Andrea López González – A casi 60 años de la publicación del clásico de la literatura inglesa, la cartelera nacional suma “Wonka”, nueva propuesta en el universo de “Charlie y la Fábrica de Chocolates”, con un joven Willy interpretado por Timothée Chalamet en su búsqueda por compartir sus dulces creaciones y posicionarse como uno de los mejores chocolateros del mundo.
Sin embargo, a su llegada a las Galerías Gourmet en Francia descubrirá que el camino para hacerse espacio en el negocio de los chocolates es cruel y complicado.
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Con una interpretación que muestra a un Willy navegando entre la ingenuidad, excentricidad y perseverancia, el nuevo filme se aleja de aquel personaje solitario y aislado del clásico de 1971, retratando el valor de la amistad y el trabajo en equipo, con un quinteto formado por Jim Carter, Rich Fulcher, Rakhee Takrar, Natasha Rothwell y Calah Lane.
Y aunque hay más de un antagonista, Olivia Coleman y Tom Davis brillan como villanos, eclipsando a Paterson Joseph, Matt Lucas y Mathew Baynton, que interpretan al Cártel del Chocolate. Si hubiera algo que echar de menos, sería los pocos minutos que Rowan Atkinson aparece en escena, o la innecesaria actuación de Hugh Grant como oompa-loompa. Un detalle notable de esta precuela es la elección del formato musical, género que en la pantalla grande no ha tenido gran éxito durante los últimos años, sobre todo por una campaña de marketing donde se oculta que la película en cuestión es un musical. A pesar de este panorama, “Wonka” convence, logrando una experiencia cinematográfica que hace aceptar la verosimilitud de lo inverosímil.
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