A una semana de asesinado el presunto narcotraficante Eliseo Imperial Castro, alias El Cheyo Ántrax, ni autoridades del Estado de Sinaloa, ni mandos federales, cuentan con una línea de investigación sólida para dar con el paradero de los homicidas de uno de los fundadores del grupo de sicarios Los Ántrax, del Cártel de Sinaloa.
El sobrino de Ismael “El Mayo” Zambada García, principal líder de la referida organización criminal, fue privado de la vida a balazos la tarde del jueves 30 de mayo por un comando armado sobre la carretera México-Nogales, a la altura de los deshuesaderos de autos y cerca del panteón Jardines del Humaya, al sur de Culiacán, Sinaloa.
Eran aproximadamente las 14:30 horas cuando la Policía Municipal recibió el reporte de un tiroteo. El Cheyo Ántrax se desplazaba a bordo de una camioneta Chevrolet Colorado color blanco cuando fue atacado por sujetos que viajaban en diversos automotores. Los sicarios impactaron la cabina de la camioneta, cuyos cristales presentaban orificios de proyectiles de arma de fuego.
Al arribo de policías y militares, Imperial Castro yacía inerte sin vida en el asiento del conductor. De acuerdo con algunos testigos, los atacantes todavía tuvieron tiempo de rematarlo para evitar alguna sorpresa futura. Personal de Servicios Periciales de la Fiscalía de Sinaloa colectaron en el lugar aproximadamente 40 casquillos de armas de fuego largas.
El Cheyo Ántrax, de 40 años de edad, era considerado el actual líder de Los Ántrax, una de las múltiples células del Cártel de Sinaloa. Se encontraba confrontado con el grupo criminal de Los Chapitos o Los Menores, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, con quienes disputaba la plaza de Culiacán. Tiempo atrás, Los Ántrax también disputaron territorios con otras facciones del mismo cártel en el Estado de Sonora.
Eliseo Imperial, primo y ex escolta de Ismael Zambada Imperial alias El Mayito Gordo, hijo del “Mayo” Zambada, fundó el grupo junto con José Rodrigo Aréchiga Gamboa el Chino Ántrax, y, de acuerdo con información del Semanario Ríodoce, “tenía abierta una acusación en el Distrito Sur de California en Estados Unidos, donde además se ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares para quien diera información que permitiera su captura”.
Desde 2016, la DEA identificó a Imperial Castro como uno de los líderes de Los Ántrax. Fue imputado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos ante un Tribunal de California como presunto responsable de los delitos de tráfico de cocaína, marihuana, metanfetamina y lavado de dinero. La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro, se encargó de incluir su nombre en la lista de cabecillas del narcotráfico.
Antes que El Cheyo, el 16 de mayo de 2020, fue asesinado su socio y amigo José Rodrigo Aréchiga Gamboa, cuyo cuerpo fue localizado junto a los de otras dos personas, encobijados, dentro de una camioneta BMW X5, sobre un camino de terracería, cerca del puente del Arroyo del Toro, en la carretera a Sanalona, poblado de Ayuné en Culiacán. Familiares de Rodrigo dijeron a las autoridades que la noche previa, sujetos armados lo sustrajeron de su domicilio con lujo de violencia.
El asesinato de Aréchiga Gamboa y las personas que encontraron con él nunca fueron aclarados por las autoridades, por lo que la esperanza de que las investigaciones del crimen de Eliseo Imperial Castro tengan buen destino es escasa.
La impunidad es el sello de los homicidios y delitos relacionados con delincuencia organizada, pues las autoridades estatales están rebasadas o amenazadas para actuar, mientras que las federales no asumen su jurisdicción en ese tipo de asuntos, dejándolos para el fuero común.