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lunes, octubre 21, 2024
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Corredor Agua Caliente: insuficiente y engañoso

A once meses de iniciar formalmente el Corredor Agua Caliente en Tijuana, el proyecto de transporte masivo del gobierno de Marina del Pilar Ávila Olmeda sigue sin funcionar conforme a lo prometido: prácticamente es inexistente el cobro por tarjeta de prepago, no se ha reducido substancialmente el tiempo del trayecto y hay escasez de unidades destinadas al servicio gratuito de mujeres.

El avance más significativo fue retirar a alrededor de 500 taxis de la ruta Rojo y Negro del Bulevar Agua Caliente, sin embargo, la distribución de éstos a otros puntos de la ciudad no ha beneficiado a usuarios de las zonas más lejanas del Este y Sur de la ciudad, quienes diariamente esperan hasta dos horas en las zonas Centro y 5 y10 para abordar un taxi de ruta por falta de unidades.

A decir del director del Instituto de Movilidad Sustentable (IMOS), Jorge Alberto Gutiérrez Topete, una vez que se consolide el Corredor Agua Caliente, se extenderá otro corredor hacia el Este, desde Villa del Campo hasta el Centro, o bien, de Otay al Centro, para lo cual ya hay pláticas con la empresa Azul y Blanco.

El funcionario ha adelantado la intención de construir un teleférico con apoyo de recursos federales, pero aún no ha definido la ruta ni cuándo comenzará a construirse. Entretanto, no hay certeza de cuándo podrá operar conforme a lo proyectado el Sistema Integral de Transporte de Tijuana (SITT), ya que, si bien se firmó un acuerdo entre Estado y Municipio para pasarlo al primero, el Ayuntamiento tiene una disputa legal con empresa proveedora de los camiones (SITT de Tijuana, SA de CV) y con la empresa recaudadora (SOPROES Baja, SA de CV).

Respecto a la operación del SITT, el regidor Arturo Aguirre González se pronunció a favor de que el gobierno use la “parte coercitiva para echarlo a andar”, puesto que ya se cuenta con la infraestructura, la cual costó alrededor de 800 millones de pesos.

Jorge Alberto Gutiérrez Topete, Secretario de Movilidad, Foto: Cristian Torres

Se sabe que la administración anterior pagó 209 millones de pesos a Banobras y, luego de rehabilitar 17 estaciones e implantar el SITT Binacional, dejó el sistema con una operación “crítica”, pues estaban circulando dos camiones a finales de septiembre.

Por su parte, el gobierno municipal de Ismael Burgueño aún no da a conocer públicamente su estrategia para reactivar el SITT.

 

SIN RASTRO DE TARJETAS PARA EL AGUA CALIENTE

La semana pasada, Gutiérrez Topete anunció que a partir del 14 de octubre se entregarían 71 mil tarjetas de prepago para el Corredor Agua Caliente (equivalentes al total de usuarios diarios) mediante la Secretaría de Bienestar del Ayuntamiento y en jornadas del gobierno estatal.

Asimismo, Marina del Pilar Ávila Olmeda dijo que los plásticos podrían ser adquiridos y recargados en cualquiera de los 29 establecimientos Oxxo a lo largo de la llamada Ruta 13; sin embargo, al cierre de edición (jueves 17 de octubre) no había llegado tarjeta alguna al IMOS en Plaza Patria, ni había fecha para que eso ocurriera.

Un trabajador indicó que esperaba las tarjetas desde hacía un mes, y con más antelación, desde enero.

Al cierre de este reportaje, los plásticos tampoco estaban disponibles en las tiendas de conveniencia y la información proporcionada discrepó entre establecimientos. En una de las sucursales, una trabajadora expresó que la recarga sería gratuita en una máquina especial que ya había llegado al establecimiento, sólo depositando el monto deseado en la tarjeta. Pero la empleada de otra tienda aseguró que la comisión sería de 10 pesos por recarga. Sobre la venta de tarjetas, ambas afirmaron desconocer cuánto costarían y cuándo podrían tenerlas.

El plan del IMOS es que una vez que sean distribuidas las tarjetas en Tijuana se replique la estrategia de Mexicali para “castigar” el uso de efectivo, manifestó el titular del IMOS en atención a medios el 9 de octubre, aunque no precisó cuándo ni cuánto podría incrementar el costo del pasaje en efectivo.

En agosto, en la Capital del Estado, el pasaje subió 20 por ciento, de 15.50 a 20 pesos, para quienes pagan con monedas y billetes.

Un día después, al ser testigo de la puesta en marcha de once unidades más en el Corredor Agua Caliente, con las que sumaron 76 camiones negros (del Grupo Bajabus), Gutiérrez Topete reconoció que falta por instalar 20 paraderos y delimitar el carril derecho de uso preferente para los camiones.

No obstante, una parte de los paraderos colocados desde hace un año luce con basura, grafiti, cristales quebrados y no funcionan las lámparas instaladas junto a las bancas. Tampoco se ha retirado el mobiliario urbano antiguo a lo largo de la vialidad, ni se han modificado algunos cordones de aceras, lo cual correspondería a la autoridad municipal.

De acuerdo con el director del IMOS, por ese corredor circulan 21 camiones de Ruta Violeta, destinados a prestar el servicio gratuito a mujeres, y está pendiente la llegada de entre tres y diez camiones eléctricos sin que haya fecha para ello.

Ana, una usuaria, calificó con 7 el servicio del Corredor Agua Caliente, ya que los camiones negros pasan de manera constante, pero el problema es que se debe tener el dinero exacto porque si das un billete de 20 pesos los operadores “batallan con el cambio”.

Mientras los camiones violetas son insuficientes y tardan hasta 40 minutos en pasar, “últimamente me han negado el servicio en dos ocasiones, porque supuestamente presentan fallas mecánicas y tienen que llevarlos al taller”, denunció.

Foto: Jorge Dueñes

Debido a que son pocos y hay mucha demanda, “los retacan” aunque vayan llenos, incluso excediendo el límite permitido, sin que autoridad alguna los sancione. La saturación genera dificultad para descender de la unidad, además de que los conductores, tanto hombres como mujeres, “gritan indicaciones todo el camino de una manera que no es amable”.

El trayecto de los camiones negros y violeta tarda en promedio alrededor de 30 minutos del Centro al Bit Center, dependiendo del tránsito, lo que implica más de una hora para completar el trayecto de 16 kilómetros que abarca la ruta hasta el Parque Esperanto en la delegación La Presa, por lo que la afirmación de la gobernadora, de que se ha “logrado reducir los tiempos de traslado” con el proyecto, fue puesta en entredicho.

“Hacía mucho menos tiempo antes, cuando estaban los otros taxistas, porque esos pasaban de manera mucho más constante y eran muchos más”, comentó Ana.

Michelle, quien va de La Mesa al Bulevar Las Huertas por el Corredor Agua Caliente, dijo que frecuentemente usa el camión negro porque es “más rápido” que el violeta. El tiempo máximo de espera del camión a mediodía ha sido de hasta 20 minutos. En su opinión, es una mejoría que los camiones sean más amplios, pero lamentó que los conductores los saturen.

En septiembre de 2022, Gutiérrez Topete dijo en entrevista con ZETA que el tiempo del recorrido total de la ruta sería de 40 minutos, usando carril derecho (preferente, pero no confinado).

 

PLÁTICAS PARA MODIFICAR PARADEROS

Una vez instalada la Comisión de Planeación, Urbanismo, Desarrollo Metropolitano, Obras y Servicios Públicos, habrá pláticas con transportistas para trabajar en un proyecto para “reordenar” los paraderos, adelantó el presidente de ese cuerpo edilicio, Arturo Aguirre González.

El también empresario transportista manifestó que hay “avances” y las pláticas con el sector serán a finales de octubre y durante noviembre.  “Estoy buscando con los transportistas ese proyecto para llegar a un acuerdo”, reiteró.

El Plan de Movilidad señala que debe haber un paradero cada 500 metros, se tienen que considerar a las personas con capacidades especiales, así como la población transportada por cada ruta.

Igualmente, se pretende que en los horarios pico (de mayor afluencia) el carril del lado derecho sobre Bulevar Agua Caliente sea únicamente para el transporte público, así como sincronizar los semáforos en ésta y otras vialidades primarias para reducir el tiempo de traslado de los usuarios.

A su parecer, se deben acercar los proyectos a los transportistas, ya que entre ellos está arraigada la idea del hombre-camión y ven con desconfianza cambios como el sistema de tarjetas de prepago, que se aplica en Ciudad de México, Puebla y Monterrey.

 

EN LA ANARQUÍA

Apenas cae la tarde y aparecen las largas filas de usuarios de transporte público en varias calles de la Zona Centro, como en Calle Madero y Quinta, donde se ubica la lanzadera de los taxis del Centro a Cedros, en Santa Fe.

En el lugar, Isabel Nieblas refirió a este Semanario que es “pésimo” el transporte público en la ciudad. A veces “hacemos hasta dos horas” esperando el taxi y la fila llega hasta Avenida Revolución. Ya en el taxi, Isabel hace hora y media en llegar a casa.

“El transporte ha ido empeorando, porque están haciendo más fraccionamientos y hay una sola salida”, subrayó.

Otro usuario de la misma ruta, de nombre Juan Manuel, mencionó que sale de su vivienda a las seis de la mañana rumbo a su trabajo. En la tarde se forma en la base a las 18:30 horas, pero llega a su casa entre las 20:30 y 21:00 horas “ya nada más para dormir”.

Ambos usuarios se quejaron de que después de la pandemia de COVID-19 se quitó la ruta de camiones que iba del Centro a Santa Fe por el Bulevar Fundadores. “Hace falta más transporte para Santa Fe, Pórticos, Cedros”, indicaron.

En su opinión, los transportistas “se ponen sus moños y ya no se van si no van llenos”, cuando antes salían de la base sin estarlo. “A partir de la pandemia quitaron el asiento de atrás del conductor, pero ahora hacen que el pasaje se siente ahí, lo que es más riesgoso y en un accidente, ¿quién va a responder?, pero uno quiere llegar a su casa y pues, vámonos, sin que la autoridad vigile”, agregó Juan Manuel.

Abril, una usuaria de la ruta del Centro a La Morita, al menos hace una hora y media para llegar a su casa, lo que consideró “excesivo”, al igual que el costo, ya que trasladarse implica invertir hasta 68 pesos diarios, pues toma dos transportes. Por otro lado, “no es muy seguro” ir en la noche al Centro para tomar el taxi de ruta.

Sobre la calle Segunda, Rebeca usuaria del taxi de ruta del Centro a Casa Blanca, reveló que desde septiembre todos los días se hacen filas de hasta dos horas para abordar el taxi, por el tráfico que se hace sobre la Vía Rápida y debido a que hay poco transporte.

“Me gustaría que las unidades anduvieran en mejores condiciones, andan de milagro, con llantas con las que apenas si pueden andar. La parte de adentro es antihigiénica, y por necesidad la usamos”.

Aunado a ello, le han tocado “pequeños choques” y, aun cuando la ruta presta servicio las 24 horas, después de las 22:00 horas los usuarios deben esperar “mucho tiempo para que se llene el taxi, porque mientras, no se va”.

La mayoría de los entrevistados vieron positivo que en rutas largas presten el servicio transportes grandes, “ya que va mucha gente” hacia Terrazas, El Refugio y Santa Fe, por citar algunas colonias.

Autor(a)

Julieta Aragón
Julieta Aragón
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco. Cursé la maestría de Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y sigo en proceso de tesis. Soy reportera de ZETA desde 2017.
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