Abandonó el Senado

A quien después de la derrota del 2 de junio se le olvidó hasta el Senado de la República, fue al petista Jaime Bonilla Valdez. El ex gobernador de Baja California, primero en llegar por Morena y ahora coordinador del PT en el Estado, buscaba la reelección al Senado, pero quedó en la quinta posición de la preferencia de los votos, siendo superado incluso por David Saúl Guakil y por Juan Carlos Hank Krausse. Total, que, a partir de ese momento, el propietario del medio de comunicación PSN mantuvo un bajo perfil, tan bajo, que ni la Cámara de Senadores le merceció su presencia. Según consta en documentación oficial, desde el 12 de marzo, Bonilla no ha quedado registrado con su voto como participante de las sesiones; aunque asegura que sí acudió por lo menos hace una semana, a hacer entrega de la senaduría que ganó, también con Morena en 2018. Lo que sí, mantendrá la coordinación del partido rojiamarillo, que aun con la poca votación en BC, alcanzó suficientes sufragios para recuperar las prerrogativas, colocar a una diputada y a varios regidores en los cabildos del Estado. Con sólo dos iniciativas presentadas en 2018 y febrero de 2023 -de las cuales ninguna fue aprobada-, además de tres intervenciones en el Senado de la República para golpear mediáticamente a la mandataria Marina del Pilar Ávila Olmeda, Bonilla ha terminado su labor legislativa, pues durante la campaña que encabezó con el PT, no solicitó licencia al cargo de senador, aunque tampoco hizo presencia en ninguna de las actividades de la Cámara, como puede constar en la revisión de la agenda legislativa. Realmente la senaduría no fue lo suyo. En 2018 tomó posesión y la abandonó a los pocos días para asumir como delegado único en Baja California, después la desdeñó para ser candidato a gobernador del Estado y posteriormente mandatario estatal por dos años; al término de su periodo regresó al Senado aunque sólo fuera para la foto, y, dicen, por el fuero… pero ya se le acabó.