Manuel N., esposo de Gabriela Gutiérrez, enfermera del Hospital Materno Infantil, fue vinculado a proceso como presunto autor intelectual de su feminicidio, perpetrado el 12 de julio de 2024, a las afueras de su domicilio en la colonia Mariano Matamoros Sur, en Tijuana.
Al terminar su jornada laboral, Gutiérrez regresaba a su hogar, ubicado en la calle Batalla de Oaxaca, a bordo de su vehículo Ford Focus, color gris, cuando fue interceptada alrededor de las 8:35 a.m. por un hombre que vestía una sudadera negra con estampado blanco, quien disparó en repetidas ocasiones hasta privarla de la vida.
De acuerdo con la relatoría de los hechos presentados durante la audiencia de vinculación a proceso del imputado, Manuel y Gabriela iniciaron una relación en 2010, contrayendo nupcias en 2014. Como fruto de la relación, tuvieron dos hijos: un niño, actualmente de 17 años, y una niña de 5 años.
Con el pasar de los años, y de acuerdo con lo relatado por diversos testigos, la relación se tornó violenta. Manuel era un hombre posesivo, celoso y controlador. Asimismo, no duraba mucho tiempo en los trabajos que conseguía, por lo que incluso la enfermera tuvo que convertirse en el único sostén estable de la familia, obligándose a conseguir dos trabajos.
En consecuencia de estos motivos, la pareja se separó. A pesar de que Gabriela en numerosas ocasiones le solicitó que se cambiara de hogar, él nunca cedió; vivían juntos en el mismo domicilio, aunque ya no se encontraban en una relación sentimental.
Continuando con su vida, la enfermera conoció a un hombre en marzo de 2023, por lo que alrededor de abril y mayo del mismo año iniciaron una relación.
A raíz de ello, nuevamente detonaron los celos, protagonizando incluso una escena en diciembre de 2023, cuando acudió a la posada de su trabajo, buscándola bajo pronombres deplorables. Según las evidencias presentadas por la agente del Ministerio Público, estos actos de violencia quedaron registrados a través de mensajes de texto, tanto de Manuel hacia Gabriela como de ella narrando diversas situaciones a sus personas de confianza.
Como condición para dejar el domicilio, le solicitó una suma de dinero a la madre de sus hijos, monto que Gabriela consiguió a través de un préstamo, advirtiéndole y fijando como ultimátum la fecha del 12 de julio para abandonar el hogar.
A pesar de ello, según una de las versiones de los testigos, ella temía por lo que pudiera ocasionar, puesto que sabía que la familia de su esposo tenía nexos con grupos delictivos. Incluso llegó a creer que había colocado un dispositivo GPS a su vehículo, puesto que siempre llegaba o le marcaba cuando se encontraba en ciertos lugares.
Ordenó su asesinato por “infidelidad”
De acuerdo con las evidencias mostradas por la agente del Ministerio Público, la narración de los hechos el día del siniestro se encuentra plasmada en testimonios y cámaras de videovigilancia.
Según la aportación de una vecina, quien manifestó conocer a la víctima desde hace 20 años, un vehículo Volkswagen Jetta color azul con logos de la marca de telecomunicaciones “Infinitum” y que portaba una escalera pasó por las cercanías del lugar. Así como un Volkswagen negro circuló por la calle en repetidas ocasiones.
Otro testigo narró que recibió una llamada el 11 de julio de un conocido, Jesús N., quien le ofreció el trabajo de llevar a una persona al bulevar 2000, por la cantidad de mil pesos; razón por la cual aceptó.
Al día siguiente, alrededor de las 8:00 horas, llegó a un sitio ubicado en las cercanías del incidente a bordo de su vehículo —anteriormente descrito con logos de Infinitum—. Mientras tanto, llegó Jesús en su vehículo —descrito como el Volkswagen negro—; en el asiento del copiloto se encontraba una persona desconocida, quien descendió. Cabe destacar que esta persona vestía una sudadera negra con estampado blanco, igual a la vestimenta descrita por los testigos oculares del incidente.
Su amigo le explicó que esta persona realizaría un trabajo en el área; acto seguido, sacó un arma y la metió en una caja blanca, comentando al desconocido que le avisará cuando llegue la enfermera. Alrededor de las 8:30 horas, el copiloto recibió una llamada, por lo que el testigo condujo el vehículo hasta que le señaló que esperara una cuadra antes. Durante la brecha de tiempo en que no sabía lo que sucedía, Gabriela fue privada de la vida. Después de ello, llevó a la persona de vestimentas oscuras al bulevar 2000.
Posterior al hecho, manifestó a Jesús que quería contar lo sucedido y le preguntó el porqué de lo ocurrido, a lo que él respondió: “Me contrató el esposo porque le era infiel y me dio un buen de dinero”. Ante el deseo de contar lo sucedido, amenazó con matar a su esposa en caso de que dijera algo.
Cabe destacar que, según los testimonios, el 24 de junio cuestionó a los familiares acerca de los seguros de vida de Gabriela. Así como al mantener una conversación con uno de ellos sobre el alza en asesinatos de mujeres, comentó que, además de ser asesinadas por involucrarse en la venta de narcóticos, también era “por infieles”.
De acuerdo con la necropsia realizada a la víctima, falleció a las 19:40 horas en el hospital por heridas derivadas de diversos impactos de proyectil de arma de fuego en el cráneo.
En razón a las evidencias y actos de prueba presentados, con base en el artículo 129 en sus fracciones 1 y 3 del Código Penal de Baja California, Manuel Isidro N. fue vinculado a proceso ante su presunta participación como instigador y autor intelectual del delito de feminicidio.
Se mantiene como medida cautelar prisión preventiva durante el plazo de investigación complementaria de tres meses, del 30 de agosto al 30 de noviembre de 2024.
Ante la resolución de la audiencia, Alejandra Ramírez Aguilar, prima de la víctima, consideró sabio el razonamiento de la jueza, por lo que dejarán la sentencia al criterio de los especialistas y la investigación de la fiscal.
“Impresionada, la verdad, es muy fuerte escuchar la forma en que todo fue realizado. ¿Qué te puedo decir? Ante qué persona estamos, ¿no?”, comentó.
Y agregó: “Muy triste porque, a final de cuentas, era parte de la familia, el papá de mi sobrina, la persona que estaba dando la cara después de la pérdida de Gaby, y, pues, retirar esa figura para esas criaturas va a ser lo más difícil”.