La Fiscalía de Baja California informó la captura de un grupo de homicidas que privaron de la vida a tres hombres y realizaron un ritual de santería con la sangre obtenida tras el degüello de las víctimas, presuntamente presentada como ofrenda en un altar dedicado a la Santa Muerte.
Se trata de criminales recién llegados a Tijuana que, de acuerdo a propias declaraciones, cometen crímenes para el cártel de Sinaloa, y sirven a un sujeto al actualmente sólo identifican como “Huicho o Güicho”.
De la motivación para las muertes, expuestas por los presuntos delincuentes, refirieron pugnas criminales, porque andaban “asesinando contras” y “haciendo limpia”, pero como otro de los detenidos declaró que también se dedicaban al tráfico de personas, la fiscal dijo que le móvil no estaba definido al 100 por ciento, porque la investigación continuaba.
De acuerdo con lo dicho por los presuntos implicados a las autoridades, el domingo 10 de agosto, Álvaro Perea Cano alias el Gordo o el Santero, instruyó al morelense Edgar Zagal alias el Puchis, y al poblano, Ricardo Carreón, alias el Manitas, para que tiraran los cuerpos en la vía Pública. Previamente, ambos le habían solicitado trabajo, porque necesitaban dinero y su nuevo jefe les ofreció “una vuelta”.
Relataron que, cuando llegaron al domicilio indicado cerca de Mariscos Mazatlán, Perea les dijo que tenían que mover “eso”, mientras señalaba unas bolsas negras que evidentemente contenían cuerpos humanos, acomodadas dentro de una camioneta gris; a cambio les ofreció 10 mil pesos y aceptaron. Aseguran que fue su único “trabajo” delictivo y que todo lo hicieron por órdenes del Santero.
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De acuerdo al material en poder de la autoridad, los dos hombres trasladaron los cadáveres la madrugada del lunes 11 de agosto, y tiraron las bolsas cerca del Panteón Monte de Los Olivos. De acuerdo al reporte policiaco, los restos fueron localizados a la 03:29 horas dirección IMAQ, Cerro Colorado, Tijuana, después de una denuncia de “objeto sospechoso”; los agentes corroboraron que eran bolsas negras que contenían los cuerpos de tres hombres con evidentes huellas de violencia, y los testigos refirieron haber visto a los tripulantes de una camioneta blanca, cuando las tiraron.
Conforme a declaraciones de detenido, testigos y videos localizados por la Fiscalía General del Estado de Baja California, después de desechar a las víctimas, el Puchis y el Manitas condujeron hasta la preparatoria José Vasconcelos en las inmediaciones de la calle Benton y el bulevar Bernardo O’Higgins, en la Tercera Etapa del Río Tijuana y abandonaron el vehículo.
Los victimarios refirieron que se fueron caminando hacia el bulevar Diaz Ordaz donde cada uno abordó un transporte público diferente, y cuatro días después recibieron el pago prometido en sus tarjetas.
Los investigadores pudieron darles seguimiento en las cámaras y darse cuenta cuando uno de ellos abordó otro auto cuyo recorrido siguieron con videovigilancia y los llevó a un domicilio en la carretera Libre a Tecate, entre calle Siervo y avenida Rápida Poniente de la colonia Los Venados, a un costado del fraccionamiento Villas de Alcázar.
A partir de la vigilancia de lo que ocurría en esa casa y los movimientos de autos y gente, localizaron otros domicilios en la colonia Ignacio Ramírez -que fue una de las casas cateadas posteriormente-, donde localizaron el altar dedicado a la Santa Muerte.
Fue así que lograron reunir los elementos de prueba para solicitar, obtener y ejecutar el 7 de septiembre, casi dos meses, después de os hechos, las órdenes de aprehensión en contra de Álvaro Perea, Edgar Zagal y Ricardo Carreón, por los delitos de triple homicidio calificado con ventaja, pero no han mencionado nada de la inhumación ilegal.
PRIVACIÓN Y HOMICIDIO
Del lugar exacto donde las víctimas fueron privadas de la libertad, la FGE no informó ubicación exacta, solo refirieron que fue en la delegación la Mesa, confirmaron que eran recién llegados.
“Creemos que los privaron de la vida en el domicilio cateado que está en la 20 de noviembre, porque es donde se localizó los colchones con sangre”, comentó uno de los investigadores.
— Los secuestran en La Mesa, los asesinan en la 20 de noviembre, los tiran en el bulevar O’Higgins y operan en la casa de la colonia Los Venados. ¿Tienen una zona muy amplia de operación?
“Se mueven y cometen los crímenes fuera de su área, tienen casas de seguridad en otras colonias para no calentar su área de operación”, fue la respuesta.
El domicilio en la colonia Venados, donde los tres presuntos homicidas fueron detenidos, junto con otros cómplices que también fueron aprehendidos por el delito de narcomenudeo (y por lo menos dos manifestaron participar en el tráfico de personas), funcionaba como punto de reunión y casa de seguridad, porque sólo tenía colchones.
De las entrevistas ministeriales, la FGE pudo averiguar que el Santero era quien estaba reclutando: a uno de sus cómplices en el homicidio lo conoció siendo cocinero de hamburguesas en la Calle del Hambre, ahora identificado como Terrenazo del Hambre en la Tercera Etapa del Rio Tijuana. A otro de sus secuaces se lo trajo desde Puebla su estado natal; a este joven le ofrecieron una paga de cuatro mil 500 pesos por semana cruzando gente para Estados Unidos, y pasaban a los migrantes con escalera por el muro.
CONFERENCIA
El 11 de septiembre, la fiscal general de Baja California, Ma. Elena Andrade Ramírez, encabezó la conferencia en la que informó la detención de los tres hombres por su probable responsabilidad en el delito de homicidio calificado con ventaja y privación de la liberad de tres víctimas.
“De acuerdo con la investigación, entre las 00:00 y las 03:00 horas del 11 de agosto de 2025, en un inmueble ubicado en la calle Camino Viejo a Tecate, colonia Los Venados, tres personas fueron privadas de la libertad presuntamente por instrucción de Álvaro N., alias el Santero, y otro posible líder del grupo delictivo. Las víctimas fueron sometidas, golpeadas y asfixiadas, para posteriormente ser abandonadas sin vida dentro de bolsas de plástico en la vía pública”.
“El 7 de septiembre de 2025 se cumplimentaron órdenes de aprehensión en contra de Álvaro “N., Edgar N., alias el Árabe, y Ricardo N., alias el Filos, originarios de distintos estados del país, quienes quedaron a disposición de un juez del Poder Judicial del Estado de Baja California”, informaron a través de un comunicado oficial.
“Cabe mencionar que esta persona, apodada ‘el Santero’, participó directamente junto con otras dos personas. Habían llegado de fuera del estado: uno del Estado de México y otro de otra entidad del país. Tenían pocos meses en la zona e intentaban establecer su liderazgo criminal en Baja California, específicamente en Tijuana; incluso realizaban sus actividades, apoyados en la santería”, declaró Andrade Ramírez en la conferencia.
Durante la conferencia, la funcionaria mostró imágenes de algunos de los objetos asegurados en los cateos y destacó que, al momento de su detención, en el lugar fueron localizados restos de animales.
“Ahí están los recipientes con sangre humana, la cual al parecer degollaron a las víctimas para extraerles el líquido sanguíneo y ser vertidos en esos recipientes y que además con ello llevaba a cabo sus actividades de santería”, declaró.
Al finalizar, la fiscal resaltó que la investigación continúa abierta, para buscar más víctimas, si existen, y para determinar si la sangre encontrada podría pertenecer a otras personas.
OTRO SANTERO
En un caso previo, el 29 de abril, los números de emergencia reportaron que Pino Eliel, un santero hidalguense de 52 años dedicado a la santería, propietario de una botánica localizada dentro de la Plaza San Jorge en la delegación La Mesa, había sido atacado a balazos dentro del local, por un hombre que llegó en motocicleta y sin quitarse el casco ingresó y le disparó después de decir que iba a “una cita para Raquel”.
La investigación indica que el santero hizo amuletos y trabajos de protección para diferentes grupos criminales, incluido el Cártel de Sinaloa; el arma usada en este ataque salió positiva en un asesinato en el Florido. A la fecha, por este caso, nadie ha sido detenido.