“El viejo Galileo fue amenazado por la jerarquía católica con ser torturado por el hecho de proclamar que la Tierra se movía, Spinoza fue excomulgado por la jerarquía judía; difícilmente se encontrará alguna religión organizada, con un amplio cuerpo de doctrina, que no se haya erigido en perseguidora, en algún momento, por el delito de investigar abiertamente”.
– Carl Sagan, “El Sermón Dominical” en El cerebro de Broca.
“Cuando se trata de afrontar misterios tan profundos, considero prudente adoptar una actitud humilde” (Sagan). Karol Wojtyla (Juan Pablo II), que estudió en la Universidad de Cracovia, la Jagiellonian, donde Nicolás Copérnico se preparó como astrónomo y canonista católico; para pedir perdón a la comunidad científica internacional agraviada por los casos de Giordano Bruno y Galileo y otros, fundó la Academia Pontificia de Ciencias de la que formaron parte Carl Sagan y Stephen Hawking (Dios creó las matemáticas) y muchos otros científicos, incluidos premios Nobel.
Cuando Carl Sagan en 1974 publicó El cerebro de Broca, menciona la existencia de más de 100 mil millones de galaxias. Hoy los científicos del Telescopio Hubble hablan de más de 450 mil millones. En cada galaxia hay miles de millones de planetas como la Luna, el Sol, o la Tierra.
Es admirable cómo los mayas, antes del cristianismo en México, eran atraídos por el Universo; y se conserva hoy el Observatorio Astronómico de Chichen Itzá cerca de Mérida, Yucatán.
La poesía náhuatl e indígena milenaria, conservada por la UNAM en las obras del padre Ángel María Garibay y don Miguel León Portilla, contiene el pensamiento de Netzahualcóyotl, Moctezuma, Cuauhtémoc, y muchos poetas antes de que el Cristianismo llegase hace 500 años (1524) por la Verdadera Cruz (Vera Cruz), a través de los primeros Doce Apóstoles Franciscanos, entre ellos Motolinía. El libro sagrado hindú, el Rig Veda, describe Sagan que presenta una visión mucho más realista sobre la Creación. ¿Quién sabe con certeza? ¿Quién puede declararlo aquí? ¿Desde cuándo ha nacido, desde cuándo se produjo la creación?
El fundador del Observatorio Astronómico y Meteorológico del Estado (Universidad de Guadalajara (UdeG), fue un sacerdote diocesano que, viviendo su sacerdocio, dedicó su vida a la observación científica: Severo Díaz Galindo (Sayula 1876), precursor de la ciencia en Jalisco.
En la Biblioteca Cervantes Virtual, puede usted consultar uno de los pocos conocidos libros del jesuita Eusebio Francisco Kino, la Exposición Astronómica del Cometa de 1680. Ahí está completamente digitalizada una copia del original de la Biblioteca México. El padre Kino que cartografió La Península de Baja California, Sonora y Arizona del siglo XVII, y México, era un misionero que providencialmente estudió en las universidades de Austria y Alemania; pero con la promesa a San Francisco Xavier de ser misionero.
En estos días de reflexión, entre los regalos que tenemos, están la Fe y la Ciencia (razón): “En ambos casos, la empresa del conocimiento es coherente tanto con la ciencia como con la religión y resulta esencial para el bienestar de la especie humana”. (Carl Sagan)
Premios Nobel de Química, por ejemplo, han estudiado sin encontrar explicación razonable, el origen de la “pintura” usada en la humilde Tilma de Juan Diego, que ni es de origen vegetal, ni animal, ni mineral. Viktor E. Frankl, el admirable psiquiatra judío sobreviviente de Auschwitz compañero del franciscano san Maximiliano María Kolbe, dice que este mártir fue un hombre recto y honesto, a quien el inhumano nazismo privó de la vida.
Entre los regalos más grandes que Dios nos ha dado -aparte de la vida- está el conocimiento de tantas cosas que ignoramos porque no queremos leer o estudiar o dedicar tiempo. Pero no deja de ser un regalo. A ver cuándo lo abrimos ese presente.
¿Conoce usted la zona arqueológica de Trincheras, o nomás el mejor queso del mundo?
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.