Los niños migrantes, refugiados y los colonos de la zona Norte de la ciudad de Tijuana pueden acudir a clases gratuitas de música en el Centro Salesiano, ubicado a un costado del panteón uno en la colonia Castillo. El taller musical tiene la intención de incluir a la comunidad en situación de movilidad e integrarlos a la sociedad mexicana mediante el arte y la cultura en un programa en el que participa el Sistema Estatal de Música en Baja California.
Los cursos ya empezaron y hay quince estudiantes, cuatro son migrantes haitianos, que asistieron a la presentación de la Orquesta de Baja California (OBC) en el que interpretaron un repertorio de Gabilondo Soler, Cri Cri, como parte de la invitación al taller musical.
“Que sean estas acciones parte de su integración a la sociedad y parte de complementar y mejorar su calidad de vida mientras están aquí en Tijuana. Estábamos pensando en que este concierto de música de Cri Cri que es familiar y que es para todo tipo de edades, creemos que es el más apropiado para esta ocasión”, comentó Armando Pesqueira, director de la Orquesta de Baja California.
“Lo que nosotros estamos haciendo es descubrir ese talento que a lo mejor ellos no han descubierto a través del taller de iniciación musical, que es lo que estamos haciendo, estamos implementando. Apenas llevamos un par de sesiones”, explicó Mariano Zúñiga Gaytán, profesor del Sistema Estatal de Música.
La convocatoria se hace en criol francés y en español, pues la intención es que más niños se acerquen de los albergues y refugios de la zona norte y contar con la asistencia suficiente durante tres meses para ayudar a las comunidades a integrarse y alentar a los involucrados y mantener el taller.
“Escribió historias, cuentos, con gran elocuencia que todos podemos entender, grandes o chicos. Y la música fue el vehículo ideal para expresar esas historias y en su época, él que vivió en los 40 o 50, eligió esa música, géneros populares para poner esa música. Entonces tenemos las polcas, todo lo que es música mexicana, lo más típico de él como El Comal y la Olla, El ratón vaquero, son polcas del norte de México o sur de California”, comentó el director Pesqueira.
“Es como parte de las canciones, es un nuevo idioma es como la música. Justo haciendo algunas actividades de rítmica y métrica que es lo que les enseñamos en el taller, les pusimos unas piezas de Cri Cri y para ellos fue sorpresivo, no lo conocían y empezaron a aprenderse el coro y empezaron a cantar el coro. Para ellos fue muy sorprendente”, dijo el profesor Zúñiga.
En el taller musical están participando la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el sistema de música de Baja California, el Centro Salesiano y el coro de la Ópera de Tijuana con su director Salvador Castro.