La controversia se suma a casos similares con Olivia Rodrigo y pone en debate el uso indebido de canciones pop por autoridades, mientras Taylor Swift permanece en silencio pese a que su música también ha sido empleada en videos oficiales.
Sabrina Carpenter reaccionó con indignación después de que la Casa Blanca utilizara su éxito Juno en un video del ICE que mostraba redadas a personas indocumentadas. La cantante calificó el material como “malvado y repugnante” y exigió que su música no se utilice para respaldar agendas políticas.
El video, publicado en las cuentas oficiales del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la Casa Blanca el 1 de diciembre, mostraba a agentes del ICE realizando arrestos y detenciones de migrantes. La producción incorporó un fragmento de Juno, incluido en su álbum Short n’ Sweet, donde Carpenter canta la frase viral: “Have you ever tried this one?”. Lo que normalmente se utiliza en sus presentaciones de manera juguetona fue reemplazado a escenas de arrestos, personas gritando y agentes persiguiendo posibles indocumentados.
A menos de 24 horas de la publicación, Carpenter emitió un contundente mensaje a través de X (antes Twitter): “Nunca me involucren a mí o a mi música para beneficiar su agenda inhumana”, reafirmando su rechazo total al uso político de su obra.

Esta postura no es nueva. Durante los MTV Video Music Awards 2025, Carpenter mostró su apoyo a la comunidad LGBTTQI+ con el eslogan “Protect The Dolls” y consignas como “Protege los derechos trans” y “Apoya a tu drag local” mientras interpretaba Tears. Su mensaje contrastaba con la orden ejecutiva de Trump que prohíbe al Gobierno federal apoyar procedimientos de transición para menores de 19 años.
En un caso similar, Olivia Rodrigo se pronunció luego de que su tema All-American Bitch, canción de apertura de su segundo álbum GUTS (2023), apareciera en un video oficial de la Casa Blanca. El clip mostraba deportaciones de personas encadenadas y redadas del ICE, con textos intimidantes como “Si ICE te encuentra” y “Si te deportas solo”. Rodrigo respondió en Instagram: “No vuelvan a usar mis canciones para promover su propaganda racista y llena de odio”. Su tema, que ironiza sobre la doble moral impuesta por el éxito, el género y la nación, fue completamente descontextualizado.
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La controversia subraya el debate sobre el uso indebido de la música pop con fines políticos y la protección del mensaje artístico frente a la apropiación por parte de autoridades. Hasta ahora, Carpenter no ha indicado si tomará acciones legales, y su gira Short n’ Sweet continúa según lo programado.
La Casa Blanca ha recurrido repetidamente a canciones de artistas pop para videos que celebran acciones de ICE o apoyan a Donald Trump. En noviembre se utilizó Va Va Voom de Nicki Minaj – quien ha mostrado apoyo a Trump públicamente-, y también The Fate of Ophelia de Taylor Swift en un video similar. No es la primera vez que la música de Swift se emplea con fines políticos, y aunque colegas cercanas como Sabrina Carpenter —telonera de The Eras Tour— y Olivia Rodrigo sí se han pronunciado en contra del uso de sus canciones, la cantante permanece en silencio. Ante la repetida apropiación de su obra, muchos se preguntan, por qué Taylor Swift aún no ha levantado la voz?






