Si bien el ascenso de Donald Trump para convertirse en el presidente no.47 de Estados Unidos puede traer muchas interrogantes e inquietudes, según las circunstancias personales, o bien desde una mirada del escenario nacional, la vista debe focalizarse en las eventuales repercusiones económicas que puede traer para México la era que se ha venido llamando “Trump 2.0”.
Aplicando un famoso dicho, podríamos decir que ante las vicisitudes que nuestros connacionales pueden sufrir por el eventual deterioro de las relaciones internacionales entre dos países con tan alta interactividad, como lo son la nación azteca y la norteamericana, así como el perjuicio que se genere para los americanos que consumen artículos y servicios de origen mexicano, las decisiones que tomen los presidentes deberán tener en cuenta que es preferible “de los males, el menor”.
Durante largo tiempo se ha hablado de varios temas de consecuencias recíprocas, como que Estados Unidos es el destino del 80 por ciento de las exportaciones mexicanas y que los anglosajones ni pueden vivir sin ellas ni sin la mano de obra de los migrantes mexicanos, así como que México no podría sobrevivir sin las compras norteamericanas y sin las remesas; pero aparentemente ha llegado el momento de ver hasta qué punto son ciertas tales afirmaciones.
Mientras que se da una u otra de esas situaciones, tal como Albert Einstein lo dijo en una de sus frases más célebres, “la crisis es una oportunidad”, lo cual debe de ser aprovechado inteligentemente por las empresas mexicanas o asentadas en México.
Precisamente a ese tema dedicamos nuestra más reciente colaboración en el Semanario ZETA, artículo localizable en https://zetatijuana.com/2025/01/el-destino-de-las-empresas/
No hay que olvidar que Trump acaba de arribar nuevamente a la presidencia, habiendo vivido un torbellino de situaciones políticas, legales y personales en los últimos cuatro años, especialmente en los meses más recientes, con altas expectativas, tanto domésticas como internacionales, por lo que no debe resultar extraño que haya iniciado con un discurso agresivo que le permite posicionarse para enseguida negociar, que es una de las estrategias que ha desarrollado a lo largo de su vida como empresario y como político. Parafraseando, en materia deportiva, podríamos decir como en un partido de tenis, que ha lanzado su primer saque con toda potencia; y aunque no logre que sea un “saque As”, tiene la oportunidad de volver a lanzar otro tiro, pero más afinado, lo cual no hay que perder de vista.
Además de que México deberá defender atinadamente su posición, será también esencial que mantenga una relación efectiva con los contrapesos políticos norteamericanos, sobretodo en el congreso, pero además deberá tener una excelente campaña de mercadotecnia con los ciudadanos anglosajones y con el empresariado, puesto que esos tres actores pueden influir en la relajación de las medidas del mandatario americano.
Todo es cuestión de una relación asertiva con Trump 2.0.
Alberto Sandoval ha sido profesor, servidor público, consultor, conferencista, deportista y activista ciudadano. Correo: [email protected] Internet: http://about.me/sandovalalberto/ Facebook: Alberto Sandoval. X (Twitter): @AlSandoval