Iberdrola concluyó la venta de 13 plantas de energía eléctrica, por 6 mil 200 millones de dólares, al Gobierno de México -a través del fondo de inversión México Infrastructure Partners FF, S.A.P.I. de C.V. (MIP)-, según lo reportado por la empresa española, el 26 de febrero de 2024, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España.
El negocio -que contó con el apoyo financiero del Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN) mexicano- consistió en la compra-venta de 12 centrales de generación de ciclo combinado y un parque eólico, ubicados en México, con una capacidad instalada de 8 mil 539 megavatios (MW)
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“Una vez recibida la autorización de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) de México [el 14 de febrero de 2024] y habiéndose cumplido las restantes condiciones suspensivas acordadas entre las partes, se ha producido el cierre de la venta por Iberdrola Generación México, S.A. de C.V., Iberdrola Renovables México, S.A. de C.V. y determinadas filiales de éstas a Banco Actinver, S.A., Institución de Banca Múltiple, Grupo Financiero Actinver, en su condición de fiduciario (trustee) bajo el Contrato de Fideicomiso Irrevocable (Irrevocable Trust Agreement) número 5561, administrado por México Infrastructure Partners FF, S.A.P.I. de C.V., de las acciones de las sociedades titulares de determinados activos de generación de electricidad en México notificada en dichas comunicaciones”, informó Iberdrola.
La compañía española expuso que esas 13 plantas representaron, aproximadamente, el 55 por ciento del beneficio bruto de explotación (EBITDA) de Iberdrola México, durante 2023. Asimismo, Iberdrola detalló que aún estaba pendiente la determinación final de los impactos financieros y fiscales por los órganos de gobierno de las sociedades vendedoras.
Dicha operación representó para Iberdrola el fin al litigio en el que estaba involucrada una de las plantas, Dulces Nombres, la cual fue multada en mayo de 2022, por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), por 9 mil 145 millones de pesos, debido a que la filial de la firma energética española incurrió en la venta de electricidad, bajo el esquema de autoabastecimiento.
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“Esta transacción también pone fin a litigios anteriores en todas las centrales eléctricas que estaban paradas por motivos administrativos regulatorios y que ahora vuelven a estar en funcionamiento”, dijo José Ignacio Sánchez Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, ante inversionistas.
Doce de las plantas que fueron adquiridas por el Gobierno de México son de ciclo combinado y se ubican en Baja California, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa y Tamaulipas, mientras que la última es de energía eólica y se encuentra en Oaxaca.
“En concreto, se trata de los ciclos combinados de gas, que operan bajo régimen de Productores Independientes de Energía contratados con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Monterrey I y II -449 MW-, Altamira III y IV -1.096 MW-, Altamira V -1.155 MW-, Escobedo -878 MW-, La Laguna -537 MW-, Tamazunchale I -1.179 MW-, Baja California -324MW-, Topolobampo II -917 MW- y Topolobampo III -766 MW-, junto con el activo eólico La Venta III -103 MW-, que suponen un 87% del total de la capacidad instalada a desinvertir, y los ciclos combinados de gas privados de Monterrey III y IV -477 MW-, Tamazunchale II -514 MW- y Enertek -144 MW-“, detalló la compañía española.
De los activos acordados, el 99 por ciento correspondía a ciclos combinados de gas, y el 87 por ciento a plantas que operaban bajo el régimen de Productor Independiente de Energía, contratadas con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Asimismo, los más de 460 trabajadores de dichas instalaciones también pasarán a formar parte del fideicomiso liderado y gestionado por México Infrastructure Partners. Esto equivale al 55 por ciento del beneficio bruto de explotación (Ebitda) en el país, incluyendo los contratos asociados y los empleos vinculados a la operación.
Según Iberdrola, las centrales de energía involucradas en la transacción representaban 55 por ciento de su negocio de México. No obstante, la empresa española conservaría el 45 por ciento del negocio en territorio mexicano.
“Iberdrola conservará 15 plantas, toda su actividad con clientes privados y su cartera de proyectos renovables para seguir incrementando sus activos eólicos y solares en el país en los próximos años”, explicó la empresa española.
“La compañía cuenta en el país con una cartera de más de 6 mil MW de proyectos renovables, de los que más de 2 mil MW se desarrollarán en los próximos cinco años, para asegurar energía a sus clientes privados contribuyendo al desarrollo renovable de México, que será imprescindible para el aprovechamiento de la oportunidad que ofrece las alianzas con Estados Unidos”, presumió Iberdrola.
“Con la finalidad de que las plantas de generación eléctrica funcionen de manera autónoma e independiente, se impusieron, entre otras, las condiciones de que el Fonadin o sus partes vinculadas en la operación deberán reducir y mantener su inversión en un máximo de 51 por ciento, lo cual debe concretarse en un plazo de 24 meses”, condicionó la COFECE, en su aprobación, otorgada el 14 de febrero de 2024.
“¡Milagrosamente! Ayer la COFECE autorizó la compra al Gobierno Federal de 13 plantas de energía eléctrica de la empresa española Iberdrola”, celebró el presidente Andrés Manuel López Obrador, el 16 de febrero de 2024.
Sin embargo, el político tabasqueño dijo que se analizaban los mecanismos para cumplir los requisitos, debido que la COFECE acotó que dichas plantas no podrían ser operadas por la Comisión Federal de Electricidad, “porque entonces se convierten en un monopolio”.
