El pasado 24 de octubre, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) publicó un comunicado en el que solicitó a la población de La Paz y Los Cabos que se abstengan de hacer uso de las playas de estos municipios, derivado de las lluvias registradas, derrames de aguas negras y de combustible de embarcaciones hundidas.
Y es que el paso del huracán “Norma”, que impactó durante la madrugada del sábado 21 de octubre, ocasionó precipitaciones de hasta 480 milímetros en algunos puntos de La Paz, lo que generó la corrida de arroyos y el desbordamiento del drenaje. Y por las condiciones geográficas, toda esa agua bajó al mar.
Se confirmó que el flujo de agua contaminada llegó hasta el mar, y pese al tiempo después del paso del fenómeno tropical, las playas del municipio siguen sin ser aptas para nadar, según dio a conocer la Red de Observadores Ciudadanos (ROC) y Waterkeeper La Paz, quienes fueron muy claros: “El Kiosko y Stella se encontraron NO APTAS para su uso”.
Según Alberto Guillén Guadarrama, director Operativo de la Red, indicó que se obtuvieron los resultados de evaluación de las playas de La Paz, decretando la zona del malecón de El Kiosko, a la altura de la calle 16 de septiembre y Stella en la Márquez de León, altamente contaminadas; según la Norma Mexicana, se encuentran 2774 por ciento por encima de los estándares permitidos.
Esto quiere decir que, hasta el 2 de noviembre en que fueron tomadas las muestras, las playas estaban muy contaminadas: uno de los factores son las heces fecales, y por otro lado el posible derrame de hidrocarburos por las embarcaciones que hundió “Norma”.
Especificó que este es un grave problema en la ciudad por la falta de un drenaje pluvial. Y es que por años se han ejecutado obras de pavimentación y en algunos casos el cambio del drenaje en esas avenidas, pero nunca se ha optado por un drenaje integral que solucione el problema de los derrames en las lluvias.
“Sabemos que en los eventos de lluvia, la ciudad tiene un conflicto desde hace muchos años porque no tenemos un drenaje pluvial; entonces cuando llueve de manera copiosa, pues el agua se va a las alcantarillas, las alcantarillas se llenan, se desbordan y esa agua corre por las calles. Y la mayoría del agua, sobre todo en el primer cuadro de la ciudad, pues toda el agua va a dar al malecón”, recordó Guillén Guadarrama.
Para los especialistas, es necesario que intervenga la autoridad sanitaria y que por lo menos revise los resultados obtenidos a inicios de noviembre. En el caso de la playa de El Kiosko, salió con una muestra de 275 enterococos por cada 100 mililitros, mientras que la playa Stella fue de 5,748.
“Está sumamente elevado; cualquier situación que pudieran tener los visitantes, los turistas y la gente que se mete a la playa, bueno, pues es un riesgo latente que pudieran tener algún problema en la piel, en los ojos, en los oídos y la boca, entonces consideramos que debería inclusive escalar para que la autoridad lo revise y en su momento pues determinar el cierre total o parcial de las playas”, indicó el representante de ROC.
Por último, explicó que las playas no es que exista una forma mecánica para que se puedan limpiar, sino que solas, con el paso de los días, se van limpiando con procesos naturales con las corrientes de marea.
CIERRAN PLAYAS POR DERRAME DE COMBUSTIBLE
Otras playas que sí fueron cerradas al público de manera urgente es el balneario El Coromuel y El Caimancito, donde presuntamente se detectó actividad por el derrame de combustible y que pone en riesgo a los habitantes y turistas que hacen uso de la playa.
Adicional a las 32 embarcaciones hundidas que El huracán “Norma” dejó en la Bahía de La Paz, el pasado jueves 2 de noviembre se registró el incendio de cinco embarcaciones (cuatro menores y una mayor) en la Marina Palmira; dicho siniestro generó una importante contaminación en la Bahía, que de inmediato se trasladó a las playas circundantes.
Después de unos días, al cierre de esta edición, ni el Ayuntamiento de La Paz, Protección Civil, la COEPRIS o el propio Gobierno del Estado han informado sobre el cierre de playas y el riesgo que implican para la población.
Las embarcaciones fueron consumidas por el fuego, y sus restos yacen en el fondo del mar, acompañando a las 32 embarcaciones que según la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se hundieron por los efectos provocados por “Norma”.
En un informe entregado a ZETA, la Profepa confirmó que el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), interpuso una denuncia de hechos derivado de la posible contaminación por derrame de hidrocarburos, quedando bajo la carpeta de investigación PFPA/10.7/2C.28.2/0140-23.
La dependencia federal informó que, hasta el momento de la solicitud de un informe, no se tiene conocimiento de derrame alguno de combustible; incluso señala lo siguiente:
De acuerdo con el informe presentado, se trata de 22 veleros que sufrieron afectaciones, de los cuales 18 están varados y algunos de estos quemados, dos hundidos y dos semisumergidos; cuatro yates, de los que tres están semisumergidos, algunos destrozados y uno más varado; cuatro embarcaciones tipo catamarán, tres semisumergidas y un reflotamiento; y dos más con características desconocidas (al estar hundidas).
En el informe, dan a conocer que necesitan tener toda la información completa de las embarcaciones y de los dueños para poder hacer una revisión exhaustiva y determinar si hay o no derrame de combustible; mientras tanto, algunas playas fueron cerradas, y aunque por el momento no hay información, se asume que hay datos que obligaron al cierre de las mismas.
DENUNCIAN CONTAMINACIÓN EN LA BAHÍA
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental interpuso una denuncia para que se apliquen protocolos de actuación para atender posibles derrames de hidrocarburos, y aunque las autoridades sanitarias y de Protección Civil se han tardado en actuar, desde el día del incendio de las embarcaciones en la Marina Palmira se pudo observar derrames de combustible y el despliegue de restos calcinados, explicaron.
Sin duda esto generó contaminación, pero no se ha dado la información completa, o un informe o alerta para que ciudadanos se abstengan de entrar al mar en la Bahía de La Paz. Por ello, el Centro espera que la denuncia haya sido admitida y que se encuentre en los trámites correspondientes.
“Esperamos que ya esté admitida, para que procedan con el análisis, la investigación y justo saber qué es lo que está pasando, porque parte del problema en este momento es que no tenemos información. O sea, no hay información oficial respecto a algún tipo de descenso, si hay algún tipo de impacto, si hay daño o no hay daño, fuera de lo del incidente natural, por parte de las embarcaciones; y si son, ¿de qué tipos?, ¿están hundiéndose?, algunas están derramando, (determinar) si es combustible o no. Justo todo eso esperamos proceda la autoridad en desahogarlo”, comentó Mario Sánchez, director Regional Noroeste del CEMDA.
Desde el aire, diversas personas que están colaborando con ZETA y las organizaciones ambientales, dan cuenta de los derrames de combustible, de la mancha “chocolatosa” de la contaminación por aguas negras, y sólo queda demandar y meter un amparo para que las instituciones de gobierno actúen.
Actualmente son las 32 embarcaciones hundidas o semisumergidas en la Bahía, pero a ellas se suman cinco más que se quemaron y que se fueron al fondo con todo y los hidrocarburos y restos de las embarcaciones; el único estudio de la calidad del agua que es público es el que realizó ROC y Waterkeeper La Paz.
En el informe revelan la preocupación en las playas de la zona del malecón, donde se ha concentrado el grueso de embarcaciones varadas o hundidas; también es sabido que las corrientes han dispersado los desechos del incendio del 2 de junio en la Marina.
“A partir de embarcaciones, que estaban ya sea varadas o hundidas, porque es como más identificable que hay algo diferente del agua natural flotando en la ensenada, a partir de ahí, lo que nosotros hicimos fue hacer una notificación a la autoridad correspondiente, en este caso a la Profepa. La semana pasada se presentó una denuncia popular para que la autoridad procediera a ver este problema, también con la intención de que fuera una de las autoridades o la autoridad, que hiciera como el inicio de la aplicación de un plan nacional en tema de contingencia de hidrocarburos”, lanzó el director regional del Noroeste de CEMDA.
Coinciden asociaciones civiles y de protección al ambiente en señalar que, primeramente, hay muchas familias que dependen de las actividades turísticas, y que al estar cerrada la Bahía les pega directamente. Pero también el riesgo ambiental se mantiene latente, pues en la Bahía de La Paz hay un gran flujo de tortugas marinas, delfines y el tiburón ballena; de presentarse el peor de los escenarios, sin duda se perdería mucho.