La XVII Legislatura del Congreso del Estado de Baja California Sur se pronunció en contra del megaproyecto “Baja Bay Club”, que pretende instalarse en el Parque Nacional Cabo Pulmo, por lo que emitieron un exhorto para que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) deje sin efecto las autorizaciones otorgadas para este complejo turístico.
El exhorto partió de un punto de acuerdo promovido por la diputada del Partido Acción Nacional (PAN), Guadalupe Saldaña Cisneros, quien enfatizó desde tribuna que este megaproyecto viola la Constitución Política de México y de Baja California Sur, así como la Convención sobre la Diversidad Biológica, la Convención Ramsar sobre Humedales de Importancia Internacional, la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.
Los diputados concluyeron que Baja Bay Club transgrede diversas disposiciones jurídicas, recalcando que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) declaró que no es compatible con el Parque Nacional Cabo Pulmo.
La XVII Legislatura pidió a la Semarnat revisar y dejar sin efectos jurídicos la autorización condicionada en materia de impacto ambiental a este megaproyecto, otorgado al Fideicomiso Cabo Dorado con número F/4084 mediante oficio ORE.SEMARNAT-BCS.00335/24, de fecha 22 de agosto de 2024.
Asimismo, el Congreso del Estado pidió a la autoridad correspondiente que revise adecuadamente el estudio técnico justificativo.
También demandó a la Semanart que niegue al Fideicomiso Cabo Dorado la autorización de cambio de uso del suelo de terrenos forestales para la realización de Baja Bay Club, así como las concesiones de uso y aprovechamiento de aguas nacionales subterráneas o superficiales y los permisos de descarga de aguas residuales.
Cabe recordar que fue en agosto, antes de finalizar el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, cuando se otorgó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) a este complejo turístico, sin embargo, se hizo público hasta que inició la administración de la presidenta, Claudia Sheinbaum.
Asociaciones civiles, como Greenpeace, exhibieron que pretenden construir 422 villas, 275 habitaciones de hotel, un club de playa, infraestructura para embarcaciones y un campo de golf en una extensión de 600 hectáreas.
Advierten que si se lleva a cabo este megaproyecto habría riesgo inminente en contra de la diversidad marina de Cabo Pulmo, así como una amenaza directa contra habitantes que ya enfrentan la crisis hídrica.
El diputado presidente de la Comisión de Ecología y Medio Ambiente, Erick Iván Agúndez Cervantes (PVEM), se pronunció en contra de cualquier proyecto que dañe los ecosistemas de la entidad, por lo que aseguró que trabajarán para defender las playas de Baja California Sur.