Por los delitos de portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, posesión de cargadores y operaciones con recursos de procedencia ilícita, el martes 20 de febrero quedó sujeto a proceso Armando Ruiz Domínguez, identificado por autoridades federales como presunto director operativo-financiero del Cártel Arellano Félix (Se presume inocente, mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP).
Desde la Mesa de Seguridad, aseguran que la captura representa un fuerte golpe del gobierno a la mafia local.
La detención de quien ubican como operador de Pablo Edwin Huerta Nuño alias El Flaquito, ocurrió a inicios de la segunda semana de febrero de 2024, cuando la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase) encabezó un operativo del Equipo de Trabajo de Inteligencia en Tijuana, el cual concluyó con la aprehensión del tijuanense de 22 años.
Ruiz es objeto de una investigación por parte de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), por estar catalogado como “brazo derecho del Kado (Héctor García y/o Gil García), del Flaquito (Pablo Edwin Huerta Nuño), se encargaba de coordinar el cruce de droga Tijuana-San Diego, principalmente cocaína que traen de Colombia, y después, introducir a México por la zona costa bajacaliforniana, el dinero producto de las ventas”, refirieron mandos integrados a la Mesa de Coordinación por la Paz y seguridad de Baja California.
Armando Ruiz fue capturado sobre la calle Olas Altas del fraccionamiento Vistamar en Playas de Tijuana, a un costado del inicio de la Carretera Escénica. El joven robusto, moreno claro, con barba tupida, vestía un conjunto deportivo de la marca Fendi, con decenas de logos estampados en sudadera y pantalón, y encima una abultada chamarra negra con el logotipo de la marca francesa Dior.
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Identificado también con el apodo Qué Show, se dirigía a casa de su hermana, a bordo de una camioneta Chevrolet Tahoe gris modelo 2021 con placas de circulación del Estado de Veracruz. Al ser inspeccionado, lo encontraron en posesión de una llamativa arma de fuego color oro, calibre 9 milímetros, abastecida con 14 cartuchos útiles y cuatro cargadores para arma de fuego.
Ruiz Domínguez también llevaba consigo cinco relojes de alta gama, todos recubiertos con diamantes: dos marca Rolex, un Cartier, otro más de la casa Hublot y uno de Audemars Piguet. Respecto al teléfono celular que le aseguraron, reportaron que se trató de un iPhone, el cual quedó registrado como “dañado”, sin especificar el tipo de avería o si esta impediría al Ministerio Público acceder a la información.
En el mismo acto le fueron incautados 81 mil 250 dólares (alrededor de un millón 350 mil pesos) en efectivo, aunque cuando el numerario fue contado por la autoridad ministerial, resultó que eran 83 mil dólares.
Reportes extraoficiales indican que, al momento de ser detenido, Ruiz estaba junto con otro hermano menor, por lo que decidió entregarse sin dar problemas para ser procesado y así impedir que su consanguíneo y la hermana a la que visitaría, fueran intervenidos por las autoridades.
HERMANO DEL PANTERA, CHORY O CHORE
Los apellidos del “Qué Show” están identificados en el organigrama del Cártel Arellano Félix (CAF) desde el 15 de noviembre de 2018, cuando su hermano mayor, Jesús Edgar Ruiz Domínguez, fue asesinado en Rosarito en compañía de otros dos hombres, todos señalados por las corporaciones como operadores del Flaquito.
Jesús Edgar tenía antecedentes de 2012 por introducir droga a Estados Unidos y estuvo detenido por robo. De los otros dos asesinados, David Leonardo Cárdenas Ramírez había sido procesado por robo entre 2005 y 2008; en 2012 por posesión de arma y de 18 kilos de marihuana; y en 2014 por venta de droga. Alexy Javier Peinado Leyva tenía antecedentes por lesiones y daño en propiedad ajena.
Esta célula cruzaba droga a EU y dinero de regreso, controlaban el narcomenudeo en Zona Río y tenían cuatro días de haber regresado de un viaje fuera de Baja California cuando los citaron en el restaurante Tapanco de Rosarito y los mataron. En aquel momento las áreas de inteligencia manejaron dos hipótesis sobre el triple homicidio:
1. La posibilidad de robo de drogas entre cárteles.
2. Que El Flaquito entregó a sus operadores a cambio de evitar una pugna mayor con el Cártel de Sinaloa, luego que datos extraoficiales indicaran que presuntamente Huerta Nuño los había convocado. Al final, la carpeta de investigación no registró avances.
Cinco años después, Armando, de 22 años, hermano del asesinado Jesús Edgar, fue detenido. Conforme a las áreas de inteligencia, realizando la misma labor financiera y operativa, para la misma mafia y el mismo cabecilla criminal, quien, de acuerdo a las autoridades, era sospechoso de la muerte de su fraterno.
PROTEGIDOS EN ESTADOS UNIDOS
Esta semana, el apellido de otra familia identificada con el CAF desde 2005 resurgió en un asesinato cometido la noche del 17 de febrero en la zona de La Jolla, en San Diego, California.
En las inmediaciones de unos departamentos en Nobel Drive y Lombard Place en University City, de acuerdo al comunicado emitido por la policía de San Diego, la víctima mortal del tiroteo resultó ser Christian Espinoza Silver, de 35 años, quien según reportes de las corporaciones locales, es hijo de Saúl Silver Quintana, también identificado con el CAF, asesinado el 28 de agosto de 2005 en el salón Mezzanine durante la fiesta de 15 años de su hija por un grupo de hombres encapuchados que llegó a bordo de una camioneta.
Una de las armas usadas en el crimen de Silver padre, fue asegurada el 18 de abril de 2008, cuando arrestaron a los hermanos Víctor Adrián Sánchez Lavenant -en posesión de la pistola- y Guillermo, secuestrado y desaparecido ese mismo día, al ser liberado por la entonces Procuraduría General de la República luego que iniciaran el proceso contra Víctor, quien también fue dejado en libertad más tarde. Su hermano mayor, Miguel, fue detenido e identificado como parte del grupo de sicarios del CAF conocido como narcojuniors.
Durante aproximadamente tres años, diferentes integrantes de la Mesa de Seguridad han manifestado a ZETA su molestia ante la versión no confirmada ni admitida, de que el Gobierno de Estados Unidos tiene a Pablo Edwin Huerta Nuño, El Flaquito, como testigo cooperador protegido.
Este Semanario ha consultado a algunas autoridades de Estados Unidos, pero se han negado a tener un intercambio de información oficial del tema y han rechazado la aseveración.
Con protección oficial o no, lo que han corroborado las autoridades de la Mesa de Seguridad es que Huerta, García y ahora el mexicoamericano James Brayan Corona el Apache, “cuando sufren atentados o les mata gente cercana, se cruzan a San Diego, lo mismo que sus operadores principales, lo sabemos por el seguimiento de inteligencia con su gente cercana, será porque creen que allá no los va a alcanzar el Cártel de Sinaloa o porque tienen quien los cuide, pero se cruzan; el que menos lo hace es El Flaquito, porque él también viaja mucho a estados del centro del país”.
Este cruzar la frontera incrementó, de acuerdo a las investigaciones, cuando células de Ismael “Mayo” Zambada recibieron la orden de asesinarlos por los robos de droga.
El robo que detonó la violencia fue en abril de 2023 en el Valle de Mexicali, cuando una patrulla y elementos de la Guardia Nacional custodiaron a dos autos con personal que se identificó como agentes del Ministerio Público -incluido un ex comandante de la Fiscalía General del Estado, aliado al CAF-, quienes fingieron un cateo en una casa del valle cachanilla y se llevaron un cargamento que recién había llegado en una avioneta. Sin embargo, la droga no fue entregada a la FGR, sino trasladada vía Ensenada a Tijuana a una célula del Flaquito.
De acuerdo a versiones policiacas, el asesinado en La Jolla, Christian Espinoza Silver, también pertenecía y ocupaba un lugar preponderante en la célula del Kado y El Flaquito, sin embargo, su nombre no aparecía en ninguno de los organigramas de la Mesa de Seguridad.
El boletín de la Policía de San Diego fue escueto, reportaron que “localizaron a dos víctimas. Un hombre estaba en la calle, lo describieron de 30 años e informaron que murió en el hospital. “El otro fue localizado cerca de un automóvil detenido frente a la entrada de un estacionamiento de apartamentos… se encuentra en condición estable en un hospital local. Se le describe como un hombre hispano de 39 años”.
ZETA solicitó la identidad de la segunda víctima, pero se la reservaron.
Del lado mexicano, autoridades expusieron que la segunda víctima también es un elemento activo del CAF y que al momento del ataque armado, en la zona se presumió la presencia de más integrantes de la mencionada mafia con mayor relevancia criminal y relación directa con el clan Arellano.
“Sobre la base de la investigación preliminar, parece que las dos víctimas estaban juntas en un automóvil. Cuando entraban en el estacionamiento de un apartamento, el sospechoso se acercó a pie y comenzó a disparar contra el automóvil alcanzando a ambas víctimas.
El sospechoso es una persona desconocida descrita como vestida con una chaqueta de color claro y pantalón. Huyó a pie hacia el oeste. Con base en la información recabada hasta el momento, parece que se trató de un ataque dirigido”, reportó el comunicado.
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INCENDIOS DE EXPENDIOS DE MARIHUANA, UNA ADVERTENCIA
En los ataques incendiarios a cuatro locales dedicados a la venta de derivados de la marihuana y vapeadores en distintos puntos de Tijuana la noche del lunes 19 de febrero, que además de los daños materiales resultaron en el homicidio del dependiente de uno de los locales, áreas de inteligencia de la Mesa de Seguridad ligan los negocios afectados con el CAF y uno de los administradores del cártel, Emilio Valdez Mainero.
Valdez fue integrante del clan cuando Benjamín y Ramón Arellano Félix lo encabezaban; fue de los notorios narcojuniors, detenido con armas y droga el 30 de septiembre de 1996 en un condominio de lujo en Isla Coronado en San Diego, pero a saber, por arreglos extraoficiales, se convirtió en testigo protegido colaborador del Gobierno de Estados Unidos, desde donde se negaron a extraditarlo a México para ser juzgado por cargos de homicidio. El gobierno anglosajón lo liberó anticipadamente de una sentencia de 30 años.
Legalmente, los negocios están relacionados con una empresa registrada como TJ Greens, inscrita a nombre de dos personas radicadas en Tijuana sin mala fama ni antecedentes delictivos, de apellidos Castañeda y Gallardo.
Las primeras sospechas de los ataques recayeron sobre el Cártel de Sinaloa, pero resultó que los únicos sujetos detenidos por uno de estos estos hechos, señalaron estar ligados al grupo de otro integrante del mismo cártel.
Por estos incendios, la Policía Municipal informó de la captura de Alexis Antonio N, de 26 años; Bryan N, de 22; y Javier N, de 37, quienes fueron perseguidos e intentaron escapar en una camioneta TrailBlazer con reporte de robo, pero “tuvieron un percance vial, lo que permitió su detención en la calle Pedregal del fraccionamiento Playas de Tijuana (…) al realizar la inspección del vehículo Ford Escape este expedía un fuerte olor a gasolina, la cual se les derramó durante la persecución, ello aunado a las características físicas y a otras evidencias encontradas en los vehículos se sospecha que dichos sujetos tienen relación con los ataques en las tiendas ‘Smoke Shop’”.
Estos detenidos tienen antecedentes sólo por faltas al Bando de Policía en Playas de Tijuana, donde registran domicilio, y en sus primeras versiones los identificaron como parte de la mafia de los Arellano con el grupo de Héctor García, lo que significaría que se trata de una pugna interna.
El plan original de los ataques incendiarios no incluía balazos, pero los hubo en el primer operativo criminal reportado a los números de emergencia. Sucedió A las 20:25 horas del lunes, en el segundo piso de Plaza Santa Cruz en la calle Guillermo Prieto y Ermita sur en el comercio Smoke Sunset. De acuerdo a las primeras versiones, los atacantes llegaron agresivos con un bidón con gasolina que dejaron a un lado e intentaron ingresar al local que tiene un botón que se debe oprimir para permitir el acceso, por lo que el empleado Alejandro García López, de 26 años, se negó a abrirles, aunque lo amenazaron y se hicieron de palabras.
Se retiraron por unos segundos y regresaron armados con un martillo para tratar de quebrar los vidrios e ingresar al local, también portaban una pistola que el empleado no vio.
García decidió salir para tratar de evitar su ingreso y espantarlos con un bate, pero discutieron de nuevo y le dispararon. Cuando Pompeya, de 44 años, quien estaba en el local como consumidora, intentó salir para ver qué pasaba, también le dispararon; ella sobrevivió, pero el muchacho fue declarado muerto en el hospital.
El arma calibre 9 milímetros usada para quitarle la vida, resultó positiva en otro homicidio cometido el 23 de diciembre a las 16:38 horas en la carretera Tijuana Tecate, a la altura de la colonia Las Torres en dirección a la castea de cobro de Otay, en el cual la víctima masculina de entre 20 y 25 años, aún está catalogado como desconocido.
Los homicidas fueron descritos como dos hombres jóvenes portando cubre bocas y gorras, de tez blanca, delgados, quienes huyeron en una camioneta.
A las 20:35 el incendio fue en el negocio Gallo de Oro & Vape Smoke Shop, en el local 15-A en Plaza Paseo del Río, con “daños parciales provocados por solventes, (gasolina)”.
Los empleados declararon que les robaron dinero, artículos diversos y un celular, los encerraron y prendieron fuego al local.
Un reporte a las 20:49 horas denunció el incendio intencional de la tienda Smoke Shop, en Calle Paseo Cucapah en la colonia Ampliación Guaycura.
En el comercio cerrado, en calle José María Morelos esquina con Josefa Ortiz de Domínguez en la colonia Independencia, Bomberos encontraron indicios de acelerantes, y las cámaras de video vigilancia registraron a responsables huyendo en una vagoneta blanca.
Finalmente, el mismo lunes, a las 21:46 horas, un sujeto que portaba chamarra oscura y mochila, arrojó “algo” a un local de comida en Bulevar Díaz Ordaz, Fraccionamiento Las Brisas y se comenzó a quemar. Las autoridades no indicaron si existe relación.
Pero la FGE ni siquiera había iniciado oficialmente las labores de investigación.
“Son varias líneas, no hay que destacar ninguna. Ninguno de los empresarios se ha acercado todavía, apenas está arrancando la investigación. En el transcurso del día se van a desprender entrevistas y videos”, explicó en conferencia el miércoles 21 de febrero, Rubén Maximiliano Ramos, fiscal de zona en Tijuana.
La FGE investiga los incendios y el atentado incendiario fallido convertido en homicidio de manera separada.