La capacitación y profesionalización del personal especializado en gastronomía en Baja California podría disminuir la competencia desleal que existe en la disputa por el personal más calificado entre los restaurantes de la región. Aunque también podría impulsar un nuevo reto en la exigencia de mejores sueldos por parte de los egresados de la Licenciatura en Gastronomía, que han dejado de conformarse con ingresos completados por las propinas de los comensales.
“Es muy importante que cada vez haya más escuelas que impartan Gastronomía; también nos ayuda a nosotros a tener más gente capacitada dentro del campo laboral. Pero también es importante mencionar que, cuando estudias una carrera de gastronomía y estás entrevistando a uno de esos muchachos que viene y está estudiando todavía, a veces se sienten como que… ‘No, permíteme, a mí no me vas a ofrecer el puesto de mesero, yo voy a ser el chef del restaurante’; pues espérate, porque apenas estás estudiando y, de alguna forma, tienes que entrar y me estás pidiendo un horario”, dijo Zaida Luz López, presidenta de Canirac Tijuana.
“Entonces, sí salen con un empoderamiento diferente del campo laboral al que van a ir a pedir trabajo. Algunos estudian la carrera de gastronomía y no se dedican a la cocina, ni a ser el dueño; se convierten en administradores, encargados de recursos humanos, de compras o de finanzas. Entonces, no todos van directamente a la propuesta de cocinar, sino a todas las áreas que puede tener un restaurante”, añadió.
La Universidad Tecnológica de Tijuana (UTT) es la institución que recientemente abrió 120 espacios en gastronomía en Tijuana y mantuvo 50 en Ensenada. Su estudio de mercado indica que hay demanda por estudiar la carrera, y hay espacios laborales. Cada alumno contribuye con cuatro mil 100 pesos por cuatrimestre. La UTT se promueve entre la industria turística para que sus egresados logren integrarse mediante un título como técnico universitario superior en Gastronomía, adquirido luego de un año y ocho meses de la carrera, la licenciatura en Gastronomía al concluir el programa y las tres certificaciones: en cocina tradicional mexicana, en hotelería y hospitalidad; así como en prácticas verdes en áreas de trabajo.
“Acudimos a los hoteles, acudimos a la Canirac, nos apoyamos en los estudios de la Secretaria de Economía, de la Secretaria de Turismo y nos dicen que hay mucha más oferta que la capacidad de captación de trabajadores con capacidades. Entonces nosotros nos sumamos a ese esfuerzo en la posibilidad de en este momento tener a 120 en Tijuana y 50 en Ensenada, pero aun así no creo que vamos a resolver. Primero empezó UABC en Tijuana y lanzaron su convocatoria, cerraron la capacidad por sus grupos y quedaron muchos alumnos sin poder estudiar”, explicó Salvador Morales Riubí, rector de la Universidad Tecnológica de Tijuana (UTT).