Tal parece que el proceso electoral le está cayendo de perlas a la gobernadora para afianzar a un equipo de trabajo más afín a sus intereses, aunque estos estén alejados de la estructura y bases de Morena. En las últimas semanas se han registrado algunos cambios dentro del gabinete, tanto en primero como segundo nivel, debido a que los intereses políticos se avivan en busca de ocupar nuevos cargos de elección popular. Marina del Pilar Ávila ha informado a todo su equipo de trabajo que quienes tengan interés en ocupar cargos de elección popular, deben separarse del cargo para competir en las encuestas de Morena. Lo interesante es que Ávila Olmeda ha decidido ocupar los puestos que le quedan vacantes por perfiles “técnicos”, una fina forma de decir amigos cercanos con ideología fluida, que no necesariamente corresponden a visionarios políticos de Morena. Es decir, los que renuncian para buscar diputaciones, senadurías y alcaldías, no son sustituidos por las bases de Morena, sino por perfiles más cercanos a ella. Ejemplos hay varios, como el titular de Seproa, Armando Samaniego, emanado de la lucha morenista y sustituido por Víctor Amador Barragán, ex socio en el despacho de Marco Moreno Mexía, el cual está más apegado a la visión política del PAN. Netzahualcóyotl Jáuregui Santillán, considerado el “jefe de Morena”, dejó la Secretaría del Bienestar -botín político en la entrega de apoyos- y le fue entregada a Francisco Garza, amigo de Marina y de Francisco Pérez Tejada, ex alcalde de Mexicali, el cual no es emanado de Morena. Lo mismo ocurre con Catalino Zavala Márquez, quien fue suplido por Alfredo Álvarez, hombre de todas las confianzas de la gobernadora de BC y que no tiene ni una pizca de morenismo en su humanidad. Tal parece que el proceso electoral le está cayendo de perlas a la gobernadora para afianzar a un equipo de trabajo más afín a sus intereses, aunque estos estén alejados de la estructura y bases de Morena. En las últimas semanas se han registrado algunos cambios dentro del gabinete, tanto en primero como segundo nivel, debido a que los intereses políticos se avivan en busca de ocupar nuevos cargos de elección popular. Marina del Pilar Ávila ha informado a todo su equipo de trabajo que quienes tengan interés en ocupar cargos de elección popular, deben separarse del cargo para competir en las encuestas de Morena. Lo interesante es que Ávila Olmeda ha decidido ocupar los puestos que le quedan vacantes por perfiles “técnicos”, una fina forma de decir amigos cercanos con ideología fluida, que no necesariamente corresponden a visionarios políticos de Morena. Es decir, los que renuncian para buscar diputaciones, senadurías y alcaldías, no son sustituidos por las bases de Morena, sino por perfiles más cercanos a ella. Ejemplos hay varios, como el titular de Seproa, Armando Samaniego, emanado de la lucha morenista y sustituido por Víctor Amador Barragán, ex socio en el despacho de Marco Moreno Mexía, el cual está más apegado a la visión política del PAN. Netzahualcóyotl Jáuregui Santillán, considerado el “jefe de Morena”, dejó la Secretaría del Bienestar -botín político en la entrega de apoyos- y le fue entregada a Francisco Garza, amigo de Marina y de Francisco Pérez Tejada, ex alcalde de Mexicali, el cual no es emanado de Morena. Lo mismo ocurre con Catalino Zavala Márquez, quien fue suplido por Alfredo Álvarez, hombre de todas las confianzas de la gobernadora de BC y que no tiene ni una pizca de morenismo en su humanidad. Los cambios continúan, pues perfiles como la subsecretaria Rebeca Vega ya dejaron el cargo y todo parece indicar que quienes ocuparán los nuevos puestos no cuentan con afinidad directa al partido en el poder. No cabe duda que a Marina le vino bien 2024, pues se sacudirá los compromisos políticos con el partido. No cabe duda que a Marina le vino bien 2024, pues se sacudirá los compromisos políticos con el partido.
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