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martes, abril 23, 2024
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La sociedad de la nieve

En 1972, un equipo de rugby partió de Uruguay con destino a Chile a bordo de un avión militar. En total había 45 pasajeros, incluyendo familiares de los jóvenes universitarios y la tripulación. No llegaron a su destino. El avión colisionó en los Andes y la tragedia se extendió por más de 70 días a lo largo de los cuales los 29 sobrevivientes iniciales enfrentaron lo inimaginable. Al final 13 de ellos también perdieron la vida.

Muy superior al tratamiento que de este evento realizó Frank Marshall con la cinta “Alive”, el trabajo de J.A. Bayona es un filme con compromiso que busca conmover a través de personajes que primero conocemos de lejos y de pronto sentimos estar a su lado, estremeciéndonos con ese frío despiadado, la nieve que acecha representando un peligro constante, inevitable.


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Muchas son las lecciones que Bayona explora con esta recreación de la tragedia. Por supuesto está el hecho de un grupo de chicos que nunca deja de ser un equipo. Brotan las discusiones, pero no hay lugar para la discordia. Acaso persiste una resistencia al canibalismo que es bien sabido tuvieron que practicar para preservar la vida, en gran parte fundamentada en la fe que encarna Numa Turcatti (Enzo Vogrincic), la conciencia de estos muchachos, un pasante de Derecho, de 24 años, que no tenía por qué hacer el viaje. No jugaba rugby, sino futbol y apenas conocía al resto, pero no pudo rechazar la invitación de su gran amigo y compañero de aula Pancho Delgado, de 25 años.

Pero es también esa fe la que impulsa a dos de ellos a cruzar las gélidas montañas en busca del valle y el contacto humano para un rescate tras sufrir avalanchas, hambruna, ser testigos desde tierra de vuelos fallidos que el gobierno uruguayo envió para dar con su paradero, ver a sus compañeros morir y atestiguar heridas brutales, algunas sin remedio.

Ellos son Roberto Canessa (Matías Recalt), estudiante de medicina de apenas 19 años de edad y Nando Parrado (Agustín Pardella), de 22, que perdió a su madre y a su hermana en el siniestro. Luego cómo olvidar a Gustavo Zerbino (Tomás Wolf), dedicado a atender a los heridos a sus 19 años, con el conocimiento de una carrera médica en ciernes y dedicado, en silencio, a guardar recuerdos de los fallecidos en una maleta para entregarlos algún día a sus seres queridos.


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Todos y cada uno de estos personajes dejan en claro el propósito que los mantuvo de pie a lo largo de esta tragedia y Bayona supo cómo hilvanar estas historias teniendo como timón a Numa. Le facilitó el logro un elenco que no pudo ser mejor, además de una labor extraordinaria de Michael Giacchino en la banda sonora, y, quien merece un estruendoso aplauso por sí solo, Pedro Luque Briozzo Scu por esa cinematografía digna de un genio.

Bayona agradó con “El orfanato”, demostró su talla con “Lo imposible” y ahora lo supera todo con un estremecedor largometraje que revela cómo la esperanza nunca estará trillada. Es lo mejor de Netflix. ****

Punto final. – “La sociedad de la nieve” representa a España en busca de un lugar en la lista de nominaciones al Oscar en el rubro de Mejor Película Internacional.

Autor(a)

Gabriela Olivares
Gabriela Olivares
Gabriela Olivares Torres Gabriela Olivares Torres GabrielaOlivares 10 gabriela@zeta.com
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