Consta que, con medio año de anticipación, desde el pasado 10 de noviembre del 2023, ZETA en su número 2589, publicó la carta “México idólatra. El desgaste sexenal al 2024 y la partidocracia” en que anticipé que los contadores públicos -que por adelantado cada año analizamos finanzas y elaboramos los presupuestos de lo que las entidades van a afrontar-, tras evaluar el proyecto de presupuesto federal para 2024 al 2027 del Señor López Obrador (publicado el año pasado, viernes 8 de septiembre del 2023, en la Gaceta Parlamentaria, páginas 35 y 36) notamos de inmediato que -para aventarles más dádivas a los que votaran por su “corcholata”- aumentó enloquecidamente el gasto público, hundiéndonos al país a un elevado déficit. Y advertimos que al cerrar su sexenio nos dejaría condenados a ir devaluando al peso inevitablemente durante 2024 a 2025, igual que antes Echeverría, López [Portillo], Salinas, etcétera, y demás mandamases similares que nos han endeudado y luego empobrecido peor.
Todos entendemos la frase “Año de Hidalgo, #%tarugo&# el que deje algo…” porque todos los políticos, funcionarios y lacayos nos saquean todo lo que vean antes de largarse, y otros sarcasmos típicos del escepticismo hacia estos voraces.
López Obrador igual ya tiró dinerales de nuestros impuestos en pan y circo para su corcholata.
Y más de medio país, ignorante ciego de finanzas no veía que falsamente mantuvo al peso con alfileres y espejismos para su burda política de “transformación” Y ya elegida su corcholata, la Señora Sheinbaum, tras las fastidiosas verborreas y falsas promesas exageradas de toda campaña en que todos, sean Morena o PRIAN, con la más vil demagogia prometen y perjuran que medicina como Dinamarca, que escuelas gratis, que darles pensiones y becas hasta a los perritos callejeros, que pavimentar como en Estados Unidos y hasta a nivel Alemania… blah, blah…
En nuestro país ahora vemos, claro, que con sus flamantes recién electos “polakos” regodearán a su cacique sólo con las garras afiladas más sacadas por empeorar el saqueo de nuestros impuestos. Y Tijuana deshecha en baches.
Reiterando, fue vil electorerismo de estar por el pueblo bueno, bah… ¡Pamplinas! Se va y ¡cuál sorpresa! ¡Que López Obrador nos deja al peso otra vez ya en caída y el país desfondado! ¿Sólo a los profesionistas de finanzas nos fue tan obvio? Ya estamos pagando nuestro pecado de aplaudirle que nos deje saqueada la hacienda.
Continuará…
Atentamente,
José Luis Haupt Gómez
Tijuana, B.C.