Hay vivencias que te impactan.
La semana pasada acudí a un evento del Club de Leones Playas de Tijuana, donde nos impresionó la presidenta saliente con su mensaje, tan profundo, que le pedí lo compartiera para poder publicarlo y que no quedara en el olvido.
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Mi nombre es Alma Delia Torres Cortés, llevo 18 años como Leona. Siempre me negaba a tener un cargo en el club, me tomaba mis breaks de no asistir al club y quererme salir.
No me salí, gracias a mis compañeras que no dejaban de insistir en que volviera. Siempre estaban al pendiente de mí, buscándome, haciéndome llamadas, preguntándome que cómo estaba, diciéndome que me extrañaban, o que se ocupaba algo”.
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Después una compañera me dijo: “Ocupamos una reina”. Les contesté: “Si mi hija Abril quisiera… ¡Y sí quiso!”. Así fui conociendo más del Leonismo. Abril fue reina del Club Playas de Tijuana, del Distrito y más tarde del Consejo, siendo una Reyna Nacional, ¡y con excelencia!, cumpliendo con todas sus actividades.
Después de un tiempo, mi compañera Rosita me invitó a ser presidente. Siempre me negué, pero puso mucha confianza en mí. Me decía: “Si sacaste una reina con excelencia, puedes ser presidente”. Por tanto rogarme, acepté. Estábamos en pandemia, los votos fueron por mensaje y obtuve… ¡un solo voto!… que era el de ella.
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En aquella época el club no creía en mí por mis inasistencias, habiendo además perdido mi único voto, puesto que tristemente mi compañera murió.
Retomé de lleno actividades en el club. Me propusieron ser presidente y les dije que lo iba a pensar, diciéndome mi hija: “Amá, ¡sé presidente!”. Le contesté a mi hija: “No, no, soy muy nerviosa, no sé hablar en público”.
Pasaron los días y luego, Abril le dijo a su hermano mayor: “Cómo ves, no quiere ser presidente de su club” y mi hijo me cuestionó: “¿Por qué no, amá?” y le contesté: “Porque es mucho trabajo, y yo no tengo dinero, jaja”, contestándome mi hijo: “Siempre poniendo muchos pretextos, pero te puedo ayudar; dime qué tengo que hacer” y le contesté: “¿De verdad, hijo?” y me contestó: “Sí, de verdad”.
Él me dio mucha confianza y acepté. Mi hijo lo era todo y a él no le podía decir que no, pero para poner a prueba su apoyo, acepté ser vicepresidente.
Mi hijo se puso el chaleco, me apoyó mucho trabajando en la recolección de tapitas de plástico para donación. ¡Mi casa se llenó de tapitas y de mil cosas más del Leonismo!
Desafortunadamente, la vida ya no permitió que mi hijo estuviera para recorrer mi año como presidenta a mi lado.
Gracias a su impulso, y al de mi hija, fui una presidenta con excelencia, en honor a mis hijos y mi extinta compañera Rosita.
Todo es cuestión de aprender de un leonístico testimonio impresionante.
Alberto Sandoval ha sido profesor, servidor público, consultor, conferencista, deportista y activista ciudadano.
Correo: [email protected]
Internet: http://about.me/sandovalalberto/
Facebook: Alberto Sandoval. X (Twitter): @AlSandoval
