Todo paciente diagnosticado como posible sospechoso de estar desarrollando cáncer, derivado de estudios que se realizan en las diversas instituciones de salud en Tecate, es canalizado al municipio de Tijuana. Pacientes de cualquier edad deben trasladarse al municipio fronterizo para poder ser atendidos por oncólogos, recibir quimioterapias, citas médicas, revisiones; todo este proceso se programa a kilómetros de distancia del domicilio de los usuarios de servicios de salud.
Sarah Montenegro, de 61 años, residente de la ciudad de Tecate, ha sido paciente de cáncer. Recientemente, recibió un reembolso de 200 mil pesos por gastos en radioterapia, los cuales había cubierto en un hospital privado. Para hacer frente a los costos de medicamentos y quimioterapia, tuvo que empeñar su casa.
En dos ocasiones ha luchado contra esta enfermedad, la primera vez en 2020, cuando fue diagnosticada con cáncer de mama. En ese entonces, debido a la pandemia, no pudo recibir tratamiento en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a pesar de ser una trabajadora jubilada de esa institución; el sistema de salud se encontraba enfocado en atender a pacientes con COVID-19.
En 2023, tras vencer el cáncer de mama, fue diagnosticada nuevamente, esta vez con cáncer de recto. Ni el IMSS ni ninguna otra institución gratuita en Baja California pudieron cubrir sus gastos de tratamiento. Actualmente continúa su tratamiento, el cual incluye tomar Exemestano durante cinco años. A menudo, se ve obligada a comprar el medicamento, ya que la clínica a la que asiste en Tijuana no siempre puede surtir su receta.
“Las autoridades compran y presumen la adquisición de aparatos que realmente no operan, no funcionan, están ahí en el abandono”, comentó un paciente.
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El caso más reciente es el acelerador lineal de la clínica del IMSS en Tijuana, que fue presentado públicamente en agosto de 2023 por la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, el secretario de Salud, Adrián Medina Amarillas, y el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo Aburto. El acelerador instalado en el Hospital Regional Número 20 en Tijuana, requirió una inversión de más de 95 millones de pesos, para presuntamente generar un beneficio de 2.4 millones de personas que lo requieren, con una capacidad para atender a 40 pacientes todos los días en atención a tumores como cáncer de próstata, ovario, pulmón, colón, linfomas, entre otros.
Fue hasta inicios del 2024 cuando el acelerador comenzó a funcionar, con una lista de espera inimaginable de pacientes que, por meses, vieron mermados sus tratamientos. Un cinco por ciento de los pacientes diagnosticados en 2023 con cáncer falleció esperando que el acelerador funcionara, los medicamentos se surtieran y que los especialistas oncólogos los recibieran.
Los pacientes con cáncer calculan que un tratamiento completo para poder hacer frente al cáncer alcanza los 300 mil pesos: aproximadamente dos mil 500 pesos de manera semanal, para poder asistir a quimioterapia y citas médicas, esto basado en costos de gasolina o transporte, alimentos y acompañantes.
Solamente en el municipio de Tecate, más de una veintena de pacientes han hipotecado viviendas, dejado en prenda escrituras de terrenos, vendido sus bienes, realizado colectas.
“Hacemos de todo para que nuestro hijo hoy reciba todas las quimios que requiere, Fernando tiene 8 años. Como madre te digo que mi hijo no va morir por falta de dinero aunque lo perdamos todo. No es posible que niños, jóvenes y adultos estén muriendo por falta de dinero cuando es un derecho recibir atención a la salud y una obligación de las autoridades”, demandó la mamá de Fernando.
Actualmente, el único mastógrafo con el que cuenta Tecate no funciona. Éste se encuentra en el Hospital General, ubicado en la calle quinta de la colonia Juárez.
