De Trez en Trez
Uno.- Con amenazas y menospreciados por la gobernadora de BC, Marina (con M de mentira) del Pilar Ávila Olmeda, por su secretario de Hacienda, el director de Issstecali y por todo el aparato estatal, los burócratas y el magisterio enfrentan la embestida oficial que intenta salirse con la suya en tratándose de la reforma a la ley de la institución.
Luego de las contradicciones y mentiras de la mandataria en torno a la reforma (“reingeniería”) lesiva para la burocracia y el magisterio, durante su comparecencia del viernes anterior ante el congreso local (en minúsculas y sin H), el director de Issstecali Dagoberto Valdez Juárez trató de justificar la intención de la gobernadora. Expresó: “…cada vez viven más los pensionados y no alcanza con la aportación que realizan los trabajadores activos para atender la nómina de los jubilados… viven veinte años después de haber conseguido dicho estatus”.
Y abundó en el caso de la muerte de un pensionado: “La pensión no muere; o sea, se transfiere, a la esposa o a los hijos, pero no en la misma proporción. La ley de nosotros dice que cuando fallece uno, jubilado, queda la pensión por viudez, el primer año le pagamos el 100 por ciento; luego se va a hacer una reducción gradual, hasta llegar a los cinco años después al tope, que es la mitad”.
Ahora resulta que los culpables de que no alcance el dinero para pagar pensiones, para tener medicamentos y proporcionar servicios médicos de calidad… ¡son los jubilados y sus familias! Los primeros por vivir más y los segundos por recibir la pensión.
Valdez Juárez parece ignorar lo elemental: que la seguridad social se trata de eso, de que los derechohabientes vivan, que vivan bien y haya certidumbre económica en su familia; para eso cotizaron durante su vida laboral, y si los pensionados viven más de 20 años, no es precisamente por la intervención de Issstecali, no al menos directamente y sobre todo en los últimos 20 años.
Si no existen finanzas sanas ahí es porque los gobiernos estatales de todos los colores y sabores lo han desaparecido, se lo acabaron, lo usaron para otros fines, los “gobiernícolas” lo devoraron impunemente, lo “biengastaron” en su beneficio y ahora quieren culpar a los trabajadores. Habrase visto tal desvergüenza.
Tal vez lo ideal para el gobierno de BC que encabeza Marina (con M de mentira) del Pilar y sus funcionarios sea que, obtenido el beneficio, los jubilados “pasarán a una mejor vida” rápidamente para que no cuesten tanto, y si se puede, pues que de plano no lleguen a jubilarse; de ahí la intención de aumentar la edad a 68 años para la jubilación.
Doz.- Para acabarla de amolar, los trabajadores del gobierno de BC reciben amenazas del secretario de Hacienda, Marco Antonio Moreno Mexía: “Si no hay reforma al Issstecali habrá impago a pensiones en 2025”, afirmó. Dijo la semana anterior: “Eso va a ser peor para los trabajadores”.
Luego citó cifras, datos, habló de déficit, de la deuda histórica, reconoció “mala gestión” en Issstecali durante su comparecencia para la glosa del III Informe de la gobernadora Ávila Olmeda. Así de fácil: No hay reforma, no hay pago.
Claro, los funcionarios reciben sus pagos puntualmente, sin problemas, sin sobresaltos; no se atienden en Issstecali, la falta de medicamentos, servicios y equipo no les afecta. Tienen con qué y dónde adquirir lo que necesitan; se atienden en lo privado, algunas se van a USA para que sus hijos nazcan en ese país y cuando terminan su encargo, reciben sendas liquidaciones y ya están listos para roer el siguiente “hueso”.
Hay también una campaña del miedo en Issstecali: farmacia sin medicamentos, largas esperas para consultas de especialistas y servicios como Rayos X, resonancias y tomografías hasta abril del 2025…
Trez.- La gobernadora de BC, sus funcionarios y los legisladores con mayoría de Morena, deben recordar que es su obligación sacar adelante a la institución y brindarles la seguridad social que por ley les corresponde.
Magisterio y burocracia están de acuerdo en una solución negociada, conciliatoria y equitativa, pero no a costa de los trabajadores, no con ninguneo a los jubilados, no con terrorismo contra la salud, no con desinformación, no con amenazas, no con mentiras, no con burlas y menosprecio a sus propios trabajadores. No mediante una reforma impuesta con el contubernio de “lideres” solícitos, sumisos y rebasados.
P.D.- Cuidado, el gobierno “humanista” de BC (de camiseta guinda y corazón de Pitufo) está probando la fuerza del magisterio y la burocracia. Nos vemos el domingo en la marcha de UDI.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: profeohe@hotmail.com