Tal parece que entre sus acciones y lo que pregona públicamente el presidente municipal de Tecate, Edgar Darío Benítez, hay una inmensa incongruencia, luego que hace unas semanas informara la clausura del relleno sanitario ubicado sobre la Carretera Libre Tecate-Tijuana, a la altura del bajío donde opera la empresa ADDO, concesionaria de la basura en el Pueblo Mágico. De repente, el camino para llegar al relleno fue pavimentado, pero no por cualquier pavimentador, sino nada más y nada menos que con el asfalto producido por la planta asfaltadora propiedad del Ayuntamiento, la cual ha estado abandonada (sin permisos ni anuencias para operar) y sólo fue echada a andar durante la campaña en la cual salió derrotado Benítez como candidato del PES al gobierno de la ciudad, para producir 300 metros cúbicos de asfalto, los cuales, ahora se sabe, fueron utilizados para pavimentarle el camino a la empresa que el alcalde señaló de “abusiva, con concesión leonina, El Hampa de la Basura”. Una incongruencia total, dado que el 70% de Tecate carece de mantenimiento en sus calles o no están pavimentadas, y cuando Benítez generó asfalto, mejoró las condiciones… pero de la empresa a la que tildó de leonina. Aunque ahora dicen en los corrillos municipales que antes de concluir la administración, el pesista pretende darles la concesión para un segundo relleno sanitario, mientras la asfaltadora sigue abandonada en dichas instalaciones.