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domingo, diciembre 15, 2024
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El trágico círculo de Eddy Carrillo

Rosario Mosso

Ernesto Eslava

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Mara Yáñez

 

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El jueves 7 de noviembre de 2024, a las 13:22 horas, la Fiscalía General del Estado (FGE) registró el reporte de la fundación Todos Somos Erick Carrillo, denunciando que, en el domicilio ubicado en Vía Rápida Alamar del fraccionamiento El Lago en Tijuana, en un talud de tierra, localizaron una fosa clandestina con restos óseos.

En búsquedas previas, en el mismo lugar la fundación ya había encontrado alrededor de 20 cuerpos.

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A las 16:43 horas del mismo jueves, se informó del levantamiento de una osamenta incompleta, con una chamarra color café marca Ace of Diamond talla M y pantalón corto color azul marca Nike talla L; y una segunda osamenta  incompleta, con una sudadera con cierre color gris y camiseta color negro, y tenis Nike.

Eddy Carrillo, presidente de la fundación de padres buscadores, reconoció la chamarra de su hijo, al cual buscaba desde el 1 de junio de 2019, cerrando el círculo de la tragedia familiar que le permitió ayudar a miles de personas en su situación.

La corroboración de sus sospechas se fortaleció el 28 de noviembre, cuando se corroboró por una afinidad del 99.99% con ADN materno, que los restos de la osamenta 2, pertenecían a Francisco Iván Rosales Ayala, desaparecido junto con Erick hace cinco años y medio, que dio origen a la carpeta número 204-2022-34149, en la Unidad de Desaparición Forzada de Personas;  la familia recuperó los restos el 2 de diciembre.

En ese contexto, como padre buscador, Eddy Carrillo considera que, tras cinco años y 159 días, finalmente logró su objetivo: encontrar a su hijo, aunque los resultados de los exámenes de ADN se los entregaran este viernes 6 de diciembre.

“Por primera vez, sí siento que sea Erick; estamos más tranquilos. Ya duermo, ya puedo cerrar los ojos”, dijo el presidente de la fundación Todos Somos Erick Carrillo ante la prensa el 2 y 3 de diciembre, anunciando su retiro de la misma el próximo 1 de junio de 2025, cuando se cumplan los seis años de la desaparición de su hijo.

Tras la desaparición de su hijo Erick, de 19 años, quien vivía en Estados Unidos y había llegado a Tijuana para apoyar la remodelación de la casa materna en una celebración retrasada -por temas laborales- del Día de las Madres, el padre se dio cuenta rápidamente del desinterés y falta de resultados de la fiscalía.

Entonces, se alió al colectivo Una Nación Buscando T, que hacía búsquedas cuatrimestrales porque debía esperar el apoyo de la Fiscalía General del Estado (FGE) en los recorridos. Entonces decidió, con amigos y familiares, salir a buscarlo él mismo, as nació la fundación que hace búsquedas de lunes a viernes.

El 12 de diciembre de 2019, Eddy le hizo un juramento a la Virgen de Guadalupe: entregaría dos años de su vida para encontrar a Erick, y en el proceso, ayudar a familias pasando por el mismo dolor. Pero la esperanza de encontrar a su hijo,  lo hizo permanecer.  Así, la búsqueda le llevó cinco años y 159 días.

Foto: Rosario Mosso Castro

“POR PRIMERA VEZ SÍ SIENTO QUE SEA ERICK”

El jueves 28 de noviembre de 2024, cuando el colectivo acudió a una búsqueda tras una denuncia anónima. Era la cuarta vez que Eddy trabajaba con técnicas arqueológicas en el fraccionamiento El Lago, donde vio una señal, una veladora donde un integrante del colectivo empezó a excavar.

Cabe resaltar que, durante esa búsqueda, no hubo resguardo ni presencia de la Guardia Nacional, Ejército Mexicano, FGE, Comisión Local de Búsqueda ni alguna otra autoridad, situación que se repitió en la mayoría de las búsquedas realizadas por el colectivo. “Trabajo mejor solo, sin autoridades, porque me estorban más”, comentó Carrillo.

“Habíamos dado positivo a dos huesos fémur, una tibia y dos huesos óseos humanos. Dimos el reporte y pasaron 20 minutos cuando uno de mis integrantes ve una veladora de la Santa Muerte y la quita a la fregada, y empieza la excavación. No estaba muy enterrada porque ya habían pasado las lluvias, por la debilitación del cerro y es cuando damos con el primer positivo que es Francisco Iván Ayala que se identifican hasta las sudaderas, ahí lo dejamos, que nadie siga excavando, nadie. Es por eso, porque si siguen excavando pueden revolver los huesitos y ya es mucho problema para los antropólogos para separarlos y duran más tiempo para la entrega de cuerpos u osamentas”, narró el presidente de Fundación Todos Somos Erick Carrillo.

“La ropa que encontraron en esa osamenta concuerda con la que (Erick) portaba cuando fue reportado como desaparecido y el propio Eddy Carrillo reconoce que es la vestimenta de su hijo. Estamos hablando de que hay una alta probabilidad de que sea el hijo de Eddy Carrillo”, explicó Fidel Corvera Gutiérrez, fiscal de Unidades Especializadas.

Los restos humanos enterrados son muy delicados para su tratamiento, pues la humedad, los minerales y el desgaste por el tiempo hacen que la piel, las prendas, incluso los huesos, puedan ser estropeadas para su análisis clínico, requerido para identificar osamentas.

“Cuando miro las prendas, están sucias, están contaminadas y es muy difícil identificar en ese momento porque fueron cinco años y seis meses, entonces por eso estamos aquí, para mirar las prendas físicamente y ya poder identificarlas”, narró el señor Eddy a ZETA.

El miércoles 4 de diciembre, previo a iniciar dos búsquedas más en Rosarito, al salir del Servicio Médico Forense (Semefo) en Tijuana, Eddy recordó con claridad el momento en que vio un poco de la chamarra de su hijo Erick: “La chamarra y la segunda, la ropa de Iván, la sudadera, la camisa, los tenis y la posición de los cuerpos donde asociamos a Erick, incluso con la chamarra tipo piel que traía, así asociamos a ambos juntos.

“Ya había ido cuatro veces al lugar, con cuatro veces positivo, cuatro fosas y en ese momento no asimilábamos que podría ser Francisco, el amigo de Erick, y Erick también. ¿Cómo se asocia esto después? Es muy difícil identificar las prendas a través de una fosa que ya corrió agua y se contaminó con lodo y con todo lo que derrama el cuerpo, el líquido, se pega todo y es muy difícil identificar de primera mano. Ya cuando se hace el procedimiento, las medidas y todo eso, es cuando nosotros ya podemos asociar Iván y con Erick”, enfatizó Eddy, quien al momento era acompañado de uno de sus hijos menores, Emir, quien tenía 13 cuando su hermano desapareció y actualmente apoya las búsquedas con drones.

Luego de las primeras muestras genéticas, los análisis forenses sólo lograron identificar a Francisco Iván Ayala, por lo que tomaron una pieza dental y una vértebra para que se confirmara la identidad de Erick mediante los laboratorios de la FGE y del Semefo.

 

PREPARA SU RETIRO

Al informar a la prensa de la localización de los restos, el activista recordó una promesa que le había costado cumplir. En 2019 dijo que dejaría el colectivo en 2021, pero la necesidad de encontrar a su hijo lo superó. En junio de 2024, en el quinto aniversario de la desaparición de su hijo, informó a sus compañeros que se iría el 1 junio de 2025, tras la presunta localización de los restos de su hijo, lo reiteró ante los medios de comunicación.

“Un día después de que lo encontré, es la primera vez que lo digo: miré una sombra, se me hizo la figura de mi hijo Erick. Yo estaba cenando cereal, le dije: ‘Pásate, cabrón, métete, bienvenido’. Y ya es cuando empieza toda esta información”. En esas condiciones, compartió que ahora puede soltar un peso, “una mochila que he cargado durante todo ese tiempo, y dormir en paz”.

Sabe que sus siguientes meses serán importantes para dejar al colectivo, separarse de las tareas y retomar su vida convencional en la construcción en Estados Unidos y regresar a Tijuana a visitar Monte de los Olivos, donde descansará Erick Carrillo, en el nicho de sus familiares.

Eddy Carrillo, del colectivo “Todos Somos Erick Carrillo”, Foto: Ernesto Eslava

Eddy invita a mantener vivo el activismo a pesar de su retiro, pues recordó, “sacamos a mucha gente que estaba enferma, sentada en los sillones, arrodillada, metida en la iglesia, y les dije: ‘Salgan y vamos a buscar juntos. Y lo logramos’”.

Explicó que ya tienen identificadas a cinco personas para encabezar la fundación tras su retiro, porque para una sola es muy difícil, porque se afecta el trabajo la vida social, la seguridad y la privacidad. Dijo que seleccionaran a personas “sin problemas económicos, humanas que no sean egoístas, de carácter fuerte y que tengan lo necesario para sacar a la gente de sus casas a buscar a sus desaparecidos. Yo regresaré a apoyar en las búsquedas los fines de semana que no trabaje, porque ésta es mi pasión y mi lucha”.

 

“TODOS SOMOS ERICK CARRILLO”

En cifras redondeadas, la fundación encabezada que realiza cinco días a la semana, sábado y domingos los liberan para que las familias descansen y tengan periodos de vida normal, sin embargo, si algunos fines de semana reciben denuncias confiables, se reúnen y salen de manera inmediata.

“Son un promedio de 20 a 22 búsquedas por mes, algunos días rastreamos en dos o más puntos, y los sin importar lluvia o desierto, cuando no salimos es porque hay mesa de trabajo”, explica Carrillo respecto a la fundación que en cinco años y medio ha localizado en números cerrados 400 personas con vida y mil 200 personas sin vida

De ese total de mil 600, saben que un promedio de 600 personas, han sido identificadas, porque son integrantes de la asociación civil que preside, con más de 13 mil integrantes, a quienes han brindado acompañamiento en las fiscalías para la liberación de los cuerpos, en las comisiones de víctimas, para que les hagan valer sus derechos y trámites funerarios, en Semefo “y hasta el último adiós a sus familiares, o su repatriación a otros estados, incluso a otros países” detalló el activista.

“De los otros mil desconocemos porque la fiscalía no nos informa si los identificaron y algunas veces las familias tampoco”, han localizado cuerpos putrefactos, osamentas, restos óseos humanos, casi el mismo porcentaje de cada uno, aunque los hallazgos de huesos son los más numerosos.

En cuanto a las fosas, “las cuales se nombran a partir de tres cuerpos, creo que hemos estado en arriba de 300 fosas, la más grande, empezamos en Tijuana a apoyar a las familias, que ellos salieran a buscar, en 2020 ya empezamos a sacar fosas grandes… fue algo muy bonito y algo muy triste para mí.

“Empezamos en el Valle de San Pedro con más de 60-70 cuerpos, luego fue Loma Tova allá en Tecate con casi 22 cuerpos, luego llegamos a Urbi Villas del Prado, ahí sacamos una fosa de 23 personas, me llamó mucho la atención ahí porque la mayor parte, el 60 por ciento eran mujeres, es cuando ya me empiezan a solicitar apoyo para muchos estados, en 2020 me reciben en Guaymas, Sonora y todo el Estado de Baja California. Michoacán. Me invitaron a Jalisco, tuve una búsqueda en Ciudad de México, Estado de México, Guatemala, Estados Unidos. Ha sido un camino muy pesado, muy largo, pero también una satisfacción humana apoyar a estas familias y la confianza que nos tenido la gente de invitarnos a otros estados”, describió.

 

DE LOS RIESGOS Y AMENAZAS

Al anunciar su retiro del activismo, Carrillo agradeció “a todos, yo no tuve amenazas directas por buscar a mi hijo, me abrieron las puertas de los terrenos a donde iba, nunca me impidieron buscar”.

Foto: Rosario Mosso Castro

Pero habló de un riesgo presente a diario a los padres buscadores: “Tuve amenazas por buscar a otras personas, y por localizar a otras personas. Incluso mi hijo está en Estados Unidos por el tema de asilo político, a él sí le presentaron las armas largas varias veces, hasta que se fue a Estados Unidos. También nos han amenazado en los puntos de búsqueda diciendo que nos saliéramos de ahí, en uno hubo balazos, en otro tuve intervenciones. Hace poco un grupo armado que también se nos acercó, no nos hizo daño, solamente nos pidió que nos saliéramos del lugar.

“La mayoría eran amenazas que nos decían: ‘No busque a este cabrón, porque este cabrón ya debía varias, siga buscando a su chamaco, jefe…’. Y apoyaba a las familias y me decían ‘sálgase de ahí’”.

 

SIN LOCALIZAR

De acuerdo a reportes de los colectivos en Baja California, existe registro de por lo menos 23 mil personas desparecidas en los últimos cinco años, “entre denunciados, que no baja de 2 mil 500 por años, y no denunciados”.

Conforme a los registros de Fundación Todos Somos Erick Carrillo”, de las personas reportadas con ellos desde su registro, aún estarían pendientes de localizar entre 4 mil y 7 mil desaparecidos.

La diferencia entre los números es porque: “Esta fundación es muy grande, tenemos mucha gente a nivel nacional, en otros países, hay localizados de los que no se nos informa, y hay otros que ya no están en la fundación, entran salen desconocemos los motivos”.

Rosario Moss / Ernesto Eslava / Mara Yáñez

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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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