El asesinato de un estudiante de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, a manos de un elemento de la Policía Estatal de Guerrero, su posterior fuga, la desaparición de dos agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) y finalmente su localización sanos y salvos, han exacerbado la relación de la comunidad estudiantil y los padres de los 43 estudiantes desaparecidos en 2014, con los gobiernos guerrerense y federal.
El jueves 7 de marzo, a las afueras de Chilpancingo, policías estatales de Guerrero agredieron a tres alumnos de la Escuela Isidro Burgos, asesinaron a uno de ellos y retuvieron a otro ilegalmente. En un montaje, las autoridades policiales argumentaron que los jóvenes que circulaban en un automotor robado habían disparado contra los gendarmes, estaban drogados y alcoholizados.
La Fiscalía local ejerció la facultad de atracción del asunto en favor de la FGR, que de manera preliminar señaló que el estudiante asesinado, Yanqui Rothan Gómez Peralta, no estaba armado. El Presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó el 11 de marzo, que ninguno de los jóvenes disparó contra los uniformados y que el presunto autor del homicidio, quien disparó a la cabeza de Gómez, estaba detenido.
Un día después, el propio mandatario dio a conocer que el policía imputado se fugó, respondiendo la Fiscalía de Guerrero que el presunto responsable nunca fue puesto a su disposición por la Secretaría de Seguridad Estatal. López Obrador invitó al sospechoso a entregarse a las autoridades.
Por su parte, el domingo 10 de marzo, los elementos de la FGR, Suay Kassandra Domínguez Pastrana y Enrique Linares Ríos, quienes viajaban a Chilpancingo, Guerrero, a apoyar las investigaciones del crimen, fueron reportados como desaparecidos, pues no llegaron a su destino. El hecho alarmó a autoridades de los diversos niveles de gobierno, quienes iniciaron operativos de búsqueda para encontrar a los agentes. Finalmente, el miércoles 13, trascendió la localización de los investigadores sanos y salvos. El Presidente López Obrador se congratuló por la localización de los elementos de la Fiscalía General de la República, sin que se aclare aún qué fue lo que les sucedió.