Rogelio Ramírez de la O dejó las finanzas públicas de México “más vulnerables que como las recibió” y va a ser difícil que el nuevo secretario de Hacienda y Crédito Público, Édgar Amador Zamora, “tape el Sol con un dedo” ante el deterioro de la actividad económica que está viviendo el país, señaló el economista Jorge Fonseca.
“El nuevo secretario de Hacienda va a tener que salir y hablar de la realidad, de las condiciones que estamos viendo tanto a nivel nacional como internacional”, de un bajo crecimiento económico para México, y que “no se descarta que, en algún momento antes de que se acabe el trimestre o al inicio del próximo, se anuncie algún recorte en el gasto”.
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El 7 de marzo de 2025, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo informó el relevo en la SHCP, luego de tres años y siete meses de que Ramírez de la O estuvo en la dependencia federal, a la que llegó en 2021 siendo el tercer titular de Hacienda en el sexenio de López Obrador.
El anuncio de su salida no causó sorpresa debido a que desde enero había trascendido que saldría de Hacienda; y en septiembre de 2024, el entonces subsecretario Gabriel Yorio, había dejado el cargo en medio de ciertas discrepancias con Ramírez de la O.
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En su conferencia matutina de este 10 de marzo, Sheinbaum negó que la renuncia de Ramírez de la O haya sido por la amenaza de los aranceles de Estados Unidos y recordó que el acuerdo inicial fue que el funcionario se quedaría hasta diciembre de 2024.
“Yo le pedí que como venía la entrada del presidente Trump, que era muy importante que se quedara un mes más, y después le pedí que se quedara otro mes más; entonces en febrero acordamos que, si todo salía bien con esta llamada con el presidente Trump, pues él me pedía que ya quería retomar sus actividades”, afirmó.
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Para Jorge Fonseca, la salida de Ramírez de la O de Hacienda es “positiva” y pone fin al gobierno anterior, con todo y que la presidenta designó al hoy extitular de Hacienda como asesor económico para asuntos internacionales.
El que Ramírez de la O permaneciera fue un mensaje de estabilidad para los mercados ante el cambio de administración, y el déficit público (5.7%) que AMLO heredó a Sheinbaum. Luego de que México colocó bonos de deuda por 28 mil millones de pesos en febrero de 2025, el trabajo de Ramírez de la O en Hacienda “prácticamente estaba concluido”.
Ramírez de la O fue una figura “tecnócrata” que se apegó “hasta donde pudo” a los lineamientos. Pero también fue “muy leal” y tuvo obediencia al presidente López Obrador. En ningún momento dejó ver alguna diferencia, como sí la tuvo el primer titular de Hacienda, Carlos Urzúa.
Desde la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) comenzó el deterioro de las finanzas del país. “Cuando llega Ramírez de la O parte de ese deterioro ya se había dado” y fue profundizándose con los apoyos a Pemex y proyectos que no han tenido rentabilidad como la refinería Dos Bocas y el Tren Maya.
Decisiones que, si bien son atribuidas a AMLO, Ramírez de la O fue corresponsable por “no haber fijado en ningún momento una postura en torno a su preocupación por el incremento de la deuda o por el debilitamiento de la fortaleza de las finanzas del país”, declaró Fonseca.
El especialista señaló que uno de los retos para el nuevo titular de Hacienda es recortar el déficit público a 3.9% conforme a la meta prevista, en un entorno de incertidumbre y de bajo crecimiento.
El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público aumentó 3.2 billones en el sexenio de AMLO, con lo que al cierre de 2024 alcanzó 17 billones de pesos; lo que representó 51.4% del Producto Interno Bruto (PIB).
