Amador Rodríguez Lozano, ex secretario general de Gobierno durante la caótica administración de Jaime Bonilla Valdez, quien al término de la gestión fue increíblemente rescatado por la entonces jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, al parecer y finalmente está fuera de la nómina pública. Resulta que el doctor –Honoris Causa– parece que ya vio finiquitada su suerte al menos en lo inmediato, pues desde el último trimestre de 2023, fue separado de su cargo como coordinador general de Relaciones Interinstitucionales, uno de esos puestos rimbombantes dedicados a calentar un asiento y levantarse para firmar un cheque, uno robusto, por cierto. Durante dos años, Rodríguez Lozano estuvo de aviador en la oficina de la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México, y -supuestamente- los fines de semana volvía a Tijuana para conducir un programa de análisis en la televisora de Bonilla, PSN, en el cual se enfocaba en criticar a la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, que como se sabe, es contraria a los intereses del bonillismo. Una revisión a Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) confirma que el ex priista se incrustó en la nómina de CDMX en 2022, cobrando -inicialmente- un sueldo de 132 mil pesos, para luego sufrir una reducción a poco menos de 80 mil. En la última actualización de la nómina de la CDMX, Rodríguez Lozano ya no aparece en ese cargo; en su lugar fue nombrado Antonio Pérez Claudín, conocido integrante de la izquierda capitalina. Tal parece que al actual jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, no le gustó el desempeño de Amador, o bien, no renovó el compromiso con el ex senador, quien desde octubre no cobra sueldo público. Eso explicaría por qué sus redes sociales se encuentran retacadas de fotografías y videos del abogado montando sus caballos pura sangre en su rancho, porque adquirir esos beneficios es parte de las ganancias que sólo se pueden generar laborando en el servicio público.