiados por la crítica de aquel país y su triunfo en Madrid, el 29 de septiembre de 1957. En plena campaña de 1948, Los Mosqueteros aparecen como una avalancha, arrollándolo todo, pero Paco Ortiz, que no se llamaban así, sino Justino Francisco Hernández, debutó el 4 de julio de 1948 y obtiene un gran triunfo; sin embargo, fue un torero de rápido paso, como estrella fugaz. Nacido el 4 de octubre de 1928 y avasallador de multitudes, dominó la psicología de masas. No se ha registrado en la historia de la Plaza México un novillero que haya abarrotado a toda su capacidad y hacer colgar en las taquillas el letrero de “no hay boletos”. Era de estatura bastante baja, pero todo lo tenía a su favor, no dejándose ganar la pelea por nadie. Un torero muy vistoso en los tres tercios, que toreaba mucho con los pies juntos, tenía inventiva con pases de rodillas, cambios de muleta: riverinas, arruzinas, además de los pases fundamentales. Sus favoritas fueron las Manoletinas, por lo cerca que se pasaban los toros, además, fue un buen matador que se entregaba con mucha verdad en la suerte suprema, donde recibió dos de sus principales cornadas. Toreaba con el corazón primero que con la muleta. El 13 de noviembre de 1949, toreando un novillo de La Laguna, de nombre “Fanfarrón”, armó un verdadero escándalo, tanto, que uno de los espectadores cayó muerto de un infarto por la emoción, eso ocasionaba Ortiz. En una misma enfermería estuvo un aficionado muerto, y del otro, el matador que estaba siendo intervenido por una grave cornada que le infirió ese mismo toro. Estuvo en la cúspide de 1948 a 1949, y tomó la alternativa en enero de 1950. En tal cartel lo acompañaron Los Tres Mosqueteros. El 17 de abril de 1952, recibió otra cornada, regresa a la Plaza México el 7 de octubre de 1957 y, al domingo siguiente, recibió otra grave cornada, una de las cuales lo hicieron una estrella fugaz,  dado que resintió el castigo que en tan poco tiempo le dieron los toros. Y se dice que el valor se va por la sangre. Se casó a los 32 años con Gloria Madrid y procreó siete hijos, uno de los cuales siguió la carrera taurina y llegó a matador, con el nombre de “Curro” Madrid. Paco Ortiz vio cristalizado su sueño de construir en su tierra, Apan, Hidalgo, una plaza de toros, inaugurada con un mano a mano con Manolo Martínez y Curro Rivera, y un festival con Los Tres Mosqueteros. La plaza lleva su nombre y, tanto él como sus hijos, organizaban corridas y novilladas. Falleció en Pachuca en 1984. Lectores, amigos y detractores, agradezco su incondicional interés en mis notas, incómodas para algunos, pero siempre justificadas por el bien de la Tauromaquia, la cual disfruté hasta el último momento de mi vida. Tengan por seguro que cada uno de Ustedes  siempre estuvo  presente en mis pensamientos. Martha Millán falleció el jueves 18 de septiembre en Tijuana, Baja California. QEPD.

El Gobernador de los cielos

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Francisco Vega de Lamadrid, inició su gobierno en Baja California el 1 de noviembre de 2013. De entonces a la fecha, pocas acciones contundentes ha iniciado, avanzado y concluido. De hecho ¿cuál le viene a la mente? Exacto, ninguna. Acaso su esposa en el DIF concluyó –póngale como le pongan y haya sido de dónde haya sido el dinero– su colecta de más de 120 millones de pesos para entregarlos a Televisa y construyan acá un Centro de Rehabilitación Integral Teletón. Fuera de eso hay muy poco que contar que no sean planes, proyectos ejecutivos, promesas, y el borrón y cuenta nueva que en la Comisión Estatal de Servicios Públicos, costó más de lo que benefició. Vega se la ha pasado en el aire. Volando en avión privado, del gobierno y en aerolíneas comerciales dependiendo de cuál sea el destino. Mayormente acude a la Ciudad de México para entrevistarse con subsecretarios y directores del Gobierno Federal, tomarse la foto con Secretarios de Estado y “cabildear” más recursos para Baja California, que adolece de la crisis económica provocada en gran parte, por el incremento del IVA al 16 por ciento. También ha viajado a los informes de otros Gobernadores en el País. Y a cada una de las presentaciones magnas que organiza el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para dar a conocer el arranque de sus programas, de las policías, de las “reformas transformadoras”, e informes presidenciales. De gira al extranjero hace unos meses se fue a abrir una oficina del Gobierno de Baja California a Inglaterra, y a una expo aeroespacial a Francia. Hoy día, el mandatario bajacaliforniano se encuentra viajando por Asia. Efectivamente surcará de nueva cuenta los cielos para visitar Singapur, Corea del Sur, Japón y Taiwán. Según el Secretario de Desarrollo Económico, Carlo Bonfante, éste será el viaje de cierre del año de Vega, para promocionar el estado en el Oriente. Diez días durará el viajecito del Gobernador –siete días hábiles informan los quisquillosos funcionarios sin contar el tiempo de vuelo de ida y vuelta– y la idea es, ya sabe, traer inversiones. Pero resulta que de los muchísimos viajes del Gobernador, todos son para traer algo que dicen que traen pero que no se ve llegar. Inversiones, empleos, empresas, dinero. El Gobierno Federal parece que le dice que sí pero no le dice cuándo, de hecho los recursos federales para estado y municipio se han rezagado, y los que iban a llegar en agosto es hora que no aterrizan – ¿Vendrán en vuelo diferente al del Gobernador? El Gobernador viajero, el Gobernador del aire, o el Gobernador de los cielos, como guste llamarle, regresará a Baja California por ahí la última semana de septiembre y en octubre es su primer informe de Gobierno. Los Secretarios de su gabinete que se fueron con él, pues no trabajarán mucho en el informe, y los que se quedaron lo harán por su cuenta. ¿Qué informará el Gobernador? Quién sabe, porque de obras hay muchos planes, muchos proyectos, muchas en presupuesto, pocas iniciadas y mínimas concluidas. De mejoras en las condiciones de vida de los bajacalifornianos los reportes no son halagüeños. Ahí está el estudio del Colegio de la Frontera Norte, publicado en ZETA hace dos ediciones y donde nos pintan la realidad tal cual es: no hay dinero, disminuyeron las ventas y se evaporaron los ahorros. Los empleos según el COLEF y el Seguro Social no han incrementado y los datos duros es que la canasta básica aumentó más de 300 pesos en Tijuana y más de 400 en Mexicali. Lo que sí aumentó el Gobernador en estos meses, fue la deuda pública. Los bajacalifornianos gracias a las acciones de Vega y su secretario de Planeación, vieron crecer la deuda en mil 300 millones de pesos, de los 2 mil que el Congreso del Estado solícito, le autorizó a endeudarse. Además ya adelantan que para 2015 solicitarán otras líneas de crédito para salir del bache financiero en el que se encuentran. El caso es que el para “convencer” a los diputados les dijeron que habían recibido una administración muy minada, afectada en términos económicos y que requerían de créditos para salir adelante, pero en 2015 no podrán echarle la culpa al anterior gobierno, porque ya se les dieron 2 mil millones de pesos de crédito y según el Gobernador trajo mucho dinero de fondos federales y mucha inversión de sus giras por el extranjero, entonces ¿cuál será la justificación para seguir endeudándose? En materia de seguridad, o inseguridad como es el caso, nunca se había visto tanta descoordinación del Gobierno del Estado con las autoridades Federales y las Municipales. La Procuradora del Gobernador es la última en enterarse de las detenciones de los Militares de narcotraficantes locales y cuando la buscan para las órdenes de aprehensión nada tiene. La Gendarmería de Peña le cayó de sorpresa al Gobernador y a los Alcaldes. Vega de Lamadrid no se mete al tema de la inseguridad, no habla de los altos índices en la comisión de delitos, y por supuesto no declara sobre las decenas de ejecutados que cada semana ocurren particularmente en Tijuana, Mexicali y Rosarito. ¿Qué va a informar el Gobernador? Cuando regrese de su viaje, donde piensa ganarle inversiones a regiones con mayor infraestructura y mejores incentivos como Monterrey y El Bajío, de países más avanzados en términos de servicios, de tecnología y ciencia, que Baja California. Cuando regrese surcado los cielos, quizás entonces, sabremos qué informará. Por lo pronto, nos toca apechugar con la realidad bajacaliforniana, pobreza, crisis económica, alza en la inseguridad, desempleo, adicciones, falta de infraestructura, de carreteras y servicios, y de un manejo de la política interna que nos lleve mínimo, a pensar que algo bien están haciendo. ¿No?

No hay ley, pero hay María

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La propuesta migratoria del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, -a grandes rasgos oficializar a millones de indocumentados- está atorada y parece ser que así seguirá. Aprobada en el Senado, la reforma de Obama no fue abordada por los Congresistas; mientras los republicanos no confían en el demócrata mandatario, tienen sus prejuicios para ciudadanizar a los indocumentados que no tengan –entre otros requisitos- antecedentes criminales, penales. Independientes –por el momento- las cámaras legislativas de los Estados Unidos a la política de su presidente, de no aprobarse la reforma migratoria de Obama antes que la actual legislatura abandone el poder –el 4 de noviembre de 2014 se renovará la Cámara de Representantes donde actualmente los Republicanos tienen 233 asientos, y los demócratas 199- el documento caducaría, y sería necesario que en la siguiente legislatura se elaborara una nueva propuesta. Es evidente que Enrique Peña Nieto, el presidente de México, también está consiente que el tema no dará para más en la Unión Americana, pues no hay otra manera de explicar que en su estancia, presencia y palabras en la Organización de las Naciones Unidas, se haya quedado calladito en el tema de la reforma migratoria en los Estados Unidos que tanto beneficiaría a millones de mexicanos en aquel país, y cosa curiosa le entrara a la defensa de los pueblos indígenas en todo el mundo no nada más en México. Hace unos días en este contexto, el Presidente de los Estados Unidos envío a la Cámara de su país la nominación de María Echaveste para ser nombrada Embajadora de aquel país en México, en sustitución del actual encargado de la diplomacia norteamericana, Anthony Wayne. El suceso no llamaría la atención sino fuera por tres cuestiones: 1.- Se trata de una mujer, con lo que sería la primera ocasión que en México la representación de la Unión Americana recaiga en manos de una dama. <p>2.- Se llama María, un nombre vaya, de mucha tradición en países de habla hispana, particularmente en México. 3.- Es de ascendencia mexicana. María es en efecto, hija de padres mexicanos. Los suyos emigraron a los Estados Unidos cuando como a muchos connacionales, las oportunidades en este lado de la frontera se les acabaron. Ella nació en Texas, pero sus padres se mudaron a California unos años después donde María estudió Antropología en la Universidad de Stanford, Derecho en la Universidad de Berkeley y se convirtió en litigante en Los Ángeles y posteriormente en Nueva York. La hija de padres mexicanos y con 60 años de edad, representa más la política del ex Presidente Bill Clinton que la de Barack Obama. Por eso hay quienes piensan que su nominación para ser Embajadora en México es para abrir el camino al voto –entre la comunidad mexicana e hispana- para Hillary Clinton en el 2016. Con Bill Clinton primero fue asesora y después jefa de la oficina del Presidente. Obvio, María Echaveste es una de las latinas más reconocidas, influyentes y poderosas de los Estados Unidos. Pero aparte de prepararle o no, el camino a Hillary Clinton para el 2016, el nombramiento de María en México tiene otras lecturas. Por ejemplo, enviar a la hija de migrantes mexicanos a la Embajada de México, para vender el interés en el tema, haya o no en la Cámara de Representantes discusión y votación de la reforma migratoria. Otra, enviarle al Presidente Enrique Peña Nieto, al “salvador de México”, una diplomática con un marco referencial crudo y actual de lo que significa la vivencia –la de sus padres- de abandonar el país por la falta de oportunidad de desarrollo económico, social y político. También se puede leer como el inicio de una nueva relación diplomática entre los Estados Unidos y México, solo comparable con lo que en el servicio diplomático de la Unión Americana llaman “Las tres íes”, que un experto me lo explicó así: “Un Embajador de los Estados Unidos en Irlanda, Italia e Israel, debe tener raíces en esos países para poder ser nombrado, nominado y aceptado como tal”. La justificación es que las raíces de sangre de Irlanda, Italia e Israel en los Estados Unidos pesan mucho en la integración de la sociedad norteamericana, además que esos países contribuyen a partir de su migración al crecimiento de ambas naciones. Nombrar un Embajador –Embajadora en este caso- en México con raíces mexicanas, podría ubicar a México como el cuarto país al que le conceden ese beneficio no escrito en la diplomacia norteamericana, pero que se interpreta como una coordinación bilateral más que una representación de un país dentro de otro. Enviar a la hija de unos mexicanos que emigraron a los Estados Unidos, como Embajadora a México, es el símbolo que la reforma migratoria de Obama no pasará en el corto plazo. Es la estrategia para decirle a los mexicanos que son considerados pero que no es para tanto. Y Peña lo sabe, por eso habla de los derechos de los indígenas y no de los derechos de los migrantes en las Naciones Unidas. Falta que la nominación de María Echaveste sea aprobada para iniciar el nuevo capítulo entre las relaciones diplomáticas de los Estados Unidos y México… y a ver cómo les va a los connacionales en aquel país. Y a las autoridades mexicanas en este.

Sin prevención

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En medio de la insalubridad, la destrucción, la desesperación y la inseguridad que imperan en Baja California Sur, el súper Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong habló por teléfono con Joaquín López Dóriga en televisión nacional la noche del miércoles 17 de septiembre para asegurar que ya iniciaron las labores de reconstrucción, y que todo está bien en el extremo sur de una península devastada por el huracán Odile. Otra vez el gobierno federal pretende resolver con discursos huecos otro desastre nacional, como ha pasado con el desbarranco del poder adquisitivo, el narcotráfico que sigue su sangrienta expansión en México, o, para poner un ejemplo muy similar, los estragos provocados por los huracanes Manuel e Ingrid en Acapulco el año pasado, de los que aún los pobladores afectados no se han recuperado. Según los dichos de Osorio, el gobierno federal que encabeza Enrique Peña Nieto aprendió de los errores en Guerrero 2013 y ahora actuó con mayor prontitud. Como ejemplo el señor secretario se remitió a los números. Dijo que en cuanto a los turistas, mientras el año pasado en las primeras 48 solo se rescató a 500 de la zona siniestrada, esta vez pusieron a salvo a más de 5 mil viajeros en el mismo espacio de tiempo. Sin embargo, el secretario está faltando a la verdad, o por lo menos está evadiendo ser preciso, porque la realidad es que las autoridades pudieron haber hecho más y han sido esos mismos paseantes convertidos en damnificados temporales quienes han hecho los justos reclamos ante la incapacidad federal. Con sus testimonios, muchos turistas, al arribar a Baja California, aseguraron haber pedido información para abandonar el estado el domingo 15 de septiembre, cuando las autoridades ya sabían que el fenómeno meteorológico tocaría tierra en la noche. La respuesta oficial fue que todo estaría bien. A la par meteorólogos locales empezaron a informar en las redes sociales la gravedad del desastre que se avecinaba entre las 11 de la noche del sábado 13 y la una de la mañana del 15 de septiembre, anuncio que la Conagua hizo oficial hasta el domingo cerca del mediodía. El asunto es que mientras la compañía de teléfonos enviaba a sus técnicos previendo la caída de los sistemas, en tanto, los gobiernos locales evacuaban zonas de riesgo, suspendían clases y la ceremonia del grito. Esto significa que el gobierno federal supo durante más de 24 horas de la catástrofe que se aproximaba y no tomó las debidas precauciones, mandando personal para anticipar los estragos del fenómeno. No envió con tiempo soldados y marinos para prevenir la violencia y ayudar a los damnificados, tampoco a gente de Pemex o de la Comisión de Electricidad para que agilizara la reinstalación de los servicios, o personal que pudiera apoyar en la restitución de los servicios de agua. Como en 2013, mientras Acapulco era abatido por el diluvio, a un año de esa tragedia y en la antesala de Odile el Presidente mexicano decidió el domingo protagonizar la ceremonia del grito, el lunes estuvo en el desfile, y al día siguiente pidió permiso al Senado de la República para salir del país del 19 al 25 de septiembre al debate general del 69 período ordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, Estados Unidos. Así de preocupado está por los sudcalifornianos. Cierto, con el súper Secretario plenipotenciario Osorio Chong pareciera –conste, pareciera– que poco o nada es lo que hace el licenciado Enrique Peña para gobernar el país. También es verdad que el gabinete realiza un esfuerzo titánico por separar la imagen de titular del poder ejecutivo de las noticias desagradables que ya son cotidianas en México, entre las cuales está el basurero en que quedaron convertidos los municipios sudcalifornianos a principios de esta semana. Los sudcalifornianos –no solo los turistas– enfrentan el peor desastre de su vida, y requieren acciones, soluciones, no verborrea presidencial. O como dijo el gobernador Marcos Covarrubias, “Baja California Sur merece el respeto y el esfuerzo de todas las instituciones de gobierno para enfrentar la situación de emergencia que vive en estos momentos”. Al momento los comercios de La Paz y Los Cabos ya fueron saqueados por una turba al parecer incontrolable, aunque finalmente la federación anunció que enviaría elementos de las fuerzas armadas; y justo cuando líderes gasolineros afirman que solo queda combustible en 7 establecimientos, Pemex boletinó que el abasto está asegurado, y mientras los empresarios no empiezan a contabilizar siquiera los daños, la secretaria de economía y Hacienda ya anunció –otra vez palabra– que se otorgarán créditos y facilidades, aunque se ahorran el cómo, el cuándo y el cuánto.  De la luz y el agua aún no se ve claro, ni siquiera hay compromisos específicos del gobierno en cuanto a tiempos, además, sin haber terminado de revisar las zonas siniestradas –porque el Gobernador ya reconoció que hay puntos a donde no han llegado– el Presidente se adelantó a decir que hay saldo blanco, sin haber, siquiera, explorado la vasta zona rural que ante la estrecha mirada del gobierno federal parece no existir en Baja California Sur. Ahora, lo que resta es esperar para ver si las promesas de apoyar económicamente la reconstrucción se concretan, o si termina sucediendo lo mismo que pasa cada año con los recursos federales: el dinero prometido y comprometido en diciembre, llega a los estados hasta octubre del año siguiente. Para entonces Baja California Sur ya estaría enfrentando el cierre de la temporada de huracanes 2015, quizás sin haberse recuperado del todo de un Odile muy anunciado.

Alfredo Leal

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Alfredo Leal nació el 19 de mayo de 1930, y murió el 2 de octubre de 2003 por complicaciones cardiovasculares. Sus últimos días los pasó entre su casa del Distrito Federal y su rancho en Santa Elena, Guanajuato. Un Día de Reyes le dieron de regalo una carretilla, improvisaron capotes, muletas y empezaron a organizar corridas en la colonia Roma. Con ese dinero, 10 centavos en sombra y 5 en sol, ya tenían para comprar boleto para esa tarde en El Toreo. Leal fue un torero con gran clase y escuela. No se puede cambiar el pase por la espalda en el centro del ruedo sin imaginar su alta, espigada, estética figura. Sus conocimientos de la lidia y su marcada personalidad lo hicieron sobresalir. Habiendo toreado solo vacas en el campo, pero con gran decisión, Alfredo debutó en 1948, el Rancho de “El Charro” en el Distrito Federal, en compañía de Paco Ortiz y Roberto Subersa. Ese año se presentó en la Plaza México, el 18 de julio, lidiando novillos de Jesús Cabrera. Realizó el paseíllo con “Tacho” Campos y Alfonso Pedroza, la empresa lo repitió. Entonces “Tintorero”, de La Punta, le infirió tres cornadas graves. Su carrera entró en un compás de espera que se rompe en 1952, cuando durante la temporada chica capitalina, torea casi diez novilladas y se proyecta a una alternativa desairada. Por la falta de contratos, Alfredo Leal renunció a la alternativa en 1953 y viajó a España, donde toreó ocho novilladas, antes de debutar en Las Ventas el 23 de agosto. A la siguiente semana volvió a ese coso por recomendación de Andrés Gago, Leal era apoderado por Mariano Ramírez “El Exquisito”; esa relación de apoderamiento duró poco y tomó una más en Sevilla el 18 de abril de 1954, su padrino fue Cayetano Ordóñez e Hijo de La Palma, atestiguando Manuel Carmona. El toro de la ceremonia se llamó “Dadivoso”, de la ganadería de Tomás Prieto de la Cal. Confirmó el doctorado en Madrid el 25 de abril de 1954,  le cedió los trastos el Niño de La Palma, atestiguando Jerónimo Pimentel. Su primer toro fue “Encendedor”, de Montalvo. Al romperse el convenio taurino entre México y España, Alfredo Leal regresó para confirmar la alternativa el 11 de marzo de 1956, el padrino: Alfonso Ramírez “El Calesero”, y el testigo Luis Miguel. Dominguín le cedió a “Campanero” de Rancho Seco. Los años subsecuentes fueron de éxito. En 1962 se encumbró en El Toreo, con “Tejón”, de Mariano Ramírez, le cortó el rabo.  A ese trasteo se le cataloga como inmortal para los aficionados de la vieja guardia. Leal regresó a España firmado por Casa Chopera, para actuar en 21 tardes, tres en la Feria de San Isidro. En las postrimerías de 1970, alternó con “Palomo” Linares y Manuel Benítez  “El Cordobés” durante 28 corridas que pudieron ser más que un ejemplar en Tijuana. Lo corneó, pero lo obligaron a continuar. Se le fue vivo un toro, definitivamente entró en pánico y de ahí se armó una gran trifulca, con lluvia de cojines y de malas palabras. Alfredo Leal siguió activo hasta medianos de 1980, y en 1985 recorrió sus últimos pasajes. Fue presidente de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos de 1992 a 1996. En sus últimas declaraciones, Alfredo Leal apuntaría que los ganaderos tienen que trabajar muy duro para elevar la bravura y la casta del toro. La bravura se tiene que sacar de donde sea, la solución es poner la bravura donde no existe, no importa de donde venga. Hay muchos ganaderos que por orgullo no lo admiten, pero salen al ruedo muchos toros mansos. También habló de que “Zotoluco” tenía su carrera hecha en México, forjándose en España y encontrando una sólida posición de capacidad experiencia, sitio y nombre. Es el torero más constante que tenemos por ahora y va a mantenerse ahí por un buen tiempo. arruzina@gmail.com

Murió o no murió… he ahí el dilema

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La versión primera salió de Sinaloa aunque los hechos se sucedieron –asegún– en Jalisco. Al final de la primera semana de junio se reportó que el narcotraficante Juan José Esparragoza “El Azul”, capo de capos que sobrevivió prófugo al encarcelamiento de Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo, la muerte de Amado Carrillo, las dos detenciones de Joaquín “El Chapo” Guzmán, la muerte de Ramón y la captura de Benjamín Arellano Félix, la caída de Héctor “El Güero” Palma, y otras y otras generaciones de narcotraficantes, había muerto en una sala quirúrgica de algún hospital de Zapopan, Jalisco. Ni la Procuraduría General de la República, ni la Secretaría de Gobernación, validaron la información. Periodistas independientes de Sinaloa, particularmente del semanario Ríodoce, realizaron investigaciones con fuentes oficiales y extraoficiales, y publicaron que, en efecto, “El Azul” estaba muerto. Escurridizo a más no poder, rico hasta la grosería y criminal financiero de los principales y más violentos cárteles de México desde inicios de los ochentas hasta la fecha, Esparragoza Moreno siempre ha actuado como si no existiera. No se le ha visto, ni se tienen fotografías de actualidad para conocer su imagen física. El narcotraficante que posee una cantidad importante de terrenos y propiedades no solo en Jalisco sino en Baja California –donde por cierto quienes fueron inscritos como sus apoderados legales, los abogados José María Terrazas Moreno y Francisco Rubio Cárdenas, llevan una vida social y altruista en Tijuana– ha sido el benefactor de otras estructuras criminales, ha pagado pleitos privados y enriquecido a unos cuantos que se dice, los conocieron en la juventud por allá de los años setenta. Hace unos días al periódico Reforma de la Ciudad de México le fue remitido un video de la clínica privada donde presuntamente se atendió el capo Esparragoza en Guadalajara. En las imágenes se ve a un hombre ciertamente con las características de “El Azul”, ancho de carnes, moreno claro, bigotón y medio alto. Cubierta su cabeza con una gorra beisbolera se ve un hombre menor de los 65 años que oficialmente dicen que tiene. Bueno, pues como no fue confirmada por la autoridad correspondiente (dirían en los partes oficiales) la muerte de “El Azul”, se debe asumir que sigue vivo. Pero en esas estábamos cuando un hijo desconocido –ni él ni su madre aparecen en los organigramas familiares que en Estados Unidos y en México tienen sobre el narcotraficante– fue aprehendido. Juan José Esparragoza Jiménez “El Cora”, fue detenido el 20 de agosto en Culiacán, Sinaloa. De sus primeras declaraciones, acaso la única, pues luego se reservó el derecho a hablar, fue precisamente, que su padre había muerto. No dijo “dice mi papá que les diga que sí murió”, pero es lo mismo a darle validez a la declaración de un criminal. Las fotografías que revela el diario Reforma son parte de un expediente judicial, donde se indica que “El Azul” podría haber visitado, en efecto el Hospital, pero que no necesariamente se haya internado, sino que llegó, estuvo y se retiró. El mismo legajo judicial anota que el hijo desconocido declaró que sí, que su papá había muerto, pero en un accidente y en la Ciudad de México. Los agentes federales investigaron las muertes que habrían sucedido en el Hospital Real de San José en Zapopan, Jalisco, pero resultó que no hubo ninguna. Claro que de tontos dicen que sí hubo un muerto y que se trató de “El Azul”, pero vaya, los federales les creyeron y la teoría de la muerte del capo no ha sido confirmada. De hecho en las imágenes de los videos de vigilancia del hospital, los agentes encontraron a este hombre que le digo, pero un día después que extraoficialmente había muerto el capo, lo cual abonaría a la hipótesis de que no está muerto sino que se hace, para evadir más fácilmente a la justicia que a veces le persigue y a veces no. Estas nuevas imágenes publicadas en el diario defeño, dan un leve sustento para creer que el narcotraficante está vivo. Lo otro, es que a diferencia de las semanas posteriores a la detención de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, en el caso de ser cierta la muerte de “El Azul”, no ha habido actos de violencia, reacomodos y vendettas que indiquen la pelea por el poder en el ala financiera del cártel de Sinaloa. Es decir, su ausencia en el mundo criminal, ni se ve ni se nota. Aquí las “nuevas” fotos de “El Azul”. ¿Es, o no es? Ahí el dilema. Aunque quienes en Tijuana le conocen, pues, podrían aclararnos la duda. ¿No?

De la tragedia a los vivas

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Es increíble que en la segunda década del Siglo XXI, con los avances tecnológicos que tenemos, la era de la comunicación digital y la telefonía celular, los sistemas mexicanos sean tan vulnerables. Desde el domingo y todavía el martes, cientos de miles de personas que residen en los cinco municipios de Baja California Sur, estaban incomunicados. Sin energía, sin agua, sin telefonía celular o cualquier tipo de comunicación, con las carreteras deshechas, los aeropuertos severamente destruidos, sin gasolina y en algunos casos sin hogar ni vehículos para emprender el camino de la supervivencia. A propósito de la llegada terrible del Huracán Odile que el domingo 14 de septiembre por la noche tocó tierra sudcaliforniana en una categoría tres, los mexicanos vivimos nuestra vulnerabilidad. Con todo y que el Gobierno del Estado de Baja California Sur, con Marcos Covarrubias a la cabeza, y las representaciones federales de Protección Civil, Comisión Nacional del Agua, y autoridades de los cinco ayuntamientos, tomar precauciones abriendo albergues, evacuando zonas de alto riesgo y haciendo un llamado a la ciudadanía a proteger sus viviendas, los daños son catastróficos. Con la poca información que fluye, dado que más del noventa por ciento de la población se quedó sin energía eléctrica el domingo por la tarde en los cinco municipios, y varias antes de telefonía celular y de radiodifusoras fueron derribadas por los vientos de más de 275 kilómetros por hora, los damnificados se cuentan arriba de los 15 mil al primer día sin fuertes vientos, y ya con el Huracán Odile convertido en tormenta tropical. Corresponsales de periódicos, radiodifusoras y televisoras se quedaron varados en hoteles, bodegas y oficinas, sin energía para recargar sus equipos y sin señal telefónica para comunicarse con los suyos y con sus medios. Los reporteros de ZETA estuvieron transmitiendo información hasta el lunes a las 5:30 de la tarde cuando se perdió comunicación con ellos. Afortunadamente no se habla aún de víctimas fatales. Sí de daños por el momento incuantificables. Hoteles inundados y destruidos. Negocios sin ventanas ni puertas, decenas de postes derrumbados, condominios que fueron desmantelados, automóviles volteados que los fuertes vientos llevaron de un lado a otro y palmas y árboles derruidos. Con la incomunicación llegó el saqueo. Muchos perdieron lo que tenían por inundaciones y vientos y tomaron lo que había. Las gasolineras perdieron máquinas expendedoras y toldos. Todo inició el domingo 14 de septiembre y las autoridades locales con el apoyo de Protección Civil y la Conagua, entre otras, comenzaron la alerta. Pero el daño en Baja California Sur, la tragedia de Odile no afectó la celebración del grito de independencia en la Ciudad de México. De hecho el Presidente Enrique Peña Nieto se quedó en el Distrito Federal hasta la tarde del martes 16 de septiembre a presenciar el desfile militar y después de ello viajó a la zona afectada. Así la tarde del martes llegó el Presidente, el Secretario de la Defensa, el de Gobernación y el de Hacienda entre otros. Las imágenes que debieron encontrarse son dolorosas, la recuperación apenas iniciará, y en los siguientes días se podrán cuantificar los daños y afectaciones tanto de la infraestructura como del recurso material. De los 30 mil turistas, la gran mayoría extranjeros, muchos han iniciado el despegue a partir de la activación de rutas aéreas con aviones principalmente de las Fuerzas Armadas y de aerolíneas comerciales, que los llevan a Tijuana, Guadalajara o Ciudad de México. Ni con todo el recurso, ni con toda la infraestructura en telecomunicaciones, los sudcalifornianos se salvaron de los efectos de Odile. Vulnerados, empequeñecidos ante el fenómeno natural, están incomunicados. La presidencia de la República reaccionó dos días después con todo y la avanzada de delegados federales. Ciertamente un huracán es un fenómeno climatológico que no hay poder humano que lo detenga, ciertamente tomar precauciones es lo único que se puede hacer, pero estando Baja California Sur como muchas otras ciudades costeras de México, en zona de huracanes, la preparación de protocolos y planes federales para actuar en lo inmediato, deberían ser más eficientes. No es por ser aguafiestas, de hecho no es necesario cancelar las fiestas, pero sí tener un poquito más de respeto para esa parte de la población que no tenía ni manera, ni ánimos, ni oportunidad de gritar vivas. No se ha hecho pública por ejemplo, la lista de los albergues en los cinco municipios de Baja California Sur, sabemos que se habilitaron más de cien entre hospitales, universidad, hoteles, bodegas, auditorios, pero no saben los mexicanos dónde están ni si hay manera de comunicarse para saber si sus familiares o amigos están bien aun cuando con pérdidas materiales. Tampoco se ha publicado una lista con los nombres de las personas que fueron ingresadas a un albergue, o la lista de nombres de los turistas que han sido evacuados por la vía aérea ni su destino, para que familiares e interesados puedan buscarlos. No existe una lista de productos que requiere la población, ni el número de una cuenta bancaria para hacer un llamado a la solidaridad. Tampoco se ha convocado a los estados vecinos a participar con servicios, equipos, herramientas y personal para iniciar la limpia de calles, avenidas, carreteras, casas. No hay pues una comunicación para saber qué es lo que sucede, cuál es el recuento de los daños, dónde podemos encontrar al ser querido damnificado, o en qué podemos ayudar el resto de los mexicanos. En la cruda de los festejos patrios, apenas van aterrizando en esa parte de la patria inundada. Mientras las páginas electrónicas de los ayuntamientos de La Paz, Los Cabos, Comondú, Mulege y Loreto, así como la del Gobierno del Estado siguen caídas, no se ha habilitado una por parte del Gobierno Federal para informar al resto de la población lo que sucede y el estado en que se encuentran damnificados y turistas. Para haberse anunciado tanto, el huracán Odile ha exhibido a las autoridades en su ineficacia para la preparación del manejo de una crisis… otra vez. Foto: cortesia Armando D'Anna

Descomposición

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Jamás hubo una limpia de las corporaciones policiacas al 100 por ciento en Baja California; entre 2008 y 2010, acaso la Policía de Tijuana mostró mayor disposición a ser depurada. Desafortunadamente las cosas no se hicieron de manera correcta, y al final se llevaron a oficiales inocentes. Gracias a eso, pasado el tiempo, los policías corruptos también fueron liberados. Según el secretario de Seguridad Pública de Tijuana, Alejandro Lares, algunos de esos malos elementos regresaron al estado a delinquir. Así que en la realidad, ese Plan Integral de Combate a la Corrupción tuvo poco o nada de efectividad, considerando que las policías municipales de Tecate, Rosarito, Ensenada y Mexicali prácticamente no fueron tocadas, lo mismo que la Policía Estatal Preventiva y la Ministerial. De los militares, por ejemplo los presuntamente implicados en privaciones de la libertad en Mexicali, poco se supo, y de las detenciones de soldados, si se dieron, no se informó. Hoy, en medio de las pugnas internas de células en Tijuana y Mexicali, ante el intento de algunos oficiales de cumplir con su trabajo, o las acciones de uniformados corruptos que sirven a los maleantes de las colonias, resurgen los nombres de ex policías presuntamente implicados con criminales. De nuevo quienes quieren hacer su trabajo policiaco son amenazados, otros tantos reciben invitaciones para incorporase al mundo criminal, algunos las aceptan y sirven de cobradores a los vendedores de droga. La mayoría prefieren ignorar el llamado del lado oscuro de la fuerza, sin embargo, ante la inseguridad, tampoco optan por enfrentarlos. Son esos los que sin recibir dinero u órdenes, para no meterse en líos, prefieren hacerse a un lado y desaparecer cuando por la radio se escucha de secuestros u homicidios. En esas condiciones, lo único que impera es la impunidad, la descomposición y la apatía. Se trata de la más peligrosa estructura delictiva,  el crimen desorganizado, donde quienes encabezan las células de traficantes permiten todo. Lo más grave de este proceso de descomposición, es llegar al punto donde parece que las autoridades emulan a los criminales y también son ampliamente permisivas. Dos homicidas atacan a un policía mientras circula en un auto con su familia, y no pasa nada. Todo indica que los matones recibieron informes de uno de sus compañeros y no hay investigación. Puras palabras. El secretario Lares y el alcalde tijuanense Jorge Astiazarán insisten en que todo está bien, que todo va mejor,  que no se rajan, que el problema es que faltan policías.  Qué se puede esperar cuando la procuradora Perla del Socorro Ibarra Leyva insiste en evitar temas molestos y hablar solo del baile de las cifras, presumir una reducción estadística del 7 por ciento en homicidios, mientras muestra lo poco que le importa si entre los homicidios de esta semana hubo mutilados, o calcinados, si son dos diarios -como se ha hecho una tétrica costumbre- o cinco asesinatos como sucedió en Tijuana el lunes 8 de septiembre. Cuál esperanza puede existir con una fiscal que permaneció indiferente ante la desaparición en Ensenada – desde el 11 de mayo de 2014- del agente ministerial Juan Ramón Flores Paredes, y el policía estatal preventivo Carlos Armando García Ortega, a quienes las primeras indagatorias de las policías operativas ligaron con acciones delictivas, pero a Doña Perla tampoco le motivó investigar la corrupción al interior de su corporación. Como tampoco hay orden específica de parte de la procuradora para perseguir a los homicidas de policías. Con el agregado de que tampoco se ha ocupado en pedir mayores investigaciones ni colaboración con Estados Unidos, cuando sabe que los baleados son criminales conocidos como Carlos Jahred Rodríguez Hernández, quien desde 2002 forma parte de la galería de “Los Más Buscados” del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) y fue baleado el 5 de junio en un restaurante de Tijuana. A pesar de que sus agresores hablaron de tráfico de droga y bodegas, eso no era asunto de la fiscalía local y así lo ignoraron. Entonces, ¿cuál coordinación? Luego de la llegada de la Gendarmería turística, porque a una semana de su arribo, hasta ahora no se han dedicado más que a presentarse con la ciudadanía y mostrar lo amigables que pueden ser, no terminan de informar cuál será su función. Por lo pronto, los jóvenes no se pueden ni ubicar geográficamente en Baja California. Con suerte, según una de sus atribuciones oficiales, se dedicarán a combatir el secuestro de migrantes, un grave problema de esta zona, pero sigue siendo cuestión de esperar para saber y comprobar si tienen el equipo de inteligencia que presumen.  De continuar las condiciones actuales, sin que los secretarios de seguridad y la procuradora tomen cartas en el combate a la violencia, y si los alcaldes y el gobernador deciden dejarlos en sus puestos aunque no den resultados óptimos, entonces valdría la pena proponer reducirles el sueldo de manera considerable. Porque mientras dejan hacer y dejan pasar, reciben honorarios como si  pusieran su vida en riesgo, como si estuvieran combatiendo frontalmente al mundo criminal, y eso no está sucediendo. Como ellos declaran, esos tiempos violentos- por lo menos para ellos- ya pasaron.