Ante las carencias que atraviesan los migrantes en camino a su destino en Estados Unidos, la comunidad tijuanense se ha solidarizado, e inclusive algunos se han unido en la creación de asociaciones civiles, como el caso de Martha Miriam, a quién sus huéspedes migrantes llaman “Tía Martha”.
Hace aproximadamente cuatro meses, comenzó su historia de activismo, al prestar su casa a un par de cubanos, quienes ya tenían su cita en CBP One; sin embargo, necesitaban un lugar donde hospedarse para poder acudir a la garita de El Chaparral.
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“Una amiga me dijo que si podía ir por ellos al aeropuerto y traerlos a mi casa y que después los llevara a la cita; ellos venían legales, no venían indocumentados. Así fue como surgió la idea. Y escuchar las historias de ellos, cómo vienen sufriendo desde que salen de su país hasta llegar aquí a México, de ahí dije: ‘dios mío, voy ayudar lo que más pueda’”, narró.
Desde entonces, Martha ha hospedado alrededor de 100 cubanos, los cuales han pasado el contacto entre familiares y amigos, con quienes ha seguido la misma dinámica: va por ellos al aeropuerto, los lleva a su casa y les brinda hospedaje hasta el día de su cita.
De acuerdo con una de sus huéspedes, de 26 años, quien salió de su lugar de origen Cuba un 21 de octubre, después de la travesía que representa la migración, llegar a un lugar como la casa de la Tía Martha representa un alivio reconfortante.
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“Imagínense estar en un país pobre, subdesarrollado, sin comida; ese cambio tan brusco, de lo que era todo con respecto al transporte, vida cotidiana, es como un juguete para un niño”, comentó.
Actualmente, requiere de fondos para comprar el inmueble, en donde se le está otorgando un año para pagarla, así como de conseguir los permisos necesarios para llevar el proyecto en marcha.
De acuerdo con Lucero Vázquez, titular de la Dirección Municipal de Atención al Migrante (DMAM), se tiene conocimiento de alrededor de cuatro espacios que se encuentran en proceso de formalización; sin embargo, deben de cumplir con los requisitos necesarios, lo cual puede llegar a ser tardado.
“Sabemos que hay muchas personas de buena voluntad que prestan sus hogares, o algún local que tienen para refugiar a personas, pero deben de entender que es un procedimiento y es una gran responsabilidad tener un albergue porque tienes vidas de por medio”, comentó.
Entre los requisitos que requieren se encuentra el permiso de uso de suelo, Bomberos, Protección Civil, COEPRIS; tener un médico de cabecera en el albergue; conformarse como una asociación civil ante un notario público, darse de alta en el SAT para poder ser acreedora a donativos; así como la capacitación de la OIM y ACNUR de la metodología de funcionamiento para que todo suceda en armonía.
Recalcó que si bien algunos albergues carecen de estos permisos, se debe a que surgieron en situaciones de vital emergencia, como con la caravana de haitianos, por lo que invitó a acercarse a la Dirección Municipal de Atención al Migrante.
