En Tijuana, sicarios de los cárteles de la droga también son operadores del tráfico de personas. Asesinan choferes que trasladan indocumentados. Fuera de control, la violencia homicida alcanzó a los migrantes.
“Matar a los clientes afecta su negocio ilícito, pero evidentemente no les importa”, expuso a ZETA un investigador.
El sábado 16 de marzo, cuatro miembros de una familia ecuatoriana fueron secuestrados por el taxista que los recogió en la central camionera para llevarlos a un hotel. El delincuente los llevó a una zona baldía en las inmediaciones del Aeropuerto de Tijuana. Les robó los dólares que traían, los celulares y les disparó. Las víctimas reportaron la agresión el domingo 18; fueron rescatados por un hombre que los llevó a la Cruz Roja. El padre de familia murió, la madre está grave, una niña de 7 años fue lesionada en una extremidad y un bebé resultó ileso.
Sobre la investigación, un agente reveló: “Se está dando seguimiento a los taxistas que dan servicio en el aeropuerto y la central camionera, que están moviendo migrantes y los están matando. Aún no sabemos si es porque han intentado mover gente por su lado, o porque los cárteles se están peleando esos puntos de llegada”.
A las 15:00 horas del 15 de enero, en la calle Matías Gómez en Mesa de Otay, asesinaron a José de Jesús, originario de Jalisco. Su cuerpo quedó tendido sobre la vialidad y el taxi de su propiedad, rojo con naranja con número TLZM17515, fue abandonado cerca.
La noche del 7 de enero, asesinaron de un balazo en el pecho al conductor del taxi número 21, del aeropuerto. El cuerpo fue encontrado dentro del auto en la calle Macedonio Alcalá de la delegación Centenario. Unos días antes, el 5 de enero, también en la calle Macedonio, se reportó que le dispararon dos veces a Eduardo en la cabeza. Era un conductor del taxi amarillo con blanco número 94 del aeropuerto.
El año pasado también mataron a otros tres choferes que hacían rondas en la zona del aeropuerto, todos en la delegación Centenario:
* 4 de enero: en la colonia Valle Vista, al chofer del taxi libre color banco con naranja, número ZM-TL-13328.
* 18 de abril: en la calle Luis Colosio al conductor del taxi blanco con número económico ZM-TL-04140.
* 2 de octubre: en la calle Circuito del Árbol de Otay Vista, a Juan Pablo, conductor del taxi blanco con franja verde placas A544DG; dos hombres a bordo de un Nissan March le dispararon.
SEIS ASESINOS Y TRAFICANTES DE PERSONAS IDENTIFICADOS
El homicidio de indocumentados es el camino que están siguiendo los sicarios del narco para el control de la droga: los cabecillas reclutan polleros, y de no aceptar, los matan.
De la Mesa de Coordinación por la Paz y Seguridad de Baja California, ZETA obtuvo un organigrama con la identidad de seis criminales que están generando la mayor cantidad de ejecuciones relacionadas con el tráfico de personas. “Existen más, pero estos han sido los que más menciones han tenido, tratándose de detenidos”, se informó.
* Cártel de Sinaloa (CDS)
Alonso Villas Briones, alias Alfonso Flores Briones y/o, Cabo 13, operador de los hermanos Alfonso y René Arzate. Trafica personas en la zona de Mesa de Otay y colonia Libertad. Los mueve desde los fraccionamientos Murúa, Buena Vista y Natura. En abril de 2022, su cara fue dada a conocer en lonas expuestas por la II Zona Militar como uno de los 125 generadores de la ola homicida en Tijuana.
Aldo Coria Pérez el Negro, también con Los Arzate. Aparece en la lista de homicidas más buscados por la Fiscalía General del Estado (FGE) desde febrero de 2022. Es protegido por la Guardia Nacional y controla el tráfico de personas en Otay Centenario. Tiene orden de aprehensión por el asesinato de siete hombres localizados el 12 de junio de 2023 en la cajuela de un pick-up blanco en la colonia Campestre Murúa y por los homicidios de dos hombres: uno el 17 de junio en Plaza Alameda Otay, y otro en 2021.
* Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)
Carlos Alberto Chávez Favela alias El Chichí, operador criminal en la colonia Castillo, Centro y Zona Norte. En octubre de 2022, una célula a su servicio, encabezada por su padre, fue detenida en posesión de dos fusiles de asalto y una pistola.
Isaac Alhiu Chávez Cabrera el Alio. Tiene dos órdenes de aprehensión activas: una por homicidio y otra por secuestro. Identificado desde 2015 como parte de la familia que dirige la célula de Los Erres, quienes se contrataban como homicidas y dedicados a la venta de cristal y marihuana en Zona Norte, Zona Centro, Los Altos, Las Palmeras y Fraccionamiento Soler en Tijuana. Partícipe de los incendios de autos y narcobloqueos en agosto de 2022 y hermano de Javier Adrián Cabrera el Pedrito, cabecilla de la célula.
* Cártel Arellano Félix (CAF)
José Antonio López Ramírez, Chino Mayor. De este sujeto no existen antecedentes, las autoridades lo vinculan con la célula de James Brayan Corona el Apache.
Diego Abel Miranda Rodríguez el Kateo. Lo ubican como parte del CAF, aliado con el CJNG. De todos los delincuentes mencionados, este es el que tierne un perfil criminal más alto: lo ubican en el trasiego de droga a gran escala de Jalisco a San Diego, y está señalado, aun cuando no confirmado, como informante en Estados Unidos.
Los puntos de cruce usados por estos grupos son la esquina de la calle Cantera esquina Faro en Playas de Tijuana, Zona Centro, Otay y Centenario, y Avenida Internacional a la altura de la colonia Alemán, a través de la Planta de Bombeo de Aguas Residuales en la colonia Castillo.
COBROS Y SITIOS DE RESGUARDO
Migranres pagan de 3 mil a 20 mil dólares, dependiendo de su lugar de origen, por entregarlos en Estados Unidos. Los sitios más comunes para resguardo de personas son:
* Motel Villa Don Carlos en la colonia Castillo.
* Domicilio en Calle Mar Hudson número 5096, Colonia Alemán.
* Casa localizada en Calle Real de la Frontera número 34, en un departamento del Edificio C en la colonia Nueva Tijuana.
* Propiedad en Calle Séptima, Colonia Granjas Familiares División del Norte.
* Inmueble en Callejón América de la colonia Nido de las Águilas.
* Hotel Prestigio 200 en la colonia Cortés.
* Motel Hacienda Soles en el Cañón del Matadero.
LA RUTA DE BAJA CALIFORNIA SUR
Ahora los grupos de traficantes han establecido una especie de servicio VIP. Dedicados al tráfico de personas centroamericanas, africanas, asiáticas, rusas y ucranianas, a los refugiados les ofrecen una ruta segura con servicios incluidos y los ingresan a Baja California vía Baja California Sur, a donde llegan por aire y mar.
Por la vía marítima, la empresa Bajamar fue detectada por tener un traslado permanente de migrantes, mientras que por aire, los vuelos usados van de Toluca a Los Cabos.
De acuerdo a dos investigaciones en curso, los migrantes hacen contacto telefónico o electrónico con personas en agencias de viajes -que están bajo investigación- que los reciben en México, en algún punto de la frontera sur. Desde ese ingreso, personas que se presentan como abogados hacen contacto ya sea con la Asociación de Mediadores Interculturales o con elementos del Instituto Nacional de Migración (INM), de donde obtienen, a cambio de un pago, los sellos que dan validez legal a su estancia como turistas en México.
De ahí son trasladados a Sonora y Sinaloa, cruzan el Golfo de California a La Paz, donde el grupo criminal los hospeda en hoteles como Plaza Real, Bahía y Oasis. Posteriormente en autobús son llevados a Ensenada, Rosarito, Tijuana e incluso a La Rumorosa.
La red criminal indica que los traficantes contactan a los propietarios de líneas de camiones y les ofrecen alrededor de 33% menos de lo que cobran por un viaje legal, pero les garantizan un promedio de cuatro viajes a la semana, lo que genera un ingreso de 250 mil a 300 mil pesos mensuales.
Una vez en Tijuana, “posteriormente se contactan con otro grupo de delincuentes que propician el traslado vía marítima hacia San Diego o en otros casos apoyan a los migrantes para que puedan brincar el muro y entregarse a las autoridades de Estados Unidos para buscar su asilo”.
COLUSIÓN DE AGENTES DE INM
Además de la investigación abierta contra Marte Antonio Camacho Solano, funcionario del Instituto Nacional de Migración de turno en la Garita El Chaparral y su pareja, María Elizabeth Paredes Sánchez, secretaria del delegado David Pérez Tejada, después de que en un cateo realizado el 29 de febrero, la Fiscalía General de la República (FGR) encontrara en su casa una caja fuerte con un millón 90 mil pesos y 27 mil dólares, cuya procedencia lícita no pudieron comprobar.
De acuerdo a las dos indagatorias respecto a grupos que operan rutas que provienen de La Paz, se sabe que los migrantes pagan entre mil 400 y 3 mil dólares en el INM de Baja California Sur, pero eso no es todo.
Un agente investigador confió: “Los traficantes tienen acuerdo con algunos militares en los retenes, pero si los viajes se retrasan o mueven al grupo de soldados que ya están pagados, deben pagar una cuota adicional para que los nuevos los dejen pasar, o esperar para que los uniformados corruptos organicen el pase del camión sin problema”.
Como ejemplo está el caso de un grupo de 41 africanos detenidos el 29 de febrero a bordo del autobús de la línea Águila con número económico 209. Salieron de La Paz rumbo a Tijuana. Los interceptaron en el Punto de Rescate Humanitario del puesto de Control Militar Ajusco La Grulla. Agentes de migración federal Alejandro Salgado y Carlos Garduño, los responsables. Los migrantes no traían documentos de turistas y la orden fue trasladarlos a la estancia provisional en Tijuana.
Uno de los agentes del INM, con apoyo de tres agentes de la Guardia Nacional, subió al autobús con los detenidos y una patrulla con ocho elementos de la misma GN los siguió. Reportaron que a la altura de Ensenada los indocumentados se violentaron; el autobús empezó a zigzaguear, solicitaron apoyo de la Policía Municipal y la Marina.
Con más vigilancia llegaron a la caseta de cobro 36 en San Miguel, y de nuevo los migrantes se “amotinaron en el pasillo”.
El reporte de los agentes del INM indica que para evitar ser desarmados o que hubiera heridos, los elementos de la Guardia Nacional bajaron del autobús y lo custodiaron desde afuera. En ese punto, y de forma extraña, una agente de Migración indicó a los de la Marina que ya no los necesitaban y que se retiraran.
Minutos depues reportaron que en Lomas de Catamar el chofer se orilló, abrió la puerta (supuestamente amenazado) y los migrantes huyeron en estampida.
Ante el sospechoso actuar del agente del INM, la petición de retiro de la Marina y la fuga, la delegación sudcaliforniana de la FGR intentó procesar a los involucrados, sin embargo, el Poder judicial rechazó la carpeta.