Las penas que se imponen a los usurpadores de Profesiones: Quienes sin tener título profesional ejerzan alguna profesión reglamentada, según el Código Penal Federal en su numeral 250 Fracción II incisos del A al B, corresponden a pena de prisión de 1 a 6 años al usurpar cualquier profesión.
Los hechos ocurrieron el pasado lunes 7 de noviembre en el Colegio Privado Williams. Se relata en la investigación que a las 8:55:42 horas los niños están precalentando, pero Abner ya estaba en la alberca y nadando. A las 9:00:11, la maestra le pidió dar otra vuelta sin que saliera de la piscina.
La ideología de esta institución es la libertad, la igualdad y la fraternidad. Podemos afirmar entonces que la masonería no es una sociedad secreta, sino una sociedad discreta.
Es menester señalar que el 60% de los niños examinados ya habían recibido trato violento análogo; se observó que el 53% presentaba lesiones leves; el 37% lesiones graves y el 8% causó la muerte.
La periodista francesa Emmanuelle Steels afirmó que las autoridades fueron las principales responsables de fabricar el engaño, sin embargo, dijo, esta situación fue aprovechada por Televisa y TV Azteca para confundir a la sociedad y tratar de deslindar su participación directa...
Ya que en las dos anteriores colaboraciones hemos hablado de la inconstitucionalidad de la prisión preventiva oficiosa y cómo México viola los instrumentos internacionales que ha suscrito, en los cuales se ha comprometido a no aplicar la prisión preventiva oficiosa, es menester que conozcamos algunos principios que son importantes.
El 5 de septiembre próximo, el Tribunal Pleno discutirá la acción de inconstitucionalidad 130/2019 y su acumulada 136/2019, así como el Amparo en Revisión 355/2021.
Continúa la discusión sobre el uso de la prisión preventiva oficiosa en México, la cual ha sido ampliamente violatoria a los derechos humanos y ha destruido el principio sobre el cual se sustenta el Sistema Penal Acusatorio en México, en el que injustamente muchas personas se encuentran en calidad de detenidos y, consecuentemente, privados de su libertad como si ya tuvieran una sentencia dictada en su contra y cuya defensa agotó todos los recursos para combatirla.