El presidente Andrés Manuel López Obrador informó, el 8 de marzo de 2024, que su Gobierno solicitará a la Fiscalía General de la República (FGR), que atrajera el caso de dos supuestos estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa murieron asesinados, una noche antes, por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Guerrero, en la salida de Chilpancingo, la capital guerrerense, a la altura de la colonia INDECO, hacia el municipio de Tixtla.
Durante su conferencia de prensa matutina, llevada a cabo desde Morelia, Michoacán, mencionó que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) brindaría información al respecto más tarde. “No fue un choque de policías y manifestantes, es otra cuestión lamentable, porque no queremos que nadie pierda la vida. No queremos de ninguna manera caer en provocaciones”, indicó el político tabasqueño.
Aunque lamentó la muerte de un normalista de Ayotzinapa tras el enfrentamiento con policías estatales guerrerenses, confirmó que había otro estudiante herido, pero que, según él, no había fallecido, como se había conocido en un inicio.
“Esto que lamentablemente ocurre se da en Chilpancingo y son dos jóvenes que van en un carro, la Policía de Guerrero sostiene en sus declaraciones que era un carro robado, pasan un arco que sí está a la entrada de Chilpancingo, viniendo de Tixtla, y cerca de un hotel los detienen. Dicen los policías que los muchachos disparan y responden los policías y lamentablemente pierde la vida un joven, uno”, señaló el presidente.
“¿Hubo heridos?”, le preguntó un reportero. “Sí, pero, otro herido, al parecer no grave afortunadamente, entonces ya hemos tratado el caso, como sí hay una vinculación porque el joven que lamentamos mucho perdió la vida, enviamos a sus familiares, a sus amigos, compañeros pues nuestro pésame, venía de Tixtla, porque hay festejos en Tixtla de la Normal de Ayotzinapa, son tres días de fiesta en Tixtla, entonces sí hay pues esta vinculación, esta relación”, respondió López Obrador.
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Durante la madrugada del 8 de marzo de 2023, Rolando Solano Rivera, titular de la SSP de Guerrero dijo a representantes de diversos medios de comunicación locales, que la camioneta que ocupaban los estudiantes no tenía ningún logotipo institucional y que, por el contrario, tenía reporte de robo, lo que activó los arcos del Registro Público Vehicular (REPUVE).
El general brigadier indicó que el incidente se derivó de la atención a un reporte delictivo, en el que los policías fueron agredidos y se vieron forzados a responder, teniendo el resultado inicial de un herido y una persona detenida.
Solano Rivera confirmó la muerte de uno de los ocupantes de la camioneta reportada como robada, en tanto que otro permanecía detenido, pero aclaró que se trató de una situación fortuita y no dirigida en contra de los estudiantes de la Normal Rural o cualquier movimiento de tipo social.
Por su parte, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, titular de la Secretaría General de Gobierno de Guerrero, sostuvo que en la Administración estatal -encabezada por Evelyn Cecia Salgado Pineda- no se tenía la postura de perseguir a los movimientos sociales, ni a las organizaciones estudiantiles.
El funcionario estatal hizo un llamado a los estudiantes de Ayotzinapa, para dialogar y encauzar sus peticiones de manera adecuada. Anticipó que sobre este hecho no habría impunidad y que se investigarían los hechos de manera puntual, para esclarecer debidamente lo sucedido.
“Queremos decirles que el Gobierno del Estado de Guerrero lamenta estos hechos, donde desgraciadamente un joven perdiera la vida. Como bien dice el general secretario, este acto se da a consecuencia de la persecución de un delito que se dio por un robo. Nosotros no perseguimos ningún movimiento social, estamos a favor del diálogo y la conciliación. Hacemos un llamado respetuoso a los estudiantes a que sigamos encausando este diálogo”, insistió Reynoso Núñez.
Durante una entrevista para W radio, el sacerdote José Filiberto Velázquez Florencio, director del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, en Guerrero, dijo que el otro estudiante retenido por las autoridades se reportaba “con certificado médico de que está bien de salud”, pero que no podría asegurarlo “porque nadie lo ha visto”.
Además, el presbítero afirmó que las autoridades locales tenían bien identificados a los estudiantes y los vehículos que solían usar para transportarse. “Es obvio que eran estudiantes, no había duda que ellos tuvieran otra información. Su argumento de los policías para deslindarse o decir que fue por un reporte de robo o una persecución”, argumentó.
La Agencia Guerrero Noticias (AGN) informó que Yanqui Rothan Gómez Peralta, de 23 años de edad, fue el alumno normalista que falleció. A las 21:20 horas del jueves 7 de marzo de 2024, ingresó al hospital general Raymundo Abarca Alarcón de Chilpancingo, para ser atendido por una herida de bala en la cabeza, sin embargo 23 minutos después, falleció a causa de un traumatismo craneoencefálico, con exposición de masa encefálica, a causa de la agresión recibida por elementos de la SSP.
“Rothan Gómez Peralta era estudiante de Ayotzinapa, tenía 23 años y anoche fue asesinado por la policía en Tixtla, Guerrero, por detenerse, junto a otros 2 compañeros, a comprar un cigarro. Así la violencia y estigmatización contra los normalistas rurales de Ayotzi”, escribió, Luis Hernández Navarro, Coordinador de Opinión del diario La Jornada, en su cuenta de la red social X.
El 8 de marzo de 2024, normalistas de Ayotzinapa aseguraron que la muerte de su compañero, por disparos de la Policía Estatal en un retén instalado en la capital guerrerense, fue en represalia por las protestas que hicieron en Ciudad de México.
Durante una transmisión en vivo desde la página Prensa Ayotzi, en la red social Facebook, dos normalistas con el rostro cubierto, dijeron que “sin motivo alguno” las patrullas de la Policía Estatal dispararon contra sus compañeros.
Los estudiantes indicaron que el ataque fue por órdenes “desde arriba”, como consecuencia de las movilizaciones que se llevaron a cabo en Ciudad de México, una de ellas el portazo en Palacio Nacional.
El 6 de marzo de 2024, un grupo de normalistas derribaron, usando una camioneta pick up de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), una de las puertas del Palacio Nacional, para intentar ingresar al Salón Tesorería, donde el político tabasqueño daba su conferencia de prensa matutina.
“Esto se ve que es una orden desde arriba, debido a las movilizaciones que se llevaron a cabo en la Ciudad de México. Movilizaciones que se hicieron con el único motivo de saber dónde están nuestros compañeros”, dijo uno de los normalistas.
Otro de los jóvenes indicó que según versiones de vecinos que habitan cerca del retén instalado en Chilpancingo, la Policía estatal habría sembrado supuestas pruebas en la camioneta en la que viajaban los normalistas, que supuestamente tenía reporte de robo.
Los normalistas advirtieron que no descansarían hasta que se hiciera justicia y responsabilizaron a la Fiscalía General del Estado (FGE), de cualquier cosa que le pueda pasar al joven detenido, tras el ataque en el retén.
