El mexicano Fernando Valenzuela quedó fuera del Salón de la Fama de Cooperstown al no recibir los votos necesarios del Comité de la Era Contemporánea, que sólo eligió a Jeff Kent, con el 87.5 por ciento de los sufragios. “El Toro” recibió menos del cinco por ciento, al igual que Barry Bonds, Roger Clemens y Gary Sheffield.
Valenzuela tuvo una demostración de grandeza inmediata en 1981. La “Fernandomanía” tomó el control de Grandes Ligas y movilizó a las comunidades mexicana y mexicoamericana a llenar el Dodger Stadium como nunca antes. Esa temporada ganó el Cy Young y el Novato del Año, siendo el único lanzador en la historia en lograr ambos premios en la misma campaña. También obtuvo un Bate de Plata, acudió al Juego de Estrellas y lideró la Liga Nacional en partidos iniciados, entradas, juegos completos y ponches, además de encabezar MLB en blanqueadas. Terminó quinto en la votación para el MVP.
A ese año con los Dodgers le siguieron cinco temporadas en las que fue invitado al Juego de Estrellas, ganó un Guante de Oro, sumó otro Bate de Plata, recibió votos para el Cy Young en tres ocasiones y también para el MVP. Entre 1981 y 1986 acumuló un WAR (Wins Above Replacement/Victorias por Encima del Reemplazo) de 27.1, el mejor entre todos los lanzadores en ese periodo, lo que marca la solidez de su pico de rendimiento. A eso se le suma que fue el primer lanzador mexicano en lograr la hazaña de tirar un partido sin hits ni carreras.
En postemporada, Valenzuela elevó su nivel aún más, con una efectividad de 1.98 en 63.2 entradas, un WHIP de 1.225 y un FIP de 3.34, cifras que sustentan su rol determinante en el campeonato de los Dodgers en 1981.
Como línea general de carrera, terminó con efectividad de 3.54 en 2,930 entradas, 2 mil 74 ponches, y un récord de 173–153 a lo largo de 17 temporadas.






