Morelia, Michoacán.- Tras siete días de intensa actividad, el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) presentó la última cinta de la sección de competencia mexicana, “Lázaro de noche”, la obra más reciente del director de culto Nicolás Pereda, la cual muestra al día a día de tres amigos que audicionan para una misteriosa película.
Para Catalina el presentar esta cinta en el FICM es algo especial, “es un festival muy importante para Nicolas, aquí se estrenó su primer largometraje y 18 años después estamos aquí, con los mismos personajes, el mismo equipo de producción y con un invitado especial que es Gabriel Nuncio”. Agregó que uno de los temas importante de la película es la temporabilidad, la forma en que mentalmente se puede estar en un sitio aunque físicamente estemos en otro.
Otro detalle importante que comentó fue que era necesario narrar la historia de “estos adolescentes perdidos en esos talleres literarios donde no van a convertirse en escritores sino a conocerse entre ellos, a ahondar en el conocimiento de ellos mismos”.
Para Nuncio, el estar en el proyecto es una experiencia diferente, remarcando que “agradezco mucho que Nico me haya invitado sin hacer casting, que haya sido un email”, su papel en esta producción es la de un director de cine que busca romper, en apariencia, los castings tradicionales, aunque es manifiesta su indecisión sobre lo que realmente desea, quien es, además, sometido por su pareja que es su coguionista.
Sobre la evolución de Nicolás como director, Catalina comentó que “siento que hay nuevos elementos que se han ido incorporando desde su primera película que era más solemne”, dando paso a una comicidad que comienza a despuntar desde su pasada cinta, “Fauna”, con la que “Lázaro de noche” dialoga en términos creativos y de estilo.
Al ser cuestionada sobre la forma este tipo de producciones encuentra escaparates, la productora dijo que “hay una audiencia muy específica que busca este tipo de películas, este tipo de géneros como el que hace Nicolás, hay muchos autores que hacen este tipo de cine que no van a buscar a sus espectadores, sino que éstos lo buscan. Es como un libro raro”.
Uno de los aspectos de la cinta que más llaman la atención es la reintepretación que se hace en ella de la historia de “Aladino y la lámpara maravillosa” el cual es un “Aladino precapitalista que no busca volverse rico sino sólo satisfacer sus necesidades primarias. Irving Eduardo Torres Yllán / Especial para ZETA
