Le pusieron los cuernos a Jorge Negrete.
¡Fibra! ¡Animo! ¡Échale ganas!
Estaba yo haciendo ejercicio en el Gimnasio Silvestre y, vive Dios, me entrenaba el mismísimo Mr. Universo: alto, con una gentil sonrisa, el simpático Eduardo Silvestre. Había sido ya Mr. México, Mr. América y finalmente Mr. Universo. Era el Tijuana de los 50’s. En un enorme bodegón lucía el gimnasio Silvestre, donde todos los días cientos de jóvenes acudíamos a recibir instrucciones para mejorar nuestro físico.
Eduardo no mostraba arrogancia y, sí con cariño, buscaba educar a los muchachos. Era increíble que de una pequeña ciudad provinciana tuviéramos un personaje de nivel mundial, educando jóvenes. Eduardo era hijo de Don Enrique Silvestre, dueño de una tienda de perfumería en la Avenida Revolución, que había venido de España y se había aposentado por estos lares, e intentó y logró formar la Cruz Roja de Tijuana, la cual presidió por muchos años haciendo bien a la comunidad.
Eduardo tenía un hermano, Armando, que también hacía ejercicio y eventualmente fue descubierto por el cine nacional, lo que lo convirtió en uno de los jóvenes más enamoradizos y solicitados por las bellas damas del cine mexicano y americano, pues se educó en San Diego, como muchos otros jóvenes tijuanenses.
Encontré casualmente un video donde narra su vida con desparpajo, y sorprende que haya logrado los lugares que ocupo en la pantalla y en el corazón de bellas damas. (https://youtu.be/0mDuIbZy58A?si=lYje59BGzI-FV1l5)
Y encontré otro video donde narra la vida de Eduardo, mi entrenador y maestro, que estoy seguro te divertirá. (https://youtu.be/4FniCCcdjZU?si=hgJSPVyeVNqeIufB)
No es usual que en un artículo propongamos que el lector vea enlaces; sin embargo, lector amigo, verás en ellos a un par de personajes interesantes de la vida de Tijuana de los 50’s… y yo tuve la suerte de conocer a ambos, lo que no era difícil en una población de cien mil habitantes. Recuerdo a Armando en una ocasión en la Cámara de Comercio, donde irrumpió en una junta, gritón como era, exigiéndole al presidente de la Cámara que le pagara rentas añejas. Así era él, con desparpajo y sin vergüenza.
Acompáñanos para que, amigo lector, podamos discutir con gusto a estos tres personajes sorprendentes de la historia de nuestra ciudad.
¡Fibra! ¡Animo! ¡Échale ganas!
¿Sylvester Stallone será pariente de ellos?
José Galicot es empresario radicado en Tijuana, B.C.