Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Mexicali han invertido cientos de millones de pesos para rehabilitar el Centro Histórico de la Capital bajacaliforniana. Una de las inversiones más cuestionadas es la construcción de una estatua de aproximadamente 20 metros que honrará a un cocinero chino, pero que coloquialmente en Mexicali ya se le conoce El Cochinero en lugar del Cocinero. Se trata de una magna estructura que se colocará en una de las vialidades principales de la Zona Centro, porque pues ahí se les antojó. En una de sus conferencias, la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda dijo que el proyecto sería una atracción para la comunidad y -aseguró- un destino obligado para selfies. Lo que no informó, es que el proyecto tendrá un costo de un millón 533 mil 923 pesos y lo pagará el Ayuntamiento de Mexicali. El artista contratado para la realización de la escultura, el tijuanense Óscar Ortega Corral, trabaja en las instalaciones del Centro Estatal de las Artes (CEART) Mexicali, dependencia estatal donde consume espacio, energía eléctrica y equipo para confeccionar la figura de más de 20 metros y, en opinión de los cachanillas, no representa la identidad mexicalense. En la fotografía aquí publicada, se observa la cabeza del Cochinero o Cocinero, que también es resguarda en el CEART. La supervisión del monumento corre a cargo de Carlos Torres Torres, esposo de la gobernadora, y de su hermano Luis Torres, quienes no tienen representación legal alguna para administrar lo que se construye con dinero del Ayuntamiento de Mexicali, en cuyo contrato se estableció el pago de 64 mil pesos por la maqueta; 150 mil 059 pesos con 3 centavos por la fabricación de la cabeza -integrada por una cara de 3 metros de ancho y 2.5 de largo, el gorro de 2.5 metros de largo con un diámetro de 1.4-, y en la mano del brazo derecho, de 2.4 metros, el cocinero chino sostendrá una caja de comida china de 1.7 metros de alto y 1.90 de ancho. Mientras que el brazo izquierdo estará empupuñado y, con 2 metros de longitud, tales extremidades tendrán un costo de 187 mil 293.46 pesos, y requieren insumos con valor de 80 mil 268.63 pesos, a lo que se suman 190 mil pesos por concepto de emplastado de los brazos. Los zapatos del cocinero, de una dimensión de 5 metros, costarán 29 mil 851 pesos; el delantal, de 5 a 11 metros, 100 mil pesos; por el torso se pagarán 105 mil pesos. Sumando todos los gastos, insumos, mano de obra y demás, el artista tijuanense cobrará 1.5 millones de pesos, con el compromiso de entregar la escultura el 30 de junio. Ahora sí que en el Gobierno de Baja California, ni “humanismo mexicano” ni austeridad republicana, sino carísimas obras de ornato que no representan a los mexicalenses, pero al parecer, sí al imperio chino capitalino que, evidentemente, en la visión de la gobernadora y los Torres, expresa el espíritu cachanilla.
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