“Yo sería el primero en defender la necesidad de obedecer los mandamientos justos. Se tiene una responsabilidad moral, además de legal, en lo que hace al acatamiento de las normas justas”.
– Martin Luther King, desde la cárcel de Birmingham. “Mi sueño” (16 de abril de 1963).
Los homicidios dolosos en México suman casi 200 mil personas.
Ante Rogelio Cabrera y Ramón Castro, presidente y secretario de los obispos mexicanos, las candidatas presidenciales firmaron el Compromiso por la Paz. Estudiando el documento que se encuentra en la página de la Conferencia del Episcopado (CEM), ambas firmaron, pero una cuestionó y aseguró no estar de acuerdo en la visión pesimista de los obispos.
Qué dice el documento (disponible en la página de la CEM):
A 18 años, México enfrenta una crisis de violencia histórica.
Operan en el país alianzas entre estructuras criminales, redes políticas y empresariales corruptas. La violencia ha adquirido una dimensión comercial, control de territorios, una forma de gobernanza criminal, amenazan el sistema de justicia y seguridad. (cfr. Código Magenta, Etcétera, www.zetatijuana.com; Atypical Te Ve, Latinus)
Los obispos de todo México proponen a nivel federal: evaluar, monitorear, investigar y prevenir la violencia homicida. Sensibilizar y formar en estos temas a quienes trabajan en el sistema de seguridad y justicia. Que el Sistema Nacional de Seguridad incluya la investigación científica. Promover la desmilitarización paulatina de las funciones de seguridad. Diseñar y ejecutar una estrategia nacional de desarme y control de armas. Reducir la polarización política y social.
En lo estatal, fortalecer la confianza de la ciudadanía hacia las autoridades estatales. A nivel municipal: certificación policial; mejorar las condiciones laborales de las policías municipales. Formar Consejos Municipales de Seguridad; trasparencia y rendición de cuentas. Recuperar la confianza de la ciudadanía hacia las policías.
Seguridad es el tema dos, de siete. Y los obispos expresan que “sabemos que la construcción de paz requiere…de todos los órdenes de gobierno, sociedad civil, comunidades locales, el sector privado, medios de comunicación, universidades, iglesias, así como fuerzas de paz cuando esto sea necesario”.
Como han sugerido desde Atypical Te Ve o la revista digital Etcétera, de Marco Levario Turcott y equipo, y Beatriz Pagés Reboller de Siempre, lo que plantean los obispos de México, incluyendo las iglesias (no católicas), no es una ocurrencia.
Compromiso por la Paz es un documento bien fundamentado y participado por 1600 instituciones, y la identificación de 300 buenas prácticas. Los obispos, los jesuitas, los religiosos de la CIRM (Conferencia Interreligiosa de la República Mexicana),“hace casi dos años iniciamos un camino… recogiendo la mirada de veinte mil personas en más de mil foros y conversatorios… presente en cada estado de la República…”. Es un proceso largo encaminado a revertir la violencia y la descomposición social que vivimos. Bernardo Barranco con Julio Astillero, expresa que los obispos mexicanos son una “élite que tiene experiencia, que tiene asesoría…”.
Diría San Juan Crisóstomo en sus edificantes sermones de Pascua de Resurrección: “Es característica del maestro enseñar no lo que el discípulo quiere, sino lo que le aprovecha”. (Homilías de los Hechos de los Apóstoles, no. 2). O como dice el refrán: Más puede Dios solo, que los diablos todos.
Germán Orozco reside en Mexicali, B.C.