Ante el silencio de la administración el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) y de la Guardia Nacional, continúan las denuncias por la operación de una banda de fraude que ofrece el servicio de transporte en la zona de llegadas del Aeropuerto Internacional de Tijuana, Abelardo L. Rodríguez. En abril se registraron dos casos denunciados ante el Semanario ZETA, ambas víctimas coinciden en ser adultos mayores y con pases para el uso del puente binacional Cross Border Express (CBX).
La banda del fraude en el aeropuerto opera en contra de norteamericanos o mexicoamericanos que hablan español. Al identificar que están buscando transporte que cruce la garita internacional, se acercan con sus víctimas y les ofrecen llevarlos en auto hasta su domicilio en California. Su primera cotización empieza en los 400 dólares y tratan de negociar con descuentos o dejar objetos de valor en prenda de pago.
“Yo llegué al aeropuerto y me salí para comprar algo acá afuera. Ya no me dejaron entrar para el puente del CBX. Un señor que trabaja ahí me dijo ‘ahorita te piden un taxi’, pero no era taxi, era uno así que no traía nada. Luego, luego, subió mi maleta y me dijo ‘yo te llevo al cruce’, y me dijo que si hacía más de tres horas y media me cobrara 380 dólares y así me la barajeó. “Nada más te voy a cobrar 200 dólares ahorita”, me dijo. Me le quedé mirando, pues es mucho dinero, ¿no? Pero me dijo ‘así son las cosas ahora en México’”, explicó Francisco, una de las víctimas de la banda de fraude del Aeropuerto de Tijuana, que pagó 200 dólares para que lo llevaran a su casa en el condado de San Diego, California.
Lo que les prometen a sus víctimas es llevarlos hasta su destino en el sur de California, pero sólo los dejan en alguna de las garitas de Tijuana con San Diego. Es decir, que recorren 4.3 kilómetros durante nueve minutos para dejarlos en la garita de Otay, o recorren 8.8 kilómetros en 24 minutos a la garita de San Ysidro. Los dejan a pie con la promesa de recogerlos en la garita y completar el viaje.
“Lo más extremo que me ha tocado ver es una señora que no les completó el dinero y le dicen que está el autobús esperándola del ‘otro lado’, y le dicen que el chofer le va a entregar el teléfono del otro lado, que deje un teléfono nuevo que traía la señora. Les ‘acompletó’ con un teléfono que traía, dejó en garantía, ella cruzó y no había ningún camión. Son muchos abusos”, explicó Daniel, un taxista que pidió conservar su anonimato.
“Al cruzar la calle de las oficinas de la Guardia Nacional, ahí están y con la impunidad. Es una banda organizada: primero le secuestran maleta, los hacen que se suban a un auto particular y los obligan con toda impunidad”, reiteró Daniel.
ZETA ha solicitado entrevistas con los administradores del GAP desde enero de 2024, pero su respuesta es que su responsabilidad sólo es la operación del Aeropuerto; de la Guardia Nacional es atender las denuncias por fraude y extorsión.