Sin duda alguna, la ola de nieve que hemos estado viendo y que cada semana sigue rodando fue el guantazo que dieron los gringos al gobierno de Baja California, retirándole la visa a la familia Torres Ávila; una coyuntura épica que teníamos tiempo sin ver en nuestro estado, ya que fue un chispazo que hizo que el olor de la carnita llegara a medios nacionales e internacionales.
Día tras día ha dado de qué hablar hasta llegar a la mañanera de la Presidenta Claudia. Ahora la inquilina de Palacio Nacional tiene las cartas suficientes para usarlas en contra de la gobernadora, sin necesidad de desgaste político, pues recordemos que Marina no apoyó a Claudia en el tiempo de las corcholatas y ese desliz se lo tienen guardado, a pesar de que a la mandataria estatal le gusta subir sus historias a las redes sociales mostrando su gusto por los taquitos de asada; pero al parecer no le gustó que los cachanillas se hicieran sus taquitos y los subieran a las redes, pues mandó apagar las luces mientras continuaba la manifestación, acto que en lugar de ahuyentarlos, reviró más el descontento ciudadano por su gobierno, ya que sintieron un acto de represión en ese momento.
Es tanto el humo de la carne asada que en el congreso local, los diputados guindas tuvieron que salir a dar su posicionamiento a favor de Marina; muy tardada su postura del obeso y nublado congreso local de Baja California.
Pareciere que cada paso que da este gobierno lo da muy flojo, pues en lugar de sumar, le resta. Ya está muy caliente el asador, la carne está en su punto y hay quienes saborean el momento en el que la gobernadora tendrá que salir por la puerta de atrás…
Atentamente,
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Elías Escalante, politólogo de la UABC.
Mexicali, B.C.
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