Dentro de la competencia a Premio Mezcal del FICG39, los largometrajes que dirigen Alejandro Gerber Bicecci (“Arillo de un hombre muerto”) y Julián Hernández (“Los demonios del amanecer”), sobresalen en la selección oficial del encuentro fílmico mostrando, por un lado, la desesperación de una esposa por ubicar a su marido desaparecido, y por otro, la hostilidad hacia la orientación sexual abierta y diversa.
Protagonizad por Adriana Paz y Noé Hernández, “Arillo de un hombre muerto” se convierte en el tercer filme de Alejandro Gerber, y que en su relato muestra a Dalia, mujer cuya relación viene quebrándose de años atrás. En un día común, su esposo Esteban desaparece, por lo que su espíritu, amor y preocupación como madre estarán a prueba contra la ineptitud de autoridades, sistema y señalamientos matrimoniales.
Asimismo, Gerber adentra a la desesperación, ausencia emocional y, al desmoronar de una relación que conduce a una actitud acusadora y conspiradora por parte de las autoridades hacia la víctima como responsable de su propia tragedia.
Por otra parte, la cinta dirigida por Julián Hernández, la cual también compite por el Premio Maguey, muestra la lucha día con día de Orlando y Marco, dos jóvenes con sueños profesionales que deben enfrentar un mundo diverso, cambiante, antipático, que los llevará a aprender que la noche puede ser su aliada en la unión de cuerpos, alma y sincronía, dejando de lado “Los demonios del amanecer”.
Bajo la producción de Roberto Fiesco e Iliana Reyes Chávez y guion coescrito por Gustavo Hernández de Anda, la película estelarizada por Mauro González y Javier Oliván es un llamado al respeto por los derechos de la comunidad LGBT+.
Otras ficciones y documentales en competencia son “La arriera”, de Isabel Cristina Fregoso; “Corina”, de Úrzula Barba Hopfner; “Jíkuri: Viaje al país de los tarahumaras”, Federico Ceccehetti; “No nos moverán”, Pierre Saint Martin; “Vergüenza”, Miguel Salgado; “Estado en silencio”, dirigida por Santiago Maza; “Hilando sones”, de Ismael Vásquez Bernabé; “Lachatao”, Natalia Bruschtein; “Trato de invisibilidad”, Luciana Kaplan); y “Después”, de Sofía Gómez Córdova.
