Todavía no se secaba la tinta con la que Jorge Ramos firmó su carta de renuncia al Partido Acción Nacional, cuando ya estaba en pláticas, en Ciudad de México, con miembros del Partido Verde Ecologista de México. Ofreció su “capital político”. No quería estar fuera de la jugada, pero con el PAN, que le vio nacer políticamente, enriquecerse, hacer negocios, encabezar posiciones electorales, ya nada. Derrotado a la presidencia municipal de Tijuana en 2021 por la ahora alcaldesa Montserrat Caballero, ahora Jorge aspira que, en el Verde -por cierto, aliado de Morena-, partido que fue su contrincante electoral e ideológico, le den una candidatura. Quizá la tercera a la alcaldía de Tijuana o una diputación federal, aprovechando que la alianza del Verde con Morena, no será total.