Las molestias por el tráfico en la ciudad han llegado al clímax, especialmente en lo relacionado con ciertas áreas.
Uno: Distribuidor Morelos. Dos: Traslado hacia y desde la zona Este. Tres: Avenida Internacional. Cuatro, la Vía “Rápida” y Cinco: Santa Fe.
La falta de un plan de desarrollo con visión de futuro, que administraciones anteriores debieron hacer, donde se hubiera previsto lo que ahora se sufre, ha traído como consecuencia esta migraña vial que padecemos actualmente; pero aunque se causen trastornos con las obras actualmente en proceso, son un mal necesario.
En el primero de los casos -el Distribuidor Morelos-, los que circulan por ese espacio tenían ya meses mal acostumbrados a las dilaciones provocadas por la construcción en marcha, agradecidos por las maniobras que se hicieron en horario nocturno, pero el jueves 12 de diciembre la gente se exasperó al máximo, cuando se encontraron con la novedad de que la vialidad se cerró para realizar movimientos, causando que las personas tuvieran que encontrar por su cuenta las pocas opciones a su alcance como rutas alternas.
En el segundo de los problemas, trasladarse hacia o desde la Zona Este de Tijuana, el 4 de diciembre, fue prácticamente imposible, tanto porque la carretera de cuota se cerró -debido a un accidente de construcción- como porque residentes del Maclovio bloquearon la carretera libre.
Por su parte, en “la Internacional” se vive diariamente un albur, puesto que los carriles se alternan para flujo o contraflujo del tráfico, o bien repentinamente se cierran para dar paso a alguna maniobra de construcción.
Respecto a la “vía rápida”, en ocasiones el nombre suena a sarcasmo, porque eventualmente es preferible irse por la “vía lenta” o por “el Benítez”, porque irónicamente es más “rápida”, especialmente cuando sucede un accidente.
Y finalmente, el submundo de Santa Fe vive y sobrevive a su nudo gordiano de todos los días.
Claro que hay más casos, como el de “la 5 y 10” y otros, pero los mencionados son los más tristemente célebres en Tijuana.
Ante tales situaciones, los gobiernos federal, estatal y municipal tienen obras en proceso, pero lo que fervientemente deseamos, es que contemplen la problemática actual y lo que le sucederá a nuestra ciudad en los próximos años, rogándole a las autoridades que dediquen más personal (no necesariamente policías, porque conscientes estamos de que hay menos de los que la ciudad necesita).
Mientras tanto, hay que tener en mente que, así como el 2010 inicialmente los ciudadanos sufrimos por “el White Topping”, pero luego gozamos la calidad y comodidad de las vialidades que se mejoraron con ese programa, así esperaremos que las obras actuales logren lo que los automovilistas deseamos de ellas.
Las molestias por las obra no son deseables, pero su realización sí es indispensable.
Todo es cuestión de que superemos el ,al necesario.
Alberto Sandoval ha sido profesor, servidor público, consultor, conferencista, deportista y activista ciudadano.
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