Los inspectores de Reglamentos han encontrado una nueva forma de ganar dinero… pero de manera ilegal. Comerciantes de Tijuana denunciaron a DICHOZ Y HECHOZ ser víctimas de extorsión por miembros del XXV Ayuntamiento, encabezado por el morenista Ismael Burgueño. Según los comerciantes, personal adscrito a Inspección y Verificación, dirigido por José Antonio Olivas, visita diariamente los mercados, centrales de abasto y bodegas donde se almacenan productos. Supuestamente, parte de su tarea consiste en verificar el manejo adecuado de la mercancía en estos lugares, pero durante sus “minuciosos” recorridos, los inspectores han señalado, por ejemplo, que algunas frutas o verduras están envueltas en papel periódico, lo que infringe las normas de salud que podrían afectar al consumidor. Sin embargo, en lugar de advertir de la irregularidad y hacer un llamado a resarcirla, comienzan a hablar de imponer multas de hasta 400 mil pesos y la clausura del lugar, y cuando tienen al comerciante temeroso y acorralado, inician la negociación. Les dicen que es mejor llegar a un acuerdo y “se bajan” hasta los 200 mil pesos a cambio de no clausurar el establecimiento por tener papaya envuelta en periódico. A fin de evitar problemas, algunos comerciantes han accedido a la mochada, incluso logran bajarla aún más con tal que los dejen trabajar en paz. La cuestión es que los comerciantes ya están hartos de darle su moche, casi, casi extorsión, a los de Reglamentos de Tijuana, lo denuncian y se preguntan: ¿El alcalde Ismael Burgueño está enterado de lo que hacen los inspectores de Antonio Olivas? Es pregunta que, literal, les cuesta 200 mil pesos a los comerciantes.
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