Ante la diversidad de situaciones que convergen en el fenómeno migratorio, Mónica Ramírez, fundadora y presidenta de “Justicia para Mujeres Migrantes”, destacó la importancia de promover una agenda binacional en materia migratoria, dado que este fenómeno trasciende fronteras.
“El punto es garantizar que reconozcamos nuestro compromiso de explorar la posibilidad de crear una agenda binacional. Hablamos de temas clave, como la necesidad de prevenir y remediar la narrativa anti-mexicana que prevalece en los Estados Unidos”, comentó la activista durante su visita a México en octubre, con motivo de la toma de protesta presidencial de Claudia Sheinbaum.
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La asociación “Justicia para Mujeres Migrantes”, en colaboración con “Mi Familia Vota”, formó parte de las dos delegaciones que representaron a Estados Unidos en dicho evento. Durante su estadía, participaron en mesas de diálogo con representantes de Relaciones Exteriores, consulados y organizaciones defensoras de los migrantes, con el objetivo de comprender mejor la situación en México y fomentar la creación de una agenda colaborativa entre los niveles federales de ambos países.
“Se necesita mayor coordinación entre los grupos de la sociedad civil, pero también hablamos de fondos, recursos, dinero. Tuvimos conversaciones con personas del ámbito filantrópico. Es esencial contar con un plan regional, no sólo de Estados Unidos”, expresó Ramírez en entrevista con ZETA.
Vulnerabilidades de mujeres y niños migrantes
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A pesar de los esfuerzos realizados por la sociedad civil para acoger a los migrantes, la migración continua y la falta de acceso a información generan vulnerabilidades significativas, especialmente para mujeres y niños. Estos grupos enfrentan mayores riesgos de violencia y desaparición debido a su desprotección.
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“¿Cuáles son las necesidades básicas de las personas migrantes que cruzan por México? Es crucial que los gobiernos asuman el liderazgo para proveer estas necesidades. Sin lo básico, siempre habrá personas que intenten aprovecharse de ellas”, subrayó Ramírez.
Entre los principales peligros para las personas en tránsito, mencionó la extorsión, la trata de personas, la falta de vivienda y la ausencia de oportunidades. La activista destacó la urgencia de mejorar los sistemas migratorios, pues los actuales no son suficientes para atender la creciente demanda de tarjetas de visitante por razones humanitarias.
Atención a menores no acompañados y legislación global
Ramírez también enfatizó la importancia de fortalecer los módulos de atención a menores no acompañados, tanto a nivel local como internacional. Advirtió que la normalización de la migración infantil con la esperanza de encontrar trabajo en otros países expone a estos menores a mayores peligros. Asimismo, exhortó a los abogados y legisladores a promover reformas que protejan a las infancias migrantes.
“El mundo ha cambiado. Vivimos en una economía global en la que las personas se mueven por trabajo, industria o incluso por el clima. Estamos en una situación muy diferente a la de años atrás. Los líderes deben responder con un enfoque que entienda esta nueva realidad. Las leyes necesarias no pueden ser exclusivas de un país u otro; deben tener un enfoque global, considerando que las personas seguirán moviéndose”, concluyó Ramírez.
