Una vez más, los grupos agresivos que pelean “por-no-se-sabe-qué cosa” tomaron como pretexto el Día Internacional de la Mujer, para descargar su furia y liberar frustraciones. ¿Las ha tratado mal la vida? ¿No han recibido de esta sociedad lo que consideran se merecen? A saber quién se las hizo y por qué han decidido que todas se las paguen.
Haber salido de Tijuana por 11 años, mismos vividos en la hermosa Ciudad de México, para la provinciana llegada del norte, significó conocer otros grupos sociales, con inquietudes loables sobre el reconocimiento de las mujeres, en todas sus cualidades, y por supuesto, responsabilidades.
Saber que el feminismo no es guerra ni destrucción contra el sexo opuesto, ni libertinaje o agresividad. Conocer su historia, que nace en los albores del siglo XIX como actividad organizada. Aunque la historia registra, mucho antes, acciones individuales de feminismo. Nos gustan, por ejemplo, las destacadas heroínas de la Independencia Josefa Ortiz de Domínguez y Leona Vicario. Y junto a ellas una muchedumbre de combatientes que tomaron las armas y otras dirigiendo acciones militares.
Ya organizadas en 1935, con la creación del Frente Único Pro Derechos de la Mujer, se inicia formalmente la unificación de las mujeres de todas las regiones del país y por supuesto de todas las clases sociales. Ese Frente enarbola la bandera por la igualdad de la mujer en todos los aspectos: protestan contra toda discriminación, exigen leyes que las equipare en derechos con los hombres, el establecimiento de guarderías. Un gran sector de las mujeres, ya habían tomado conciencia sobre la esclavitud y exigían sus derechos políticos.
En esta época, un gran sector de las mujeres, piden reivindicaciones justas. Lo hacen en distintos foros. El 8 de marzo debería ser para convocar a las autoridades, sentarse a analizar los asuntos más urgentes que deben solucionarse. Pero un grupúsculo de cobardes, se enmascara y agrede todo lo que encuentra a su paso, desviando el interés y el respeto que debería llevar a las soluciones. Pero las autoridades timoratas, no se atreven a castigar; prefieren culpar a todas.
Nota 1. ¿Es justo que nuevamente el grupúsculo del Maclovio Rojas agreda a la ciudadanía? Cerrar la vía terrestre al aeropuerto, propició que docenas de viajeros perdieran su vuelo.
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¿Qué diablos espera la autoridad para impedir esa agresión? ¿Ellos tienen la razón?
Si es así, ¿por qué la autoridad no soluciona el problema? Desde hace años, se dice que el Maclovio está integrado por paracaidistas.
Nota 2. Los “desarrolladores” tiran el cascajo a las calles, ante la complacencia de las autoridades.
Nota 3. El crematorio clandestino encontrado en Jalisco, ejemplo de la maldad al extremo.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
Correo electrónico: [email protected] www.lagacetaredsocial.com