Mientras los países involucrados realizan compromisos, el tráfico de fentanilo ilícito y los aseguramientos de esa sustancia van en aumento, como lo demuestra el comportamiento estadístico e histórico del fenómeno que se ha convertido en uno de los mayores problemas de salud pública en Estados Unidos y amenaza serlo en México, donde ya se registra distribución y consumo del opioide, de acuerdo con reportes de las autoridades.
Los primeros aseguramientos del fármaco en el país iban desde algunos gramos hasta los 18 kilos entre 2015 y 2017. Fue en Ensenada, Baja California donde la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) incautó fentanilo por primera vez en el país el 4 de agosto de 2015, al localizar los soldados mexicanos 15 kilos 930 gramos de un polvo sin identificar, hasta que los servicios periciales, en laboratorio, dieron con el compuesto químico.
Dos meses después, en el mismo puerto se repitió el hallazgo: 11 gramos el 10 de octubre.
A partir de 2018 el gramaje y los kilos del opioide han incrementado, tanto en el trasiego que realizan narcotraficantes, principalmente del Cártel de Sinaloa, como en los aseguramientos que realizan Sedena, Secretaría de Marina, Guardia Nacional y en menor grado los cuerpos de Seguridad Pública estatales y municipales.
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En sus resoluciones relacionadas con fentanilo, jueces han agregado el argumento de que su producción y comercio en forma ilícita “representa una grave amenaza a la salud pública”.
Sólo en el transcurso de 2023, con corte hasta el 13 de noviembre, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) informó que se han asegurado 2 toneladas 145 kilogramos del opioide. Enero, febrero y marzo, muestran el incremento en la circulación de la droga con rumbo al norte, al incautarse respectivamente, 198, 369 y 685 kilos, cantidades que alarman a Estados Unidos, pero que a México le permiten presumir que se ataca el problema, pese a no ser un país productor, sino sólo de trasiego.
En abril y mayo los decomisos fueron de 240 y 303 kilos de fentanilo. De junio a septiembre hubo un decremento, mientras que octubre y noviembre fueron de repunte.
Total que, del primer día de diciembre de 2018 al 13 de noviembre de 2023, casi cinco años completos de la administración presidencial de Andrés Manuel López Obrador, suman 7 toneladas 987 kilos 240 gramos del fármaco ilícito aseguradas por Fuerzas Armadas y demás cuerpos de seguridad.
La tabla comparativa de los años advierte la tendencia al alza de las acciones de narcos y autoridades. En 2018, cinco kilos de fentanilo; para 2019, 491 kilogramos; 2020, mil 242 kilogramos; 2021, 2 mil 18 kilogramos; 2022, 2 mil 86 kilogramos; y 2023, 2 mil 145 kilogramos.
Según la Administración para el Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés), un kilo de fentanilo puro se puede mezclar con precursores químicos y otras sustancias para obtener hasta 20 kilogramos. Por su parte, el Gobierno de Texas señala que una dosis de solo 2 miligramos de fentanilo, que equivalen a entre 10 y 15 granos de sal de mesa, se considera que es letal. El fentanilo fabricado ilegalmente suele combinarse con otras sustancias como pastillas falsificadas, heroína, cocaína y metanfetamina. Por ello, los consumidores pueden no saber que están ingiriendo el opioide, lo que provoca una intoxicación accidental.
POLÍTICA Y SALUD
Durante la reciente reunión bilateral celebrada el viernes 17 de noviembre en San Francisco, California, en la que los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joseph Biden hablaron sobre narcotráfico, migración y el combate a los precursores de fentanilo, el mexicano aseguró que la nación azteca tiene un compromiso para no permitir la introducción de precursores químicos para la fabricación de fentanilo, pues esta droga causa mucho daño a los jóvenes estadounidenses.
“Estamos comprometidos sinceramente a seguir ayudando para el control del tráfico de drogas, para evitar la entrada de fentanilo y otros químicos, estoy seguro que vamos a seguir avanzando en esta muy buena relación que tenemos”, dijo López Obrador. La colaboración también se acordó con su homólogo chino, Xi Jinping, para combatir el tráfico ilegal del fármaco y de precursores químicos provenientes de Asia que ingresan a territorio mexicano. Acordaron “un esfuerzo para comunicarnos más y enfrentar a toda esta banda que se dedica al comercio de estas drogas, a la importación de estos químicos, ya se está actuando y él estuvo de acuerdo en que trabajemos juntos”, agregaría el tabasqueño.
El tono de los reclamos estadounidenses y la defensiva mexicana en cuanto al tema disminuyó a raíz de la extradición del presunto narcotraficante Ovidio Guzmán López alias El Ratón a la Unión Americana. Atrás quedaron los días en los que AMLO aseguró que “México ni creó el problema, ni es productor de fentanilo”, que sólo el 30% del opioide que llega a EU proviene de México y que el por ciento de los encarcelados por poseer o traficar con fentanilo en ese país son estadounidenses. México se dice inocente de producir esa droga, en cambio, se responsabiliza a la nación vecina del tráfico de armas.
Más allá de las importantes ganancias que genera a los traficantes este negocio ilícito, la principal preocupación es por los aspectos de salud. El Gobierno de Texas señala, con información de la DEA, que las redes criminales de narcotraficantes están produciendo en masa pastillas de imitación, mismas que comercializan falsamente como pastillas legítimas de prescripción médica, causando así la muerte a texanos desprevenidos. Las más falsificadas son Oxicodona, Hidrocodona y Alprazolam o estimulantes como las anfetaminas. Pastillas que imitan a las de venta con receta y son muy accesibles al público, pueden contener dosis mortales de fentanilo.
“A menudo se venden a través de las redes sociales y en plataformas de comercio electrónico, de modo que cualquiera que tenga un teléfono celular, incluidos los adolescentes y adultos jóvenes, puede adquirirlas. Los texanos sólo deben consumir productos farmacéuticos legítimos recetados por profesionales médicos y surtidos por farmacéuticos en Estados Unidos”, indica el gobierno de esa entidad a través de su sitio oficial en web y redes sociales.
En México, uno de los graves problemas que se manifiesta con relación a las drogas y adicciones, es que se atiende con el enfoque policial-penal, por lo que cuando los poseedores de pastillas o polvo que presumiblemente es fentanilo ilícito son detenidos, sólo se realizan pruebas químicas básicas para determinar de qué tipo de droga se trata, pero en el caso del opioide, como de otras sustancias, no se realizan dictámenes periciales que expresen la concentración del principio activo de fentanilo que contiene cada tableta o polvo en su conjunto para considerar la lesividad o mortalidad que pueden producir, y que generalmente es el argumento de las fiscalías para exigir condenas importantes a los detenidos.
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ÚLTIMAS ACCIONES
Después de un descenso en las incautaciones del fármaco alterado en México, de junio a septiembre de 2023, y a pesar de que presuntos narcotraficantes iniciaron una “campaña” en octubre para desinhibir la fabricación y trasiego de fentanilo en Baja California, Sinaloa y Sonora, la cantidad del opioide asegurado aumentó: en octubre a 86 kilogramos y en noviembre (los primeros 13 días) a 210 kilogramos. También se registró una serie de homicidios en esas entidades, sin que las autoridades aclaren si están relacionados con amenazas del crimen organizado.
La presunta campaña fue atribuida a la facción de Los Chapitos o Los Menores, quienes a través de lonas colgadas a principios de octubre en Sinaloa, advirtieron que matarían a quienes traficaran con fentanilo. El 13 de octubre aparecieron narcomantas en cinco municipios de Baja California con mensajes firmados por un supuesto Cártel de Tijuana, señalando que se adhieren a la iniciativa del Cártel de Sinaloa para castigar la producción y tráfico de esa droga en su territorio. Otras lonas decían textualmente: “Atención, compartimos los ideales de nuestros amigos Los Chapitos en erradicar totalmente la producción de fentanilo venta y trasiego al país vecino y al estado de Baja California Norte. El que haga caso omiso a estas órdenes se le cortará la cabeza. Atte: El Cártel Arellano Félix”.
El 10 de octubre, en el puesto de control Querobabi en Opodepe, Sonora, militares inspeccionaron un tractocamión cargado con aparatos eléctricos y paquetería procedente de Hermosillo y con destino a Mexicali, localizando once costales con la leyenda “Paracetamol” y que contenían un polvo blanco; tras análisis químico, dio resultado positivo a posible fentanilo. Los operadores de la unidad fueron detenidos.
Seis días después, el conductor de otro vehículo pesado fue detenido por transportar 2 millones 597 mil 543 pastillas de fentanilo sobre la carretera México 15, a la altura del poblado 5 en Ahome, Sinaloa.
Mientras que en la sección Costa Hermosa de Playas de Tijuana, policías municipales realizaron una inspección a una camioneta tipo pick-up el 18 de octubre, encontrando cinco paquetes con 13 kilos de pastillas de fentanilo y un localizador GPS. No hubo detenidos.
El 1 de noviembre, en calles de la colonia El Dorado Residencial, también en Tijuana, un vecino de Sinaloa transportaba 150 mil pastillas de fentanilo y siete kilos de cocaína en un automóvil deportivo. Fue detenido por la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana.
El 4 de noviembre, en una empresa de mensajería ubicada en el Aeropuerto Internacional de Culiacán, guardias nacionales aseguraron 24 mil pastillas de color azul escondidas al interior de una bocina. Se trataba de fentanilo dirigido a un destinatario en Chihuahua. Tres días más tarde, durante una revisión de rutina en la Garita Internacional de Calexico, California a una camioneta procedente de Mexicali, elementos de Aduanas localizaron 41 paquetes con peso de 81 kilogramos que contenían 840 mil pastillas de fentanilo. La droga estaba detrás del asiento y en la llanta de refacción. El conductor, de 23 años y mexicano, fue detenido.
En Sonora se capturó a un individuo en posesión de mil 445 pastillas del opioide el 7 de noviembre. El día 13, en la Garita Internacional de Nogales, Arizona, fueron aseguradas 474 mil 200 pastillas de fentanilo dentro del tablero, paneles laterales y el tanque de gasolina de una camioneta tipo SUV procedente de Nogales, Sonora. El día 14, autoridades de Baja California y del Ejército, aseguraron en dos operativos 220 kilos de fentanilo, otras drogas y seis avionetas en el Ejido Querétaro, en el Valle de Mexicali y en Tijuana. Seis sujetos fueron detenidos para investigación y posteriormente liberados.
