Ciudad de México.- “Por fin regresamos, estamos muy felices”, dijo al público Molly Rankin, vocalista de la banda Alvvays, quienes subieron al escenario Nívea para cautivar a fans y curiosos por igual con su sonido dream pop, característico de la banda canadiense que estrenó bajista.
Luego de una pausa de ocho años sin pisar tierras mexicanas, tiempo en el que lanzaron Blue Rev, su más reciente álbum de estudio y tercero en su trayectoria, Alvvays, destacó en la primer jornada del Corona Capital, encuentro sonoro que invade la capital mexicana por tres días consecutivos con lo mejor del mundo alternativo.
Temas como “Very Online Guy”, “Next of Kin” sonaron mientras la escenografía se iluminó de verde y la pantalla mostró escenas relativas a tecnología noventera, así como de corte abstracto, con manchas de luz y de pintura. “Pueden cantar si quieren”, invitó Rankin antes de entonar “Archie, Marry Me”, himno para los millennials en el que la banda enfatiza problemas del matrimonio.
Por úiltmo, la presentación se tornó melancólica con “Dreams Tonite”, otra de sus canciones más populares, desatando fotografías de parejas bailando abrazados y manos en alto moviéndose de un lado a otro, en medio de un “hasta pronto” implícito en sus rostros.
Y mientras el volumen de Alvvays languidecía, Fleet Foxes subió el suyo en el escenario de a lado, el Corona Cero, donde brotó el sonido indie folk del grupo estadounidense formado en Seattle (Washington), quien entró con cuerdas y un saxofón para comenzar a provocar pequeñas sacudidas en el público.
Personas balanceándose en su mismo lugar trataban de seguir el ritmo de “Ragged Wood”, mientras que el coro “call me back to you” intentaba tocar recuerdos de sus fans, pero la sensación se trasladó a “Your Protector”, que generó un ambiente más folclórico. De ahí siguieron canciones como “Featherweight”, con un toque de tristeza lanzado al aire, y sus temas cumbre “White WinterHymnal” y “Mykonos”. (Anaid Miranda / Especial para ZETA).
