Del panismo de Ruth Hernández nadie duda en el Partido Acción Nacional, la suya ha sido una carrera que arrancó cuando el PAN era oposición en Baja California, y hasta cuando se encumbró en el poder y lo perdió con Francisco Vega de Lamadrid. Ruth, que ha sido legisladora y oficial mayor del Gobierno del Estado, nunca dejó sus posiciones críticas cuando los representantes del albiazul en el gobierno le entraron de lleno, y nada paulatinamente, a la corrupción. A pesar de ello y de grillas internas, la mujer ni ha dejado al partido, ni ha traicionado sus intereses. Por eso, ahora que el 11 de noviembre se renovará la dirigencia estatal que en Baja California ocupa Mario Osuna, Hernández está siendo convocada por panistas para entrarle al proceso y dirigir al partido en el Estado como una oposición real, contestataria, denunciante del gobierno de Morena y acompañante de la sociedad, lo cual dicho sea, al albiazul le hace mucha falta, pues junto con el PRI, quedaron reducidos en las derrotas y con la cabeza enterrada, avasallados por el morenismo bajacaliforniano.